【𝟓】

405 41 23
                                    

Las vacaciones habían llegado a su fin, y los pasillos de Hogwarts volvían a bulliciar con la energía de los jóvenes estudiantes. Algunos rostros resplandecían de alegría por regresar, mientras que otros reflejaban ansiedad y preocupación, ya que los exámenes se cernían en el horizonte.

Desde aquella noche de Navidad tan peculiar, Alice y Fred habían tejido un lazo invisible que los unía con mayor intimidad. Su relación, antes marcada por la incomodidad y el compañerismo, había evolucionado sutilmente, y muchos no pudieron evitar notar la frecuencia con la que ahora se encontraban juntos. Los pasillos, las salas de clase, incluso los rincones más recónditos del castillo, parecían conspirar para reunirlos.

La conexión entre ellos era casi palpable, y quienes los conocían no podían evitar sonreír al ver cómo su relación florecía. La forma en que Fred siempre parecía encontrar excusas para sentarse junto a Alice en las clases, o cómo ella buscaba su compañía en los momentos de descanso, era algo que no pasaba desapercibido.

Sin embargo, también había quienes observaban con curiosidad y escepticismo este nuevo desarrollo. ¿Sería esta relación algo más que una simple amistad? ¿O simplemente era el resultado de la cercanía y la confianza que habían forjado en sus aventuras compartidas? Solo el tiempo lo diría.

Alice:

Me dirigí hacia el campo de quidditch junto a Beth, con la emoción del partido entre Gryffindor y Hufflepuf palpable en el aire. Aunque era extraño que una alumna de otra casa asistiera a un partido de los contrincantes, no pude declinar la invitación personal de Cedric.

Al acercarnos a las gradas de Hufflepuf, Beth me prestó una bufanda amarilla para que no sobresaliera entre la multitud. Sin embargo, mi presencia no pasó desapercibida. Recibí miradas de curiosidad y desprecio de algunos espectadores.

— No les des tu atención —Me aconsejó Beth, sonriendo.— Están celosas.

— ¿Celosas de mí? —Reí.— ¿Por qué? Dudo que sea por mi rendimiento académico.

Beth me lanzó una mirada perspicaz.

— Sabes, Alice, a veces pienso que el sombrero seleccionador se equivocó contigo. Eres inteligente, pero... —Hizo una pausa.— No te percatas de cosas tan simples como los sentimientos o tu imagen.

Me sentí intrigada y un poco avergonzada.

— ¿A qué te refieres?

— Eres bella, Alice —Dijo Beth con sinceridad.— Y tienes detrás de ti a dos chicos populares y guapos.

— Exageras, Beth —Protesté, sintiendo el rubor en mis mejillas.—

Justo entonces, los jugadores de Hufflepuf salieron al campo, y Cedric me sonrió al pasar.

El partido comenzó, y Beth y yo nos sumergimos en la emoción del juego. Harry, el joven buscador de Gryffindor, impresionaba con su habilidad. Las bludgers volaban peligrosamente cerca de nosotros, pero yo estaba atenta.

En un momento crítico, uno de los gemelos Weasley golpeó una bludger que se dirigía hacia Cedric. Él la esquivó con facilidad, pero la pelota se desvió hacia nosotros. Todos gritaron, y yo reaccioné instintivamente.

Immobulus —Musité, sacando mi varita y apuntando hacia la bludger que se precipitaba hacia nosotros.—

La pelota se detuvo en el aire, suspendida por el hechizo, y luego cayó al suelo con un golpe sordo, sometida a la fuerza de la gravedad.

Guardé mi varita y me volví hacia Beth, que había sucumbido al susto y yacía desmayada en el suelo. No la culpo; de no ser por mi rápida reacción, podría haber sido peor. Me hubiera pasado lo mismo de no haber estado preparada.

𝐒𝐞𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐩𝐢𝐭𝐲 (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora