Capítulo 12

2.9K 243 16
                                    

Poché

En cuanto me di cuenta de lo que estaba haciendo tuve miedo de mí. Así que sólo salí corriendo y me fui de la casa, en un principio no sabía a dónde ir pero luego me dirigí a donde Lina, ella era la única que me podría recibir.

Cuando llegué no me preguntó nada pero al día siguiente tuve que contarle y me regañó muy duro, no dije nada pues sabía que era culpable y lo merecía, no regresé a la casa sólo llamé a nana quien también me regañó, pero ya el domingo por la tarde tuve que regresar pues Lina me dijo que debía hacerlo, dar la cara y pedir disculpas.

Lo hice y Daniela se puede decir que me perdonó pero pidió dormir en otra habitación, la entendía perfectamente así que se lo concedí, sólo que sería yo quien se trasladaría de cuarto.

No me gustaba que me viera así, con miedo y debía hacer algo para que dejara de verme así.

Salí de la casa y fui por mi caballo, necesitaba despejar mi mente. Cabalgué por un buen rato, pero cuando volví ella estaba viendo como Mario alimentaba al potrillo.

-¿Qué haces aquí?- pregunté y ellos voltearon a ver.

-Me gusta estar aquí-

-¿Quieres venir conmigo?- me vio confundida -Te dejaría sola pero Tornado no se deja montar sin mi permiso-

-Ya me di cuenta, lo tienes bien entrenado- sonreí.

-¿Entonces?- Mario la veía y no me gustaba la forma en que se la comía con la mirada.

-De acuerdo- sonreí y le ayudé a subirse.

Empecé a cabalgar, y la verdad es que se sentía bien, nos alejamos mucho de la casa hasta que llegamos a un punto donde se podía observar un lindo paisaje. Nos bajamos y nos sentamos en el suelo.

-Perdón nuevamente- dije y ella me vio de inmediato.

-Ya te perdoné-

-Sí pero yo no, Daniela lo que hice estuvo muy mal-

-Pero no lo volverás hacer, así que con eso estoy tranquila- asentí -¿Quién es Lina?- preguntó y yo la vi confundida.

-¿Cómo?-

-¿Es... otra de tus amantes?- casi me suelto a reír con eso.

-No, no es otra de mis amantes, ella es... solo una amiga, además de ser la madre de Andreita, la chica del restaurante-

-Ah, entonces te llevas muy bien con las dos-

-Correcto-

-Poché ¿Por qué eres así?- entre cerré mis ojos.

-¿Así cómo?-

-No tienes amigos, no confías en nadie, excepto en Sole claro, mantienes esa postura de seriedad, como a la defensiva, tú no eras así- me removí.

-Eso no importa-

-A mi si me importa, crecimos juntas- sonrió -Prácticamente fuimos novias desde que nacimos, nunca nos separábamos y bueno fuiste mi primer beso y mi... primera vez- ahora sonreí yo.

-En aquella cabaña-

-Sí, recuerdo que estábamos muy nerviosas- me reí.

-Te besé a las nueve años y nos entregamos a los quince, tenía tanto miedo de lastimarte- ella sonrió.

-Pero no lo hiciste, al contrario, me hiciste sentir protegida, respetada, pero sobre todo amada, éramos la pareja mas feliz del mundo, no entiendo lo que nos pasó- ahí supe que debía parar, de lo contrario terminaríamos discutiendo como siempre.

Amor y OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora