【𝟑𝟖】

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Alice:

Al final del pasillo, Molly nos esperaba con una expresión severa, sus manos firmemente plantadas en las caderas. Sin embargo, al verme, su rostro se transformó en una sonrisa cálida y acogedora.

- Alice, cariño -Dijo, acercándose a nosotros.- Pasa, adelante.

Toda su atención se centró en mí, dejando a los demás atrás. Me guió hasta un comedor largo y algo abandonado, donde la luz del día se filtraba a través de las ventanas polvorientas.

- Toma asiento, ¿Ya has almorzado? -Preguntó, preocupada.-

Negué con la cabeza ante su interrogante.

- De seguro estás hambrienta. En unos minutos, el almuerzo estará listo -Sonrió.-

- Gracias, Molly -Respondí, sonriendo.-

George susurró detrás de mí:

- Estoy casi seguro de que te quiere a ti más que a todos nosotros -Comentó riendo.- Pero al menos desapareció su enojo -Agregó en voz baja, para que su madre no lo escuchara.-

Molly se dio la vuelta y los apuntó con una cuchara de madera.

- No crean que he acabado con ustedes.

George levantó ambas manos en un gesto de inocencia.

-Soy inocente.

En ese momento, Beth apareció y Molly se sonrojó.

- ¡Oh! Elizabeth, no te había visto. Toma asiento, en unos minutos vamos a almorzar.

- Gracias, Molly -Respondió, sentándose a mi derecha.-

Ginny tomó asiento a mi lado y preguntó:

- Mamá, ¿cómo supiste lo de Alice?

Molly se acercó a la mesa.

- Ron regresó furioso y vociferando que Fred quiso agredirlo en el callejón Diagon.

Luego se volvió hacia Fred.

- Luego hablaremos seriamente, Fred.

Fred se defendió.

- El idiota se lo merecía.

- ¡Fred Weasley! ¿qué es ese lenguaje?

En ese momento, la voz de Ron resonó en la sala.

- Regresaron, gracias por abandonarnos.

Su mirada se posó en mí, llena de desdén.

- Ya veo por qué.

Me sonreí radiante, disfrutando de su molestia.

- Me alegro de verte, Ron.

Harry y Hermione ingresaron en la sala.

- Alice, qué gusto verte. ¿cómo estás? -Preguntó Harry.-

- Hola Harry, muy bien, gracias por preguntar -Sonreí.-

- Hace mucho tiempo que no veía este comedor tan concurrido -Dijo una voz grave y desconocida.-

Miramos en dirección a aquella voz y un hombre se encontraba cargado sobre el marco de una puerta, observándonos con una sonrisa enigmática. Al principio no supe de quién se trataba, pero al escuchar a los demás, supe de su identidad.

Me quedé sin aliento cuando Harry pronunció su nombre: "Sirius". El hombre que se acercaba a nosotros era el famoso y temido Sirius Black. No podía creer que estuviera frente a mí, después de todos los años que había pasado en Azkaban.

𝐒𝐞𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐩𝐢𝐭𝐲 (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora