11 de junio
Amaba a Matthew Healy, lo sabía porque le escribía un mensaje en el segundo en el que me daban buenas noticias; también solía llamarlo en FaceTime minutos antes de mis entrevistas, ensayos o citas para shootings fotográficos. Amaba a Matthew Healy, lo sabía muy bien; pero lo que yo no sabía, era si él todavía me amaba a mí, porque hasta ahora no había movido ni un dedo para intentar estar presente.
La larga distancia no se nos estaba dando muy bien, pero con él a medio tour y yo trabajando en convertir mi EP en álbum por demanda del público y la disquera, era complicado encontrar momentos para estar juntos como cuando recorríamos América y parecía que sólo existíamos los dos. Ahora, lograba darme cuenta de que fingía estar más cansado de lo que estaba realmente; sentía la automaticidad de sus respuestas; sentía cómo cada vez le eran más indiferentes mis novedades y aunque hubiera mucho por contar, nuestras conversaciones seguían siendo breves.
Una noche me senté en el estudio durante media hora pensando en todo eso y compuse una canción con matices de pop rock a la que llamé Timezone, y un par de días después firmé un contrato con una transnacional que comenzó a agendar mis primeras presentaciones en vivo para principios de diciembre.
— La gente te ama, estoy muy segura de que eres más Maddy Sinn que la novia de Matthew Healy ahora. — Dijo Violet mientras colocaba el polvo compacto en mi rostro con todo el cuidado del mundo. — A propósito, ¿sigues siendo su novia, cierto? Porque la gente especula que todos sus escándalos tienen que ver con su ruptura contigo.
Suspiré profundamente. — Sí, sigo siendo su novia, sólo es difícil estar juntos por el momento, porque estamos muy ocupados. — Permanecí pensando si mi respuesta era cierta y el equipo notó lo distraída que estuve durante el shooting, así que Scooter decidió darme un par de días de descanso.
Tomé entonces otro precipitado vuelo rumbo a Manchester para alcanzar a mi novio antes de que se fuera con la banda a Cork. Apenas si tuve tiempo de llegar a la casa de Matty a botar las maletas y salí disparada a Heaton Park para ver el show.
Ross fue el primero en advertir mi presencia y me guio hasta los camerinos.
— ¡No puedo creer que estés aquí! Creí que Nueva York te había comido. — Dijo abrazándome efusivamente hasta que mis pies se despegaron del suelo.
— ¡Hola, me alegro mucho de verte!
— Pasa, estamos calentando, salimos en una hora. — Me invitó a pasar con un movimiento de su mano.
Entré tímidamente a la sala en la que estaban los chicos y todos corrieron a abrazarme en cuanto me vieron. Sentí muchas ganas de llorar en ese momento, porque todo había cambiado mucho últimamente y extrañaba cómo eran las cosas antes. Matty me miró de reojo y apenas sonrió.
— Hola. — Saludó de forma inexpresiva.
— ¿Hola? — Le cuestioné. — ¿Esa es la forma de saludar al amor de tu vida?
Su sonrisa se tornó más grande y sincera de un momento a otro y entonces se levantó del sofá para abrazarme mientras los chicos se miraban unos a otros.
— Hola, preciosa. — Tomó mi cintura y hundió su rostro en mi cuello. — Lo siento, es que dijiste que tenías grabación mañana, así que me desconcierta mucho verte aquí. — Me miró nuevamente, sin acabar de creer que estuviera ahí frente a él.
— Hay que darles un momento en privado a nuestros padres. — Habló Ross.
— Por favor, no dejen manchas en el sofá, es caro. — Añadió George. Adam se fue tras ellos sólo riendo y la sala quedó en completo silencio.
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Halley's Comet // Matthew Healy
FanfictionEra buena no sintiendo nada, pero ahora estoy deseperada. Que fastidio amarte como lo hago. He sido amada antes, pero en este preciso momento me siento cada vez más como si hubiera sido hecha para ti.