【𝟑𝟑】

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Alice:

El andén estaba abarrotado de estudiantes ansiosos por comenzar sus vacaciones navideñas. Beth y yo esperábamos pacientemente la llegada de los gemelos Weasley, quienes se estaban tardando.

— A este ritmo, perderán el tren —Comenté con preocupes.—

Beth se rió.

— Seguro que se les ocurrió alguna broma y se retrasaron.

Justo entonces, vi una mancha pelirroja en la distancia, avanzando hacia nosotros con rapidez. Los gemelos llegaron jadeantes, cargados con sus maletas y su iconico maletín.

— ¿Por qué la demora? —Preguntó Beth con curiosidad.—

Fred sonrió pícaramente.

— No podíamos irnos sin dejarle un pequeño presente a Filch.

Sacudí la cabeza, suspirando.

— ¿Qué habéis hecho esta vez?

Fred me extendió un pequeño paquete.

— Este presente es para ti.

Lo miré con duda, pero mi curiosidad era más fuerte. Al mismo tiempo, George se llevó a Beth aparte y le entregó un regalo.

Lo miré con recelo, con mis ojos entrecerrados como una advertencia.

— Por tu bien, espero que no sea una broma.

Fred se rió, con su sonrisa inocente.

— ¿Cómo crees eso de mí? Noo, no es una broma, te lo prometo.

Su expresión se volvió un poco ofendida.

— Bromeo, es un regalo de navidad. Como no podremos celebrar juntos porque te niegas...

Me sentí un poco culpable.

— Ya te dije que no puedo faltar a la cena de navidad, sino mi madre me matará.

Fred asintió, dándome unas palmaditas en la cabeza como si fuera una mascota.

— Lo sé, lo sé. Por ello, te estoy dando este obsequio. Para que me recuerdes a la mañana siguiente, cuando lo estés por abrir.

Mi corazón se derritió ante su gesto.

— ¡Aww, que tierno!

Me sentí un poco mal por no haberle preparado nada, pero me consolé pensando que al menos no era la única.

Miré hacia Beth y George, esperando encontrarla sin regalo, pero me equivoqué. Mi amiga sonreía mientras le entregaba un paquete a su Weasley favorito.

Me reí interiormente. Parecía que yo era la única que se había quedado atrás en el intercambio de regalos.

— Te prometo que te enviaré un regalo antes de navidad —Dije, sonriendo.—

Fred me acarició el cabello.

— Tranquila, no es obligación que lo hagas. El mejor regalo que puedo recibir de ti es tu cariño y bienestar... O que aceptes hacer una broma conmigo.

— Que buena forma de acabar con el ambiente romántico.

Fred sonrió orgulloso y me abrazó.

—Te extrañaré bastante, mi pequeña águila.

— Yo también, leoncito problemático —Me burlé.—

El altavoz anunció la partida del tren, y nos despedimos. Como cada año, los cuatro compartimos la cabina, charlando y riendo durante el viaje.

𝐒𝐞𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐩𝐢𝐭𝐲 (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora