''Capítulo 26''

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Por JR:

Luego de unas horas, desperté, algo mareado y con un ligero dolor en mi mano derecha. Esto último debido a la intravenosa que seguramente me colocó alguna enfermera. Porque sí, no hacía falta ser un genio para reconocer donde estaba. Por ese tono celeste en las paredes, era evidente que estaba en un hospital. Además del ruido que hacían las enfermeras y otros pacientes a mi alrededor.

Tardé algunos minutos en poder observar con claridad, debido a lo mareado que me encontraba. Y para cuando lo hice, pude distinguir una silueta sentada no muy lejos de mí. Era BumZu, el pobre de seguro se había quedado dormido esperando a que despertara. Tan pronto intenté incorporarme en la camilla, este no tardó en despertar y acercarse a mí.

¡JongHyun!—llamó, por un lado entusiasmado y por el otro, podría decirse que preocupado.—¿Cómo te sientes?

La verdad, me duele mucho la cabeza.—mencioné, intentando encontrar una posición cómoda en aquella horrible y dura camilla.

Es normal, el médico dijo que aún tenías algo de alcohol en la sangre. Sin contar con que no has comido nada en todo el día.—explicó, sentándose en un pequeño banco metálico que se encontraba a un lado.—Tampoco habías dormido lo suficiente. Y con el golpe que recibiste, tú cuerpo finalmente colapsó.

¿Golpe?—repetí desconcertado. Fue ahí cuando a mí mente se vinieron las imágenes de lo sucedido. Poco a poco fui recordando todo, hasta el momento en que perdí la conciencia.—Claro, ahora recuerdo. ¿Quién era ese tipo? ¿Y por qué demonios me atacó?

Ese tipo que te atacó, se llama Choi MinSeok.—indicó, pasando una mano por su nuca, parecía algo nervioso e incómodo. Como si supiera algo de lo que yo no estaba enterado.—Él... Es el hermano mayor de Ren. Y, a decir verdad, tenía una muy buena razón para atacarte.

¿Qué, de qué hablas?—pregunté, aún más confundido que antes. ¿Qué razones tendría ese sujeto para ir a mi trabajo y golpearme con tanta fuerza?

Bueno... ¿Recuerdas lo que me contaste esta mañana?—preguntó, un poco inquieto. Incluso podía ver como movía su pierna con nerviosismo.—Ya sabes, lo que pasó entre tú y Ren ayer por la noche.

Por supuesto. Pero, ¿eso qué tiene que ver?—pregunté de vuelta, sin lograr comprender.

Mucho. Podría decirse que tocaste lo más preciado y valioso para MinSeok.—explicó brevemente.—Él es un hermano muy sobreprotector, si le llegas a hacer daño a Ren, jamás te lo perdonará.

Eso quiere decir que... ¿Le pasó algo a Ren?—pregunté ahora preocupado. Si algo le había pasado, eso explicaría el por que su hermano me atacó con tanta rabia.—¿Él esta bien?

No sé si sea buena idea contártelo.—respondió, algo dudoso. Por lo visto, había ocurrido algo, algo que desconocía por completo.—Aron me pidió que no te dijera nada.

BumZu, por favor, no me trates como a un niño.—indiqué, un poco molesto. Ya tenía suficiente con lo de mi memoria. No necesitaba más misterios en mi vida.—Sé sincero y dime la verdad.

Esta bien, solo no te vayas a alterar.—comentó, incapaz de sostenerme la mirada.—Al parecer, cuando Ren despertó esta mañana y no te encontró junto a él, tuvo una crisis y pensó en quitarse la vida.

¡¿Qué?!—exclamé, totalmente sorprendido y angustiado. No podía creer que Ren fuera capaz de semejante locura. Y mucho menos, por mi culpa.—¡Maldita sea! No debí pasar la noche con él.

Por suerte, los chicos llegaron a tiempo y pudieron detenerlo.—continuó, intentando calmarme.—Pero entre ellos estaba MinSeok, y al ver que su hermanito estuvo a punto de quitarse la vida por ti. Eso lo enloqueció, por eso fue hasta la oficina a golpearte. No sé ni como sigues vivo.

Por supuesto, ahora todo tiene sentido.—mencioné, por fin comprendiendo la situación.—Lo mejor para ambos, es que no vuelva a ver a Ren en un buen tiempo. Al menos hasta que logre recuperar la memoria y pueda aclarar todo.

¿De verdad crees que tu madre y JaeBin, sean las responsables de tu accidente?—preguntó, aún incrédulo, como era de esperarse. Nadie en su sano juicio pensaría que mi propia madre, o la que ahora es mi esposa, hayan querido acabar con mi vida.

Ya te lo dije, estoy casi seguro de que fue una de ellas, sino es que las dos.—respondí, sintiendo mi sangre arder. Necesitaba saber quien había querido acabar conmigo y, al final, había fallado.

Luego de eso, ambos nos quedamos en silencio unos cuantos minutos, hasta que el teléfono de BumZu comenzó a sonar. Rápidamente se disculpó y se fue, dejándome solo. Seguramente debía ser su novia. Por mi parte, aproveché el quedarme solo para descansar un poco más. Unas cuantas horas más tarde, el médico me autorizó la salida, así que tomé un taxi hasta al trabajo para recoger mi auto. Una vez lo hice, me dirigí a casa.

Debía enfrentar a mi madre y a JaeBin, alguna de las dos debía saber con exactitud lo que pasó el día de mi accidente. Si fue JaeBin, lo más seguro es que lo hizo por celos. No soportó la idea de que yo estuviera saliendo con alguien más, y que ese alguien fuera un chico tan lindo como Ren. Realmente no estaba muy seguro de mi relación con ella, tan solo recuerdo momentos de cuando éramos niños. Y de las muchas veces que ella me dijo que yo le gustaba.

Pero si no había sido ella, sino mi madre, la situación era aún peor. Porque entonces no se trataba de un simple ataque de celos. Si mi madre había sido la responsable, entonces debió haber una razón muy fuerte para que lo hiciera. Y ya podía imaginarme cual era. Si todo lo que me habían contado era verdad, ella jamás me perdonaría el que fuera gay y que estuviera saliendo con Ren.

Si ella me había empujado por las escaleras, seguramente fue porque descubrió la verdad. No sabía como, ni cuando, porque aún no podía recordar nada. Pero si había sido así, no podía evitar sentir como un escalofrío me recorría el cuerpo. El solo pensar que mi propia madre intentó asesinarme... Es cierto que nuestra relación no es la mejor, pero la creía incapaz de algo así. Después de todo, soy su único hijo.

Cuando llegué a casa, sentía como las manos me sudaban, estaba un poco nervioso. Pero decidido a investigar y dar con la verdad. Porque no iba a descansar hasta recuperar la memoria y mi vida al lado de Ren. Porque ni él, ni yo, merecíamos esto. Y fue entonces cuando opté por quitarme aquel anillo que llevaba en el dedo, no pensaba seguir llevándolo, no cuando mi matrimonio con JaeBin no era más que una farsa.

Porque, sin importar quien de las dos haya sido, ambas supieron aprovechar la situación. Las dos me hicieron creer que tenía otra vida muy diferente. Una donde estaba comprometido con JaeBin, donde me convencieron de casarme y estar con ella como si en verdad la amara. Pero todo aquello era una mentira, una que me negaba a seguir creyendo.

Y, por esa razón, al entrar, ni siquiera saludé a mi "esposa". Solo subí las escaleras y me dirigí a la habitación de mi madre. La cual se encontraba en su cómoda, cepillando su cabello y preparándose para dormir. Tomándose muy enserio su papel de señora de alta sociedad. Pero por mí, podía quedarse con todo, hasta con la herencia de mi padre, el dinero era lo de menos para mí. Yo solo quería mi vida de vuelta.

Omma, necesito hablar contigo.—mencioné, cerrando la puerta a mis espaldas. No quería que nadie nos interrumpiera.—Quiero que me cuentes a detalle todo lo que pasó el día de mi accidente. Sin excepciones.

Claro que sí, cariño.—mencionó de vuelta, en un tono dulce, pero con una expresión frívola a través del espejo. Dejando lentamente su cepillo sobre la cómoda, antes de levantarse y voltear. Mirándome fijamente con aquellos oscuros ojos.

Aquella sería una larga conversación. Una que seguramente terminaría en discusión, como años atrás, cuando era adolescente.

''En mis recuerdos''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora