''Capítulo 31''

73 9 4
                                    

Por Ren:

Me encontraba en el hospital, a la espera de mis resultados. No lo iba a negar, estaba muy nervioso, tanto que no podía parar de temblar como un conejo. Y es que, si mis sospechas eran ciertas; en estos momentos, llevaba un hijo de JongHyun dentro de mí. Un hijo fruto del amor tan grande que existe entre nosotros. Al punto de entregarnos por completo la otra noche. Aún si JR todavía no lograba recordarme.

Por un lado, estaba aterrado ante la sola idea de estar embarazado. No me sentía listo para una responsabilidad tan grande, mucho menos yo solo. Porque un bebé no solo requiere de bastantes cuidados, sino también de mucho amor y afecto. Sin contar con los gastos, ya sea comida, pañales, ropa y muchas otras cosas más.

Pero por otro lado, me sentía feliz y emocionado. Porque, durante mucho tiempo, llegué a soñar con tener un hijo de JongHyun. Que tarde o temprano, formaramos una hermosa familia. Que nuestro bebé anduviera por ahí, corriendo y saltando por todos lados. Escuchar su tierna voz llamarnos por las mañanas. Incluso, podía imaginarme lo hermoso que sería si se pareciera a JR.

Pero todo aquello solo daba vueltas en mi cabeza, haciendo que me pusiera aún más inquieto, sintiendo como mis manos no paraban de sudar. Rápidamente cerré mis ojos, respiré fuertemente y limpié mis manos en mi pantalón. Rogando en mi interior, para que esta pesadilla terminará lo más pronto posible.

Tranquilo, todo estará bien.—mencionó MinHyun, tomando mi mano y sujetándola con fuerza. Intentando calmarme y consolarme. Él mejor que nadie, sabía como me sentía en estos momentos.

Eso espero.—comenté, aunque sin creerlo demasiado. Sabía que dependiendo de los resultados, mi vida iba a cambiar de nuevo, drásticamente.

Min tiene razón.—mencionó Nana, tomando mi otra mano, intentando darme todos los ánimos posibles.—Pase lo que pase, cuentas con todos nosotros y con nuestro apoyo. No estás solo, Ren.

Gracias, chicos.—dije, sin poder evitar romper en llanto. No tenía como agradecerle a la vida por haberme dado a los mejores amigos de todo el mundo.—No saben cuanto significa para mí el que estén aquí conmigo, en estos momentos. Justo cuando más los necesito.

Tú sabes que siempre vamos a estar aquí, para lo que sea.—indicó Min, tirando de mí para abrazarme con fuerza mientras acariciaba suavemente mi cabeza.

Y se sentía tan bien aquel abrazo, y la calidez de Minhyun, que decidí quedarme un rato así. Ahogando mi llanto en su pecho. No fue hasta un rato después, cuando el médico hizo aparición, que logré apartarme y secar mi rostro lo mejor posible. Aún si sentía como mi nariz seguía goteando.

¿Choi MinKi?—preguntó el doctor, mirando en nuestra dirección.

Soy yo, doctor.—respondí enseguida, poniéndome en pie al igual que MinHyun y Nana.

Venga conmigo, por favor.—indicó el médico. A lo que rápidamente asentí con la cabeza y le seguí hasta su consultorio. No sin antes voltear hacía los chicos y ver como estos me animaban a lo lejos.—Tome asiento.

Por favor, dígame la verdad, doctor.—pedí desesperado, queriendo acabar con esto de una vez por todas.—¿Estoy embarazado?

Así es.—confirmó el médico, haciendo que las lágrimas volvieran a rodar por mis mejillas. Aún si ya lo sospechaba, aún tenía esa pequeña esperanza de estar equivocado.—Usted presenta alrededor de ocho semanas de gestación.

Y no supe que decir. Simplemente no tenía palabra alguna que me hiciera sentir mejor en aquel momento. Iba a tener un hijo de JongHyun, era un hecho. Pero... ¿A qué costo? Ya no estábamos juntos. Ni tampoco estaría conmigo para apoyarme y consentirme en todo este proceso.

''En mis recuerdos''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora