𝒴𝑜𝓊 𝓁𝑜𝑜𝓀 𝒻𝒶𝓂𝑜𝓊𝓈, 𝓁𝑒𝓉'𝓈 𝒷𝑒 𝒻𝓇𝒾𝑒𝓃𝒹𝓈

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Mi camino al trabajo durante la primera semana después de que explotara la bomba había sido de lo más tortuoso que había experimentado en la vida. Tenía a decenas de personas detrás de mí a cada paso que diera dentro o fuera del edificio de la asociación, empecé a recibir incontables solicitudes para seguirme en mi cuenta de instagram que siempre había permanecido privada y cada vez encontraba más y más comentarios respecto a mi nariz poco estética, mi falta de "gracia", lo conveniente que parecía relacionarme con Matthew Healy siendo nadie y las personas preguntándose por las modelos de Matty. Todo se sentía abrumador y como si no fuera suficiente, mi buzón seguía repleto de mensajes de Lou que ignoraba deliveradamente sin sentido alguno.

El viernes por la madrugada salí de casa para encontrarme con Matty en un auto viejo color blanco que no llamaría la atención. Iba a trabajar desde un aereopuerto y un avión todo ese día para evitar tener problemas con la directora, quien a pesar de ser bastante comprensiva, comenzaba a cansarse de mí y de todo lo que había a mi alrededor.

— Buenos días, preciosa. — Dijo Matty cuando entré al lugar del copiloto en el auto. Por primera vez desde que lo conozco no había bajado a abrirme la puerta para evitar ser visto.

— Hola, Matty. — Respondí secamente y abroché mi cinturón de seguridad.

— ¿Te encuentras bien? — Comenzó a acariciar mi rostro con el dorso de su mano.

— Tengo sueño, soy mala persona cuando estoy cansada. — Enfoqué mi vista en él.

— En cuanto resolvamos esto, todo será más tranquilo.

— Eso espero, porque es agotador, ¿cómo es que has podido sobrellevarlo por años?

— Estoy acostumbrado desde mis padres, supongo. Además siempre me ha gustado llamar la atención. — Él sonrió y yo puse los ojos en blanco. — Deja de estar furiosa y dame un beso, mejor.

 — Pero uno pequeño, porque debemos llegar al aereopuerto.

— Bien, que sea un beso pequeño entonces. — Sostuvo mi rostro con ambas manos y sonriendo todavía me dio un beso de unos cuantos segundos. Algo en sus labios le daba sentido a todo lo que pareciera no tenerlo.

Matty condujo hasta el aereopuerto, entramos por rutas bastante discretas y nos dejaron abordar antes que a todos para evitar encontrarnos con cualquier persona interesada en tomarnos fotos. Él durmió la mayor parte del vuelo, aunque por segmentos diferentes de tiempo, y para cuando llegamos a Londres eran ya casi las 5 p.m.

Los chicos no acostumbraban dar ruedas de prensa, así que su representante arregló una entrevista completamente dirigida al nuevo álbum y a mí, en la que sólo iban a participar George y Matty.

Saliendo del aereopuerto nos encontramos con George, quien saludó a Matty con un apretón de manos y un abrazo. Segundos después me dio un beso en la mejilla y un breve abrazo también.

Suspiró profundamente antes de hablar. — Así que... ¿Están juntos, cierto? Juntos de verdad.

Matty me miró sin expresión alguna. — Más tarde hablamos de eso, ahora debemos llegar a esa estúpida entrevista. — Tomó mi mano y caminó delante de George.

— Quiero detalles. — Respondió él y yo lo miré con una sonrisa de disculpa en mi rostro. 

Abordamos una camioneta negra, algo que tampoco era común para Matty. Estando en casa (su verdadera casa), él tomaba el tren, el bús o caminaba a cualquier sitio dependiendo de la distancia. 

Llegamos a una casa como cualquier otra en el centro de Londres y nos recibió Tom Astrid, un creador de contenido en redes sociales que tenía muchísimo alcance a nivel local y en Estados Unidos de América al ser también activista de la comunidad LGBTTTIQ+. Rápidamente nos hizo sentir cómodos, nos invitó pretzels rellenos y café, cosa que agradecí porque no tuvimos tiempo de comer y estaba hambrienta.

Halley's Comet // Matthew HealyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora