【𝟒𝟎】

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Alice:

Las vacaciones de navidad terminaron, y regresamos a Hogwarts. El día pasó rápido entre clases y ordenar mi habitación.

Al llegar al comedor, George me entregó el periódico.

— ¿Has leído las noticias? —Preguntó.—

— Aún no. ¿Hay algo importante? —Indagué.—

— Verifícalo tú misma.

Tomé el periódico y vi la foto de Bellatrix Lestrange en primera plana. Miré inconscientemente hacia Neville Longbottom, recordando el pasado de sus padres con Bellatrix.

Leí la noticia y el comentario del ministro de magia. Era increíble su escepticismo y terquedad al culpar a Sirius Black de la fuga de Bellatrix.

— Esto es alarmante y lo que dijo el ministro es absurdo —Dije, dejando el periódico.—

— Que no te vaya a oír su fiel seguidora —Bromeó Beth.—

— Sería capaz de atacarme si me escucha —Reí.—

[...]

Después, retomé mi rutina: clases y actividades. Al final del día, me dirigí al despacho de Umbridge, ya que me había hecho llamar.

— Estoy aquí, Profesora —Dije al ingresar y cerrar la puerta.—

Me sorprendió ver a Cho sentada en una silla, custodiada por Crabbe y Goyle.

— Que bueno que llegaras, Señorita Lougthy —Dijo Umbridge.— Pensé que te encantaría participar en esta interrogación.

— ¿Qué debo hacer? —Pregunté, tratando de no mostrar preocupación.—

— Solo disfruta, querida, tus compañeros se encargarán de ello —Sonrió.—

Le dieron a Cho una dosis de veritaserum y comenzó el interrogatorio. Umbridge le preguntó sobre las reuniones de Potter.

Después, nos dirigimos al séptimo piso. Umbridge me designó vigilar a Cho.

Rogaba que la reunión hubiera finalizado, pero mis plegarias no fueron escuchadas. Umbridge destrozó la pared con bombarda máxima y descubrió a todos.

— Solo retengan a Potter y Chang —Ordenó a un miembro de Slytherin.—

Umbridge nos indicó seguirlos con los rehenes hasta la oficina del director. Allí estaban el ministro de Magia, el auror Kingsley y Percy Weasley.

— Me alegra ver a estudiantes comprometidos con ayudar al ministerio —Dijo Fudge.— Joven Lougthy, me alegra verte cumpliendo un rol similar al de tu padre —Agregó.—

— Me halaga, ministro —Sonreí forzadamente.—

— No los retengo más, pueden continuar con sus actividades —Dijo con una sonrisa.— Weasley.

Percy se acercó y arrebató a Potter y Chang de nuestras manos. Al pasar por mi lado, chocó su hombro con el mío sin disculparse.

Ingresaron en la oficina y quedé libre de mis obligaciones con la brigada. Quise regresar y buscar a los miembros de las clases de Potter.

El primer lugar que pensé buscar fue el comedor. Al llegar, vi al alumnado que precisaba. Pero no pude dar unos pasos, ya que Ron me acorraló.

— ¡Tú eres la culpable! Sabía que no debíamos confiar en ti —Dijo Ron, tomándome del cuello del uniforme.—

— ¡Suéltame! Imbécil —Repliqué, propinándole un golpe en el estómago.—

Cuando se apartó, jadeando, lo tomé de los hombros y le di un golpe sólido con la rodilla en sus genitales. Ron cayó de rodillas, retorciéndose de dolor y soltando quejidos.

— Superar mi límite de paciencia tiene consecuencias —Lo miré desde arriba.— Te lo merecías.

Sus ojos llorosos y llenos de odio no se apartaban de mí. Me alejé de Ron y observé a los demás presentes, quienes habían adoptado la misma postura crítica. Sin embargo, al ver lo sucedido, guardaron silencio.

Ignorando la situación, me acerqué a mis amigos.

— Estuviste genial —Dijo Fred, sonriendo.— Esa es mi novia —Me abrazó con cariño.—

— Wow, ¿Quién diría que estarías feliz de haber golpeado a tu hermano? —Comenté entre risas, correspondiendo su abrazo.—

— Se lo merecía, el idiota —Refunfuñó Fred.— Si tú no le dabas su merecido, lo iba a hacer yo, y en ese caso, no respondo por mis acciones.

— Ahora tendré en cuenta que no debo hacerte enojar, cuñada —Agregó George.—

Miramos a Ron, quien seguía en el suelo, retorciéndose.

Al día siguiente de la revuelta, la noticia impactó a la comunidad escolar: Dolores Umbridge había sido nombrada nueva directora de Hogwarts. La decisión fue consecuencia directa de las acusaciones en contra de Dumbledore, quien supuestamente había ordenado a Harry Potter crear un ejército secreto para conspirar contra el ministerio de magia.

La revelación de la existencia de este grupo, sus reuniones y actividades clandestinas, había sido atribuida a una fuente interna. Como resultado, el odio y la hostilidad que antes se dirigían hacia mí, se desplazaron hacia Cho Chang.

Los días siguientes fueron particularmente difíciles. Umbridge impuso un régimen de control y represión, exigiendo el cumplimiento estricto de sus decretos. Los castigos se multiplicaron de manera exponencial, creando un clima de miedo y opresión en el colegio.

Pero había un aspecto aún más inquietante: la directora me había designado como su asistente personal. Esto significaba que debía acompañarla en todas sus actividades y ayudarla en sus tareas. Aunque, por otro lado, esto me eximía de participar en las actividades de la brigada inquisitorial.

[...]

El día de los exámenes finales, conocidos como T.I.M.O.S., había llegado. El gran comedor estaba lleno de estudiantes nerviosos, preparados para demostrar sus conocimientos. Umbridge, la directora interina, me había solicitado ayuda para supervisar el examen, por lo que me encontraba allí como su escolta.

El ambiente era tenso, solo interrumpido por el tictac del gran reloj y su constante movimiento. De repente, se escuchó una explosión lejana, que ignoramos pensando que era solo un caldero explotado o un encantamiento fallido. Sin embargo, la tranquilidad se esfumó cuando las explosiones se acercaron.

Umbridge decidió investigar, pero me ordenó quedarme vigilando. Cuando llegó al pasillo, un destello iluminó el salón y explotó en un fuego artificial. Mi mente asoció la escena con los gemelos Weasley, y al verlos ingresar volando con sus escobas, mi suposición se confirmó.

Los gemelos revolucionaron el lugar, lanzando fuegos artificiales y destruyendo los exámenes. Fred me dedicó una sonrisa y un guiño antes de lanzar un dragón de fuego artificial que persiguió a Umbridge. La directora corrió asustada, pero el dragón la atrapó en el pasillo.

Miles de fuegos artificiales impactaron contra los decretos de Umbridge, regándolos en el suelo. El espectáculo no terminó allí. Los gemelos salieron del gran comedor, y todo el alumnado los siguió hasta el patio, donde lanzaron su última creación: un fuego artificial que marcó en el cielo una gran "W", firmando su hazaña.

Continuará...

𝐒𝐞𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐩𝐢𝐭𝐲 (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora