𝓑𝓻𝓮𝓪𝓽𝓱𝓲𝓷𝓰

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Se nos fue media noche discutiendo sobre lo mala idea que me parecía vivir juntos. Al parecer Matty había estado pensando en un plan todo este tiempo, pero las circunstancias hicieron que se adelantara a contármelo.

— No necesito que me salves. — Le dije a la defensiva con los brazos cruzados y sentada a varios  centímetros de distancia de él.

— Y no te estoy salvando de nada, puedes hacer algo de dinero con una carrera corta en la música y cuando volvamos de la gira tendrás suficiente para hacer una fundación, o dos, o comprar "More than soldiers" si se te da la gana. — Rió con esto último y yo me puse aún más furiosa.

— Tonterías, ni que fuera a volverme millonaria en una gira. — Giré mi rostro en sentido contrario a donde Matty estaba sentado.

— Nos subestimas. — Dudó un poco y después se aproximó hasta mi lugar sobre la cama. — Bueno, tal vez no te vuelvas millonaria, pero sería un buen inicio, además recuerda que monetizas en otras plataformas y que tienes tu seguro, y creo recordar algo sobre una herencia sin cobrar que te dejó tu padre...

— No te atrevas a mencionar la herencia de mi padre. — Noté que estaba siendo exasperante, así que inhalé profundamente antes de volver a hablar. — Siento que estoy sonando como una perra, es sólo que no quiero depender de ti, cada uno debería tener "lo suyo", ¿ya sabes? Y si me voy contigo, sentiré que estoy siendo reactiva hacia el exterior como una hoja en el viento, y desde que fui a terapia no soy el tipo de chica que sigue a su novio por todo el mundo, sin aspiraciones o vida propia.

Vi a Matty poner los ojos en blanco antes de que tomara mi rostro y me callara con un beso. — ¿Quieres cerrar la boca un minuto? No estás escuchando bien lo que digo.

— ¡No me digas que cierre la boca! Eso no ayuda. — Le respondí irritada.

— Lo siento, sé que estás molesta y que has tenido un día difícil. — Habló con una voz calmada y acarició suavemente la comisura de mis labios con su pulgar. — No te estoy diciendo que me sigas ciegamente como una mascota, porque te respeto demasiado para hacer una propuesta así. Lo que trato que decir es que sería un honor compartir el escenario contigo, y que no tienes idea de lo feliz que me haría despertar cada mañana con mis brazos alrededor de ti, y tener una casa con espacio para un huerto, y llenarla con decenas de perros y gatos, que más vale que se lleven bien; y me ensañarás a preparar tu pasta especial, haremos un desastre en la cocina todos los días y desperdiciaré el jabón en un par de cubiertos, y seguramente vas a molestarte conmigo, pero sonreirás cuando veas que te compré tus chocolates favoritos y los metí en tu bolso que llevarás cuando vayas a comprar más jabón a la tienda de autoservicio en el centro de Londres. Y en las noches cuando se te congelen los pies, te dejaré enredarlos en mis pantorrillas, te recordaré que uses suéter de vez en cuando, y tú me ayudarás a dejar de fumar, porque todo lo que tocas lo arreglas, tienes ese tipo de magia. 

Mi enojo cedió tras escucharlo decir eso y sonreí por primera vez en todo el día. — Debiste comenzar con ese discurso desde hace una hora. 

— ¿Significa que aceptas?

— Significa que no estoy molesta contigo, y que lo voy a pensar. 

— ¿Necesitas pensarlo?

— ¿Qué pasará cuando te hartes de mí, o yo me harte de ti?, ¿Cómo sé que no despertarás un día sintiéndote completamente arrepentido?

— Oye, el asustadizo por la intimidad emocional soy yo.

— Matty, hablo en serio. No llevamos tanto tiempo siendo pareja formalmente, no hemos enfrentado conflictos, no conocemos a nuestras familias, perdí a mi mejor amiga y hoy fui despedida de mi empleo en el que llevaba cinco años, y tú estás aquí abrumándome con una decisión que no puedo tomar.

Halley's Comet // Matthew HealyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora