Capítulo 26

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Poché

Dos semanas después

Han pasado dos semanas y Daniela sigue sin dirigirme la palabra, ya se imaginaran el por qué, pues sí, Julio Alberto tiene que ver.

No lo hemos visto otra vez, sin embargo le he pedido a Lina que me mantenga informada sobre él, y la verdad es que me estoy sintiendo pésima, pues ella me contó que el niño espera todas las tardes por Dani.

Pero es que siento que aún es muy pronto para eso  a penas y llevamos unos cuantos meses de estar bien, un hijo requiere de un gran compromiso por parte de ambas, somos una pareja así que todo tiene que ir por igual.

-Hola papá- saludé a mi papá entrando a su casa.

-Hola mi amor ¿Cómo estás?-

-Bien, supongo- dije y nos sentamos, él me sirvió un trago.

-¿Qué sucede? ¿Siguen los problemas con tu mujer?- asentí mientras tomaba de mi trago.

-Pa' ¿Uno cuándo está preparado para ser padre o madre?- él sonrió -Tener un hijo es una gran responsabilidad, es un ser humano, debemos darle un buen ejemplo, guiarlo por un buen camino, educarlo para que sea alguien en la vida ¿Pero cuándo pasa eso? ¿En qué momento de la vida?-

-Te voy a dar tal vez la respuesta menos esperada, pero uno nunca está preparado para eso- lo vi atenta -Poché uno nunca está preparado para algo, cuando piensas que lo estás pasa algo y te desestabiliza, no somos perfectos mi amor y si esperamos a serlo estás perdiendo tu tiempo. Es verdad un hijo es un gran compromiso, nunca estás preparado para serlo, pero cuando te conviertes en padre o madre tu mundo cambia, tu mundo gira, sientes que todo lo que viviste valió la pena para llegar a vivir lo que vives con él ¿Si me explico? Las demás cosas se convierten en algo simple y tu hijo se vuelve tu mas preciado tesoro, tal vez por la situación de ustedes te haga pensar en que es mas complicado, pues el que Daniela no pueda tener hijos les da la libertad de elegir en qué momento, porque sé sincera, si ella pudiera quedar embarazada lo habría echo desde hace mucho ¿O me equivoco?- negué sonriendo -Y si eso hubiese pasado estoy seguro saltarías en un pie de la felicidad y no te importaría lo imperfectas que son, sólo te limitarías a vivir el presente, a amar a tu hijo por sobre todas las cosas, intentarías ser lo mejor por él y para él, sin dejar de lado tu vida de pareja por supuesto, cuando tienes familia se tu vida se convierte en una balanza donde tienes que mantener a tu mujer y a tus hijos, y no me refiero solo a ti, sino que tu pareja también lo haga, se convierten en el mas grande equipo de la vida- mis ojos se llenaron de lágrimas -No temas equivocarte, sólo vive mi amor- no lo pensé más y me lancé a sus brazos, cómo no se me ocurrió hablar con él antes.

-Gracias pa' necesitaba esto- él sonrió.

-No he sido un gran padre pero te amo y lo sabes- asentí -Lamento obligarte estudiar algo que no querías- sonreí -De verdad lo siento-

-Eso sí me dolió- él sonrió.

-Lo ves, fallé en eso, pero sé que junto a Marta hicimos algo mejor para que seas la mujer que eres ahora, no todo es perfecto hija- asentí.

-Ahora lo entiendo- le di un beso -Me tengo que ir-

-¿No te quedas a comer?- negué.

-Lo siento, pero debo ir con mi mujer- él sonrió.

-Ve, quizás salga a distraerme- dijo pícaro y me reí.

-Hazlo, pero esta vez elige bien- él asintió y salí corriendo de la casa. Encendí el auto y manejé lo más rápido posible a la casa, necesitaba hablar con Daniela ya.

Amor y OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora