𝐼 𝓌𝒶𝓈 𝑔𝑜𝑜𝒹 𝒶𝓉 𝒻𝑒𝑒𝓁𝒾𝓃' 𝓃𝑜𝓉𝒾𝓃𝑔

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Estar enamorada de Matthew Healy se sentía como despertar pensando que es tarde y darte cuenta de que todavía tienes varias horas de sueño; era como pasar un viernes en casa comiendo helado con una mascarilla, como llegar a casa después de un largo día. Matty era mi hogar al que volvía después de un largo día.

Estaba pasando mucho tiempo en su casa (el único sitio en el podíamos estar tranquilos), viendo películas, charlando, durmiendo y teniendo sexo. Teníamos sexo en la ducha, sobre su escritorio, en las encimeras, en su cama, el piso y en cada uno de sus sofás, y después nos abrazábamos por horas usando absolutamente nada y me daba un beso cada vez que parpadeaba. A veces ni siquiera iba a casa, me quedaba ahí todo el fin de semana y corría los domingos por la noche para ir a trabajar al siguiente día.

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Desperté con el brazo de Matty sobre mi abdomen, pero él seguía profundamente dormido y no quería moverlo. Sin embargo, luego de unos minutos mi estómago comenzó a hacer ruidos y tuve que levantarme para desayunar algo de la manera más sigilosa que me fue posible. Me puse ropa interior y la camisa de Matty que estaba sobre el piso, y me dirigí hacia la cocina en la que ya habían cosas comestibles desde que pasaba tiempo aquí. 

Hice hot cakes de avena que Matty me había enseñado a preparar y taradee about you como si se tratara de mi canción más personal.

— Me encanta escucharte cantar, te escucharía cantar toda la vida. — Dijo Matty a espaldas de mí haciéndome sobresaltar. Usaba sólamente calzoncillos igual que yo.

— ¿Cuánto tiempo llevas ahí? — Le pregunté apenada.

— Desde que comenzaste el primer verso. — Se aproximó hasta mí y rodeó mi cintura posando sus manos sobre mis glúteos.

— Deja de espiarme. — Sonreí y besé sus labios. — Hola, mi amor.

— Buenos días. — Me devolvió el beso.

— ¿Dormiste bien? — Seguí volteando los hot cakes sobre la sartén.

— Sí, basatante. — Me abrazó desde atrás. — Me habías dejado agotado.

Reí. — ¿YOO? ¿Quién estuvo insistiendo en que sí aguantaba una ronda más.

— Cierto. — Soltó su propio abrazo y camnió lentamente hasta la barra.

— ¿Quieres desayunar? 

— Sí, gracias. 

Serví un par de hot cakes en un plato desechable y volví a besarlo antes de servir los míos. 

— ¿Qué vamos a hacer hoy? — Preguntó con la boca llena. — ¿Tienes trabajo?

— No, terminé todos mis pendientes en la oficina antes de venir hacia acá, ¿por qué? ¿qué quieres hacer tú?

— Pensaba que podríamos ir a Central Park.

Tragué tan rápido que fue algo doloroso. — ¿Central Park? ¿No es algo muy público? 

— Sí, pero... — Se encogió de hombros e hizo una mueca con la boca. — ¿Eso te importa a ti?

— ¡¿A ti no?! — Pregunté alarmada. 

Halley's Comet // Matthew HealyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora