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Murphy:

Aunque Kit logro sacarme, he perdido las cosas dentro de la arena movediza, mis ropas y todo lo que traje conmigo.

Iré desnuda hasta llegar al barco supongo.

Me quito las ropas llenas de lodo, dejo el haladie junto a ellas y me meto al lago desnuda, Kit también lo hace aunque mantengo distancia y estamos de espalda, me sumerjo y vuelvo a la superficie quitando el lodo de mi cabello, limpio mis brazos y mis piernas debajo del agua y cuando creo que estoy lista me volteo.

Encuentro a Kit, quien aun tiene lodo en la cabeza.

—¿Quieres ayuda?—Me pregunta el y señala mi cabello.—Aun tiene en el cabello, las orejas y veo en los hombros, seguramente la espalda esta igual.

—Lo mismo digo.

No contesta, pero entonces lo veo acercarse con cuidado, Kit se para frente a mi y mi mirada se mantiene sobre la suya, el agua esta fría y su tacto empieza a tocar mi piel, primero rasca en mi frente, luego en mi cuello y sus dedos los limpia en la misma agua, entonces en el proceso levanto mis manos a su rostro, el cual toco y el se sorprende un poco, pero me deja limpiarlo como el a mi.

Entierro los dedos en su cabello y limpio las cebras marrones, bajo por el cuello y las manos de el por mi espalda, echa agua con los dedos y presiona rascando, siento como baja cada vez más, sin embargo no llega a donde mi cuerpo le pide y regresa a mi cuello, todo mi cuerpo se tensa y el no para, me rasca el vientre y vuelve a mojar sus manos esta vez llegando entre mis senos.

Las mías paran y sus ojos encuentran los míos, busque permiso o no tal vez se lo doy con la mirada porque el vuelve a limpiarme y ahora sus dedos han tocado mis pezones.

Frota con las yemas de sus dedos y pellizca tirando de ellos, sacando hasta la última suciedad, su tacto consigue que un calor sofocante se instale en mi entrepierna y yo no me quedo atrás, bajo las manos por su torso y limpio el abdomen, luchando por no ir más abajo y el salga huyendo como la otra noche en la posada.

—Kit....

Su mano baja a mi vientre.

—Aun falta un poco.—Pronuncia mirándome a los ojos y baja despacio a mis caderas, una mano me toca el trasero y la otra llega entre mis muslos, los cuales abro para el.

Jadeo y doy el primer respingón cuando me toca el sexo y dejo de limpiarlo para apoyarme con ambas manos sobre sus hombros, Kit hunde más la palma cubriendo todo el área y su otra mano empuja mi trasero contra el.

Me cuelgo de sus brazos y siento la dureza aplastándome el vientre debajo del agua, los movimientos de sus dedos al "Limpiar" aceleran mis latidos y mi boca no se queda callada, me aferro a el mientras me da esto.

Una sensación tan agradable que me hace poner los ojos en blanco.

Pero entonces va a retirar  la mano.

—Aun estoy sucia.—Le hago saber, sus ojos encuentran los míos y brillan con una intensidad, entonces vuelve a lo mismo.

Lo hace una vez más y bajo el cielo de Arcaría Kit me da un orgasmo increíble.



Kit:

Perdi la cordura un instante.

Y ahora no creo que pueda dormir a su lado sin cometer algo similar a lo que hice dentro del lago.

Respiro profundo y me tomo unos minutos antes de decidir entrar a la carpa donde ya se encuentra ella, apago la fogata y tomo las cosas llevándolas conmigo, aviso que voy a ingresar y trago saliva.

Mala idea.

Cuando abro la carpa esta ahi adentro usando uno de mis camisones, ahora no se si fue buena idea prestarla por lo bien que se ve con ella, no le cubre mucho los muslos y...

Deja de mirar.

—¿Ya apagaste la fogata?

Parpadeo.—Si, lo hice.

—Deberíamos dormir.

Trago saliva.—Si.

Me acomodo y ella también.

—¿Hace frio o me parece?

No contesto y el sueño me vence.


(***)


A pesar del cansancio despierto en plena madrugada por el ruido de los dientes chasqueando de alguien y no es solo eso, sino que la mujer a mi lado esta tiritando de frio.

Me siento volviéndome hacia ella.—¿Murphy?

Abre los ojos despacio.—Te dije que hacia frío.

Lleva la mano a su frente.

—Frío no, tienes fiebre.

Me levanto y busco algo de medicina en el bolso, he separado bien cada cosa por lo que lo encuentro rapido y saco las hiervas, no son suficientes en caso la fiebre regrese o en caso que yo caiga enfermo también, pero servirán para bajarle y quiero creer que no regresara, ni que yo la tendré.

La marquesita sigue temblando asi que actuó rapido, salgo de la carpa y cojo una piedra, la lavo primero en el lago adentrándome en el y sin importar mojar mi ropa ya que no pierdo ni el tiempo en quitármela, voy hacia el centro donde el agua es más limpia y lavo bien antes de regresar, entonces con la misma piedra hago trizas la hierva y lo mezclo con agua que cargo en un recipiente.

Me acerco a ella y le levanto la cabeza, esta sudando, joder.

—Bébelo todo, marquesita.—Le pido y sus ojos se abren despacio.—Bajara la fiebre y te sentirás mejor, bébelo todo.

Acepta la medicina y pronto el recipiente queda vacio.

—¿Por qué estas mojado?—Pregunta al verme y no contesto, ella no insiste demostrándome lo mal que estas.

Me despojo de cada prenda y quito las sabanas, entonces los ojos se le abren cuando apoya su rostro en mi tórax.

—¿Qué...

—Calor corporal.—Contesto y la acerco más a mi.—El calor corporal te ayudara.

No protesta, no dice nada y al contrario, me rodea la cintura con ambos brazos pegándose más contra mi.

—Kit.—Susurra luego de un largo rato y siento como la fiebre ha bajado.

—¿Si, marquesita?

—Gracias...—Pronuncia y vuelve a cerrar los ojos.

Le doy mi calor corporal toda la noche con el fin de que se sienta mejor, pero lo cierto es que es asi exactamente como queria dormir y una de tantas las cosas que deseaba hacer después de lo ocurrido en el lago.

Con ella.

Con la marquesita.



Wooh, hoy si estuve bien inspirada y salieron cuatro caps.

Nos leemos.

>>Yiemir.

Cartas de una Reina (#7 Amores en la realeza)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora