𝐒𝐞𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐩𝐢𝐭𝐲 (Fred Weasley)

【𝟒𝟏】

Alice:

Después de la revolución de los gemelos Weasley, vinieron las consecuencias. El colegio necesitaba ser restaurado y ordenado. Afortunadamente, mi posición como secretaria de Umbridge me eximió de esas tareas.

Sin embargo, la alegría fue efímera. Los gemelos decidieron abandonar Hogwarts, a pesar de mis intentos y los de Beth de convencerlos de reconsiderar. La razón era comprensible: la tiranía de Umbridge había llegado a un límite.

El último partido de quidditch entre Gryffindor y Slytherin había sido el detonante. La expulsión de los gemelos del equipo, injustamente acusados de provocar una pelea, había sido la gota que colmó el vaso. Para ellos, el quidditch era una pasión, y esa decisión los había enfurecido.

Desde su marcha, no había tenido noticias de Fred. Aunque le había enviado cartas, no había recibido respuesta. Intenté ser comprensible, sabiendo que Molly, su madre, estaría furiosa por su decisión.

Un nuevo día en Hogwarts comenzaba, y me dirigí al comedor para desayunar. Busqué con la mirada a los gemelos, pero solo vi a Beth, desayunando sola en la mesa de Hufflepuf. Sentí una opresión en el pecho, un vacío que no podía llenar.

Me senté frente a Beth en el comedor, notando su expresión melancólica.

- Buenos días, señorita Elizabeth -Dije con una sonrisa.- Desde lejos parecías tan solitaria, no es propio de ti.

Ella me devolvió la sonrisa, aunque con un toque de ironía.

- Alice, son las 7:00 de la mañana. Estoy cayendo del sueño, no esperes que esté radiante.

Reímos juntas, y luego comenté:

- Se siente un poco vacío sin ellos, ¿verdad? -Me refería a los gemelos.-

Beth me miró con curiosidad.

- ¿Quién es la melancólica ahora? Esta mucho más tranquilo y silencioso sin ellos, pero recuerda que siempre fuimos nosotras dos.

Asentí, recordando nuestros momentos juntas.

- Lo sé, lo sé. Solo que el cambio repentino me hizo pensar eso -La miré, y agregué.- Me acostumbré a tener dos cachorros crup revoloteando alrededor nuestro.

Reímos por mi comparación, y Beth recordó la ocasión en que adoptó un cachorro crup.

- No esperaba que atacara a mi padre -Dijo riendo.-

- ¡Por Merlín, Beth! -Estallé en risas.- ¿Cómo no sabías que los crup detestan a los muggles?

Beth se unió a mi risa, con una expresión de inocencia.

- ¡No lo sabía! Lo supe luego de ello -Confesó, aún sonriendo.-

La conversación se desvió hacia los caninos, y de repente, una imagen vino a mi mente. Me sentí tensa, sabiendo que era el momento de compartir un secreto con ella.

- Beth, hay algo importante que debo hablar contigo -Dije seriamente.-

- No trates de convencerme de unirme a la brigada -Respondió con una sonrisa burlesca.-

Pero al ver mi expresión, cambió su postura.

- Hablabas en serio, ¿verdad?

Asentí.

- No es el momento ni lugar adecuado. Luego de pociones, iremos a la torre de astronomía.

Asintió, y nos dirigimos a las mazmorras para nuestra clase de pociones. La clase transcurrió con normalidad, y cuando finalizó, nos encaminamos a la torre, listas para compartir un secreto que podría cambiar todo.