Amor y Odio

Capítulo 46

Poché

Cuando escuché la puerta abrirse y ver que era Alejandra me sorprendió, al principio pensé que era cómplice de Rafael pero me equivoqué.

—No sé cómo llegó aquí señorita Alejandra, pero a su tío no le gustará saber esto— dijo Marcelo amarrando a Alejandra a un tubo.

—No le digas nada y ayúdanos a salir de aquí, ya te dije, estoy dispuesta a pagarte el doble del dinero que te ofrece él—

—Lo pensaré, él llega mañana pero si quiero viene ahora— no dijo más y se fue dejándome a solas con Alejandra, al menos nos dejó luz para vernos.

—¿Cómo llegaste aquí?— pregunté rápido en cuanto despertó.

—Johan sospechaba de que no habías muerto— fruncí mi ceño —Sí Poché, todos piensan que estás muerta—

—Entonces Rafael dijo la verdad— dije recordando todo lo que me ha dicho —Eso quiere decir que... que Daniela está con él y que está embarazada ¿Es verdad Ale?— mi corazón se aceleró.

—Lo de que está embarazada sí Poché, Daniela está por cumplir 5 meses de embarazo— mis ojos se llenaron de lágrimas —Y en cuanto a su relación con mi tío, es un sí y un no—

—¿De qué hablas?—

—Está con él solo para acercarse a ti, ella te amo, ella siempre supo que no habías muerto, te ama tanto que te sentía cerca de alguna forma, Johan nos ha estado ayudando en todo esto—

—¿Quién es Johan?—

—Es un oficial, pero sospechó que nada estaba bien cuando cerraron el caso de su desaparición sin muchas pruebas para hacerlo, así que se comunicó con Calle y conmigo, ya tenemos las pruebas del contrabando de alcohol que está haciendo mi tío con tu empresa, sólo nos hacía falta saber donde te tenían y ahora lo sabemos— eran muchas cosas, había pasado mucho tiempo.

—¿Cómo saldremos de aquí?—

—Johan vendrá por nosotras, confío en él— estaba muy tranquila y de alguna forma me tranquilizaba también —Me alegra saber que estás viva— sonreí.

—Gracias por hacer esto, te lo voy a agradecer todala vida—

—Tenía que devolverte el favor, gracias a ti no fui a prisión cuando secuestré a Calle— sonrió.

—¿Ya se le nota mucho el vientre a Daniela?— ella asintió.

—Se ve hermosa, serán unas grandes madres Poché, bueno ya lo son con Julio Alberto—

—Gracias ¿Y tú? ¿Tienes pareja?—

—Pipe me perdonó, no sé qué hice para merecerlo pero lo amo, lo amo con toda mi alma— vi brillar su mirada y me alegré por ella.

—Me alegro mucho Ale— dije sincera.

—Oye ¿Crees que puedas llegar a mi?—

—Creo que sí, pero no lograría llegar al nudo del lazo—

—Ven, yo me encargo de quitar el candado—

—¿Cómo?—

—Hazme caso— ya estaba muy recuperada así que me moví hacia ella.

Me hice a su lado y empezó a mover un alambre en el candado.

—¿Dónde aprendiste?—

—Johan me enseñó— asentí y vi que abrió el candado, en cuestión de segundos me liberó, me puse de pie y solté el lazo.