【𝟒𝟖】

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Alice:

¡El tiempo vuela! Ya han pasado un par de semanas desde que inicié mi entrenamiento como auror, y debo admitir que ha sido un infierno. El profesor Moody no se equivocaba al decir que sería un desafío. No solo es físicamente exigente, sino que también pone a prueba nuestra resistencia mental y emocional.

A pesar de todo, hay un lado positivo: puedo regresar a casa después de cada jornada. Sin embargo, el viaje de regreso puede ser un poco tedioso, especialmente cuando estás cansado y solo quieres tumbarte en la cama.

Hemos llegado a mediados de septiembre, y el otoño está empezando a hacer acto de presencia. Las clases en Hogwarts han comenzado, y los aurores han empezado a patrullar los terrenos del castillo. Mi padre ha sido asignado jefe de la división, así que ha estado pasando mucho tiempo allí. Ginny me envió una carta para ponerme al tanto de la situación.

En cuanto a mi vida en casa, ha sido bastante tranquila. Mi madre y yo apenas nos vemos, ya que ella está siempre saliendo a sus "actividades sociales" y yo estoy ocupada con mi entrenamiento. Es una situación que me conviene, la verdad.

Pero, por fin, ha llegado el fin de semana. ¡Tiempo de descanso! Me encantaría pasar el día entero en la cama, pero tengo un compromiso que no puedo evitar. Los gemelos están inaugurando su tienda hoy, y me han pedido que esté allí. No puedo decepcionarlos, ¿verdad?

Me he estado preparando para la ocasión, y solo me falta darle los toques finales a mi maquillaje.
Estaba tan absorta en ello, que no me di cuenta de que ya era hora de salir. Fue entonces cuando escuché la voz de Vonley, mi leal sirviente, llamándome suavemente.

- Señorita Alice... señorita Alice -Repitió, hasta que finalmente me detuve en lo que estaba haciendo y le di permiso para entrar.-

-¿Sucede algo? -Le pregunté, mientras ella se acercaba con una expresión de timidez en su rostro.-

- Señorita, le notifico que el evento al que va a asistir está a punto de comenzar -Me informó, con una voz que temblaba ligeramente.-

Me detuve en seco y miré el reloj. ¡Carajo! Ya era tarde. Dejé el labial en cualquier parte de la habitación, tomé mi tapado y salí apresurada de mi cuarto.

- ¡Gracias, Vonley! Regreso más tarde -Le dije, mientras corría por el corredor del segundo piso.-

Al salir de la mansión, utilicé la aparición para llegar al callejón Diagon. Al llegar frente a la tienda, supe que había llegado tarde. Ya habían cortado el listón y el recinto estaba abarrotado de clientes.

Me tomé un momento para analizar la fachada exterior de la tienda. Era realmente interesante y llamativa. Una versión gigante de los gemelos se erguía sobre la entrada, y al levantar su galera, dejaba a la vista un pequeño conejo. Era una obra maestra de la magia y la creatividad.

Una vez dentro de la tienda, tuve que ser cuidadosa mientras me desplazaba en busca de mis amigos. La cantidad de personas era abrumadora, y no quería perderme en la multitud.

De repente, una voz resonó en toda la tienda.

- ¿Por qué le inquieta el Innombrable? -Preguntó, seguido de una respuesta en conjunto.- ¡Debería preocuparle Lord Kakadura, la epidemia de estreñimiento que arrasa en el país!

Me reí al escuchar el anuncio del producto, y gracias a eso, pude ubicar a los gemelos. Estaban en el inicio de las escaleras, sonriendo y saludando a los clientes. Me abrí paso entre la multitud y me dirigí hacia ellos.

Me acerqué fingiendo ser una clienta interesada en la poción de amor. George y Fred se turnaron para mostrarme el producto, con un tono de comerciantes experimentados.

𝐒𝐞𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐩𝐢𝐭𝐲 (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora