Capítulo 42

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Daniela

Estaba aún asimilando todo lo que estaba pasando en mi vida, jamás imaginé que esto podría pasar, iba a tener un hijo y sin el amor de mi vida, sin embargo lo único que tengo claro es que trataré de ser la mejor madre para Julio Alberto y este pequeñín que viene en camino.

—Volviste, pensé que ya no regresarías— dijo Cami en cuanto entré.

—Tengo mucho pendiente, así que no podía darme el lujo—

—¿Estás bien?—

—Sí, pero estás invitada para una cena hoy en mi casa—

—¿Así? ¿Y a qué se debe?—

—En la noche lo sabrás— le guiñé un ojo y me fui a la oficina, junto a Abi había planeado una cena con la familia y amigos mas cercanos para darles la noticia.

El día pasó normal, sin ningún contratiempo gracias al cielo. Cuando salí de la oficina Rafael también lo hizo y me sonrió.

—¿Ya te vas?— preguntó.

—Sí ¿Tú también?—

—Así es ¿Te llevo o trajiste carro?—

—Vengo en auto pero gracias— dije lo mas amable posible, aunque me recordó que por una llevada así Poché se molestó y pasó todo.

—De acuerdo, que tengas buena noche y te veo mañana—

—Sí— salimos de la empresa y cuando llegué a casa mi hijo me recibió junto a Ramón.

—Mami ¿Por qué mami Poché aún no regresa y ni siquiera llama?—

—Ya te lo explicó el abuelo Germán mi amor, donde ella está no hay celulares—

—Yo no creo eso, hoy en día en todo lugar existen los celulares—

—¿Y tú como sabes eso?— pregunté cruzándome de brazos con uan sonrisa.

—En internet— hizo una mueca que OMG es idéntico a Poché.

—Bueno, pero donde está mami no lo hay, sé que la extrañas, yo también lo hago pero debemos continuar— Sole nos veía sonriendo —¿Está todo listo nana?—

—Sí mi niña como lo pediste— asentí.

—Voy a cambiarme, no tardan en llegar los demás—

—¿Quienes vienen mami?—

—Tus abuelos, las tías Laura, Lucía y Abi, Cami y Pipe—

—Que bien, hace mucho que no venían todos juntos, lástima que mi mami Poché no esté— vi a Sole y ella sonrió triste, tengo que buscar la forma de decirle a mi hijo, no puede esperar por alguien que seguramente no volverá.

—Bueno, ya bajo— le dejé un beso y subí a bañarme y cambiarme.

No pude evitar tocar mi vientre y sonreír.

—Te amo hijo y sé que mami Poché también lo hace, donde quiera que esté— vi hacia arriba —Si estás en el cielo, ayúdame a que nuestro hijo nazca con bien mi amor, por favor ayúdame— una lágrima recorrió mi mejilla pero la limpié rápido y me metí a bañar.

Cuando bajé ya todos estaban aquí, así que los saludé a uno por uno.

—La cena está servida— anunció Bety y pasamos al comedor.

—Está muy rico todo— comentó mi mamá y todos le dieron la razón.

—Quiero darles una noticia— dije sin querer esperar más —Es algo muy importante para mi y quiero compartirlo con ustedes—

Amor y OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora