𝐒𝐞𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐩𝐢𝐭𝐲 (Fred Weasley)

【𝟐𝟔】

Alice:

- Disculpe, profesora, pero mi tardanza tiene su justificación -La miré con determinación.-

- No es necesario, como prefecta y delegada debes dar el ejemplo, señorita Lougthy -Su tono de voz era molesto, cargado de ironía.-

- Y lo estoy dando, si tan solo dejara que le explique -Mi voz se elevó ligeramente, pero me contuve.-

- Es suficiente, debes saber cuando guardar silencio ante tus mayores -La profesora Umbridge me interrumpió, su mirada era glacial.-

Mi paciencia se estaba agotando, pero me obligué a mantener la calma.

- Sí, profesora -Respondí a regañadientes, con mi voz apenas audible.-

- Puedes tomar asiento -De mala gana, me senté junto a Fred.- Bien, luego de la interrupción por culpa de su compañera, retomemos la clase -Umbridge nos lanzó una mirada reprobadora.-

Fred me tomó la mano por debajo de la mesa, como gesto de apoyo y consuelo.

- Cariño, tranquila... -Susurró.- No vale la pena enfurecerse por alguien así.

Acarició mi cabello, y sentí una oleada de calma.

- Señorita Lougthy y joven Weasley -Umbridge nos interrumpió nuevamente.- ¿Es tan importante su charla? Como para no prestar atención a clases -Su voz se elevó, y todos los ojos se volvieron hacia nosotros.-

Fred sonrió, sin soltar mi mano.

- La verdad que sí, profesora -Respondió, con una insolencia que me hizo reír leve.-

Umbridge se enfureció aún más.

- Realmente es intolerable su comportamiento, sobre todo de usted, señorita Lougthy -Su voz se convirtió en un grito.- Es una gran falta de respeto, para sus compañeros, para mí y para el Ministerio, que jóvenes como ustedes no sepan comportarse de manera acorde -Su discurso se convirtió en una sátira.-

No pude evitar poner los ojos en blanco, y la situación empeoró.

- ¡Es suficiente! Señorita Lougthy, salga del salón de clases, al finalizar la clase hablaré con usted -Su voz fue un ultimátum.-

Suspiré pesadamente, y me levanté de mi asiento.
Tomé mis libros y los guardé rápidamente en mi bolso, que Fred había traído consideradamente.

Una vez que reuní todas mis pertenencias, salí del salón de clases, cerrando la puerta tras de mí.
Me abstuve de azotar la puerta, aunque mi ira y frustración clamaban por expresarse.

Me quedé en el pasillo, esperando el final de la clase, rodeada de un silencio opresivo.

[...]

Luego de una espera interminable, el salón comenzó a desalojarse, y yo me preparé para enfrentar a Umbridge.

- Trata de mantener la cordura -Me susurró Beth, mientras me tomaba del brazo.-

- Tranquila, no pienso atacar a un profesor -Respondí, con una sonrisa forzada.-

Al entrar al salón, vi a la profesora sentada frente a su escritorio, con su mirada expectante.

- Profesora, estoy aquí -Anuncié, con una reverencia.-

- Bien, señorita Lougthy -Hizo que las puertas se cerraran, sumiendo el espacio en un silencio opresivo.- Para más privacidad -Sonrió, con una dulzura falsa.-

Me hizo seguirla a su despacho, un espacio inundado de rosa, como si la propia habitación fuera una manifestación de su personalidad. Las paredes estaban adornadas con fotografías de gatos, una colección que parecía infinita.