Siempre Juntos (Itanaru)

Capítulo 14

-Entra pequeño, Kushina te amará -Naruto asintió con miedo, pero su corazón latía con emoción al recordar a la señora Namikaze en aquel panteón y en el parque, durante su embarazo tanto él como Itachi la habían observado, anhelando ese amor que expresaba en su mirada para su bebé. Kushina sintió ambos chakras, se asomó por la cocina con velocidad y duda, su mirada de inmediato se ubicó en el pequeño, sus ojos se hicieron enormes, el chakra no mentía, sus gemas se hicieron aguadas, giró su mirada a Minato -¿es una broma? -el kage sabía que de inmediato se daría cuenta, negó con seriedad -Danzo lo tenía, le hizo creer a todos que era su nieto, usó un sello de imagen y escondió su chakra, Kushi -sonrió con sarcasmos y frustración -el hijo de puta nos engañó -Minato comenzó a llorar una vez más con dolor.

Kushina se acercó lentamente temblando, su corazón latía con fuerza -es nuestro hijo Kushina -la pelirroja negó con dolor, no dijo palabra alguna, simplemente se dejó caer frente al pequeño, comenzó a llorar con dolor -mi bebé mi bebeeeeé lo siento tanto, debí ser más fuerte, debí darme cuenta -Naruto la veía con dolor, levantó su mirada al kage pidiendo permiso, este sonrió quedito, el pequeño levantó su mano y con ella levantó el rostro de la pelirroja con cuidado -¿me abraza? -Kushina abrió sus gemas con sorpresa, lloró con más fuerza jalando al pequeño a su brazos. Naruto levantó sus manitas y se aferró a la pelirroja sintiendo su amor por primera vez. Minato no dudó en unirse al abrazo, el pequeño sonrió ligero sintiéndose amado, por fin tenía familia.

Kushina limpiaba sus ojos -¿cómo? -Minato sonrió quedito -en la oficina vi su sonrisa, es igual de hermosa que la tuya Kushi -Naruto se avergonzó demasiado -coincidía su edad y fecha de nacimiento, su mirada siempre la mantuvo baja, pero en ese momento pude verla con claridad, cuando quité el sello de imagen y chakra, no había más duda -Kushina observó al pequeño con amor -ahora entiendo por qué aquel día en el cementerio nos sentimos extraños ¿recuerdas Mina? -Minato asintió -lo recuerdo -Naruto sonrió quedito aferradose a ambos, sus gemas comenzaron a cerrar, ambos padres lo vieron con miedo, hasta que escucharon un leve suspiro, se había quedado dormido -fueron demasiadas emociones Kushi, dejémoslo dormir, necesitamos hablar -la pelirroja asintió, el kage levantó al pequeño y lo acostó en el cuarto de huéspedes, ahora era el suyo. El Hokage le contó todo lo que descubrió, Kushina no podía parar de llorar sintiéndose culpable, pero el único culpable era el maldito Danzo que ahora estaba muerto, lo único que les consuela es que Fugaku lo hizo sufrir hasta el último segundo de vida del bastardo.

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Naruto abrió sus ojos lentamente, se sentía cálido, un poco acalorado y apretado, giró su mirada con duda observando a una pelirroja y al kage abrazados a él sin querer soltarlo, sus gemas se hicieron aguadas al recordar todo lo que había sucedido, levantó un puchero lloroso, observó el fuerte pecho de su padre, se aferró a su playera queriendo sentir su protección y cariño, ¿eso se sentía ser amado? Itachi debería conocer también esa sensación, sonrió al recordar a su amigo, sus padres abrieron los ojos en cuanto se movió un poco, observaron que en esta ocasión esa mirada vacía no estaba, se aferraba a su padre. Kushina y el kage sonrieron ligero a su lado, no querían separarse del pequeño ahora que lo habían recuperado.