𝒯𝓇𝓊𝑒 𝓁𝑜𝓋𝑒

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Matty's pov:

Era martes por la mañana, yo había despertado temprano para tomar un baño, preparar té y esperar a que Maddy llegara. Poco antes de las diez mi teléfono timbró, era Lou.

— Matthew Timothy Healy, ¿qué rayos le hiciste a Maddy? — Su voz sonaba molesta, pero juro que no sabía de lo que estaba hablando.

— Primero se dan los buenos días, Lou. — Traté de sonar tranquilo y gracioso para ocultar mi nerviosismo por su abrupta llamada. — Segundo, no le he hecho absolutamente nada, ¿o acaso ella te dijo algo? 

— ¿No tienes idea? Recién hablé con ella y está...

— ¿Animada?

— Es otra persona, es como la vieja Maddy, no deja de hablar de la canción que armaron, de la banda, del estudio, del piano, ¡es hasta desconcertante! — Ahora hablaba con una alegría desbordante.

— Me alegra que sea así, de verdad tenía muchísimo potencial guardado. Yo no hice nada, toda la magia proviene de ella. — Surgió un breve silencio tras mi comentario, no había pensado en lo que dije.

— ¿Magia? — Sonó suspicaz.

¡Mierda!, pensé. — Sí, ya sabes, el talento, la voz y la energía que transmite cuando está cantando... 

A pesar de esa aclaración, Lou no parecía convencida. — Escucha, Matty, tómenlo con calma, ¿sí? Ella recién comienza a sentirse mejor y si no sabes muy bien qué están haciendo, lo mejor es que no avance.

Louisa me conocía bastante bien, no era usual que yo hablara así de alguien, sobre todo de una chica, pero ni siquiera era consciente de la forma en la que me expresaba de ella hasta que Lou me lo había hecho ver. 

— Creo que comienzo a tenerle cierto aprecio, ya sabes, llevamos un par de meses viéndonos a diario durante casi todo el día, es normal que nos hayamos vuelto algo cercanos.

— Sí, lo imagino. — Suspiró. — Por favor no vayas a romperle el corazón, ustedes son las dos personas que más quiero en el mundo, pero si debiera elegir un lado, la elijo a ella.

— Lo sé, yo haría lo mismo. Descuida, somos únicamente buenos amigos.

— De acuerdo, Matty. Ojalá que podamos salir los tres.

— Me encantaría, incluso podríamos salir todos cuando los chicos lleguen a la ciudad.

— Suena increíble, quedamos entonces.

— Espera, Lou... ¿Sólo llamaste para averiguar algo sobre Maddison?

— En efecto, como dije, son las dos personas más importantes en mi vida.

— Todo está bien, ¿de acuerdo? 

— Te quiero, Matty.

— También yo a ti, cuídate.

Cuando le dije a Lou que Maddison era mi amiga no estaba mintiendo, así como tampoco podía mentirme a mí mismo pretendiendo que los besos que le di no ocurrieron, porque sentí cada militro de sangre hirviendo en todo mi cuerpo al tocarla y a veces me daba cuenta de la gran cantidad de tiempo que pasaba viendo su escote. Sin embargo, no dejaba de ser un sentimiento complicado, porque la apreciaba genuinamente, la apreciaba más de lo que la deseaba y no tenía intenciones de cruzar la línea sólo para arruinarlo todo.

Maddison llegó una hora después, entró parloteando igual que siempre sobre el tránsito y los hombres que no dejan de tocar el cláxon. Sonreí al escucharla y cuando me alcanzó en mi ventanal junto al piano quedé impresionado por lo linda que se veía ese día con una falda negra, sus medias y una blusa lila de manga corta con botones. Además se había atado todo el cabello en un chongo bajo sostenido por una pinza brillante con forma de mariposa.

Halley's Comet // Matthew HealyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora