Siempre Juntos (Itanaru)

Capítulo 19

Años después

Itachi entró a la biblioteca, tenía tiempo sin entrar al lugar, habían pasado bastante tiempo desde que se alejó de todo lo que tuviera que ver con su amigo, seguían creciendo uno lejos del otro, lo extrañaba demasiado, se sentía tan solo sin su presencia -Itachi-sama -el azabache levantó su mirada al escuchar al bibliotecario -tengo esto para usted -el heredero tomó el libro envuelto con sorpresa disimulada, levantó su mirada hacia el chico frente a él con duda -lleva bastante tiempo aquí, creí que nunca regresaría, lo olvidó la última vez-

El Uchiha giró sus onix viendo a su guardia con el filo de su mirada, regresó su mirada al libro, asintió -te agradezco haberlo guardado, creí que lo había perdido -el sujeto sonrió amable, el menor continuó su caminó hacia el pasillo de técnicas de espionaje, le encantaba todo sobre técnicas de combate, su guardia se recargó en el pasillo leyendo el libro naranja de Jiraiya-sama, el heredero con calma se sentó, levantó el libro que le acababan de entregar, lo abrió con cuidado, sus onix se hicieron grandes y aguados, era el libro de Naruto y suyo con otra cubierta, su corazón latía con fuerza y emoción, lo abrió lentamente con las manos temblorosas, una lágrima cayó al ver que estaba firmado por el sannin "Para mi pequeño fan: chico, no te rindas, tienes sueños que cumplir, un verdadero shinobi es aquel que no se rinde, recuérdalo y nunca lo olvides. Tú súper ídolo, Jiraiya el galante" Itachi sonrió quedito con sus energías renovadas, ojeó el libro con cariño, al final de la firma ubicó una numeración, la letra era de su amigo, apretó el ceño tratando de entender, de inmediato comprendió, abrió las páginas indicadas con velocidad, buscó la palabra adecuada en cada página "seremos fuertes, para ser libres y vivir una vida juntos" Itachi mordió sus labios deseando cumplir esa promesa y estar a su lado, deseando ser feliz con él, bajó su mirada al recordar cómo lo llamó su padre "marica", eso no le importaba, si era o no lo era, sólo quería estar junto a Naruto, estaba seguro que el rubio también quería estar junto a él.

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Un pequeño ruido se escuchó en la ventana del Namikaze. Naruto apretó el ceño con duda, se levantó y abrió la ventana, sonrió, giró sus gemas buscando que nadie lo viera, tomó al cuervo y lo introdujo en su habitación -kuro, te he extrañado -acarició su negro plumaje con emoción, el ave levantó su mirada, sus ojos giraron en un sharingan, el rubio recibió el mensaje, dejó volar el ave libremente, parpadeó un momento, un clon apareció en su habitación, él sin dudarlo salió por su ventana y corrió a gran velocidad, su corazón latía con fuerza desesperado. Los minutos parecían horas, el camino se hacía largo, aceleró su velocidad con todo lo que tenía ocultando su presencia, al llegar se detuvo de golpe frente a su cabaña, sonrió al ver frente a sus flores a ese azabache que a diario le quitaba el sueño, se acercó lentamente. El Uchiha levantó su mirada con calma como siempre hacía, ambos se quedaron viendo unos segundos analizando al otro. Itachi ablandó su mirada con dolor -perdóname, todo esto es mi culpa -Naruto negó con los ojos aguados, su Itachi había crecido mucho a diferencia suya, se acercó lentamente, levantó sus manos sosteniendo el rostro del mayor con cariño, con sus pulgares acariciaba suavemente su piel, el Uchiha cerró sus ojos, se dejó hacer disfrutando su calor -te he extrañado como un loco -el Namikaze sonrió con tristeza -yo igual, no hay un día que no piense en ti-

Itachi abrió sus onix con angustia, su rostro se acercó al del pequeño sin detenerse en un impulso. Naruto abrió sus gemas enormes al sentir ese suave beso en sus labios, una corriente eléctrica recorrió a ambos haciéndolos sentir en las nubes, el rubio cerró sus ojos disfrutando ese suave contacto, abrió ligeramente su boca sintiendo la lengua del mayor colarse en su interior, ambos movían con inexperiencia sus labios, las manos del Uchiha bajaron hacia su cintura y lo abrazaron con necesidad, el beso comenzó a acelerar. El Namikaze levantó sus manos y apretó la playera azul del azabache con emoción, tenía miedo de lo que seguía, de lo que posiblemente le diría Itachi, sentía todo esto como un sueño.

El aire faltó en ambos, pequeños piquitos se daban sin querer alejarse. Itachi recargó su frente en la del pequeño, el corazón de ambos latía con fuerza -¿por qué? -susurró Naruto -¿por qué no podemos estar juntos y ser felices? -el Uchiha negó lentamente -porque si lo hacemos, muchas vidas estarán en juego -susurró Itachi, el Namikaze sabía que su padre lo había amenazado, eso era obvio, no dudó en besarlo de nuevo con desesperación, movían sus labios con velocidad, sus lenguas jugaban con ansiedad desesperadas, el aire nuevamente faltó -juntos por siempre, te estaré esperando -Itachi abrió sus ojos con dolor, lágrimas salieron de ellos, ambos se besaron una y otra vez sin querer separarse.

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