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Kit:

—¿Una carnada?

Todos se me quedan viendo y mi mirada pasa a cada uno, los puños se me aprietan más de lo que ya estan y no entiendo como esperan que me quede aqui cuando ella ha puesto en riesgo su vida.

—¿Y crees que me quedare quieto esperando que ella..?

—Lo harás.—Me interrumpe Berni.—Debes seguir el plan, es lo que la marquesa quiere.

—No me importa lo que ella quiere, no voy a dejar..

Dave suspira.—¿Ya podemos golpearlo otra vez?

Frunzo el ceño.

Dave levanta ambas manos.—No es personal, pero si no colaboras.

—Déjalo, el no hara nada ¿Verdad?—Berni se vuelve hacia mi.—Dime algo, Kit, todo este tiempo has viajado al lado de la marquesa, has visto lo que hace.—Asiento.—¿Por qué dudas de lo que puede lograr?

—No dudo de ella, se de lo que es capaz, pero esto...

—Este plan lo hizo ella, nosotros pusimos nuestra fe y decidimos confiar en ella, y  si conoces a nuestra marquesa, si realmente lo hiciste en ese viaje hasta aqui... entonces no te entrometas.

—O tendremos que dormirte.—Continua Dave.

Ignoro sus palabras y digo:

—La mujer que me importa esta arriesgando su vida... ¿Cómo esperas que me quede tranquilo?

—Aqui nadie esta tranquilo.

Paso la mirada a todos los miembros de la tripulación y tiene razón.

—Ella no hubiera querido que te enteraras, pero ahora lo sabes.—Encoge los hombros.—Entonces... Kit ¿Podemos confiar en ti también?



(***)



—No es necesario que me sigan a cada lado de la cubierta.—Hablo a los 3 tipos detrás de mi mientras observo el palacio a lo lejos, ya ha anochecido.—Estoy parado hace 15 minutos aqui y dije que no huiré.

Berni se acerca por detrás y da la orden de que me dejen, se marchan, pero el se queda.

—No todos son tan confiados como yo.

—Ninguno en realidad.—Me giro viendo que hay más cerca. 

—No tienes porque culparlos, si te hubieras visto cuando confirme que la marquesa era la carnada.

No quiero ni acordarme.

—Pero tomaste una buena decisión.

Respiro profundo y siento un dolor angustiante en el pecho mientras observo el palacio, la mezcla de emociones dentro de mi me pide correr y llevármela conmigo, sacarla de ese peligro, pero se que si lo hago ella no aceptara.

—Si algo le ocurre, no perdonare el que me hayan detenido.

—Y nosotros tampoco, Kit, pero no pensemos en que el resultado será ese. Confiemos en ella. —me coloca una mano en el hombro.

—¡Berni!—Lo llaman y aparecen otro de los miembros de la tripulación con un guardia de Solaría.

El ambiente se vuelve tenso, pero queda en un segundo plano cuando le hace una señal a Berni.

—¿Qué es lo que ocurre?

El suspira.—Sera esta noche. El príncipe llevara a la marquesa a la isla esta noche.




Murphy:

Me bañan y arreglan, terminan de vestirme y pido que me dejen sola, las doncellas se retiran de mi habitación y acabo con el "peinado" que me hicieron, aunque solo cepillaron.

Levanto mi cabello y  me coloco el arma sobre el moño que hago, escondiendo la punta dentro, ajusto bien la correa de mi muslo y donde va la haladie a la que le saque filo esta tarde, lo escondo con el vestido justo a tiempo para escuchar los golpes en la puerta.

Me miro por última vez sobre el espejo y me acerco a abrir.

Su alteza esta esperando por mi y sonríe recorriéndome el cuerpo con los ojos.

—¿Ya se encuentra lista mi prometida?—El príncipe me extiende la mano y yo sonrio tomando la suya.

—Estoy lista, mi príncipe


Cartas de una Reina (#7 Amores en la realeza)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora