Poché
No tengo idea de cuánto tiempo ha pasado, pero siento que han sido años los que tengo de estar encerrada aquí, todo pasó muy rápido, ese día había sido según yo el mejor día de nuestras vidas al festejar a lo grande a mi amor. Sin embargo por no saber controlar mis celos e inseguridades me fui a los golpes con Rafael y terminé haciéndole daño a mi esposa. Cuando mi puño impactó con su rostro sentí que algo dentro de mi se rompió y ver la sangre salir de su labio me llevó a un shock muy grande que lo único que fui capaz de hacer fue salir huyendo. Grave error, pues el imbécil de Rafael tenía planeado todo y me accidenté, sentí la sangre correr por mi frente, la cabeza me dolía, el golpe había sido muy fuerte.
-Vaya, veo que eres resistente- a penas y reconocí a este hombre.
-¿Marcelo?- dije en un susurro y quejándome del dolor -Ayúdame- él sonrió y fruncí mi ceño.
-No sabe lo feliz que me siento de verla así, cuando tuvo el poder entre sus manos me humilló muchas veces, me regañaba por todo y me tenía que aguantar lo que decía porque era la jefa ¿Pero adivine qué? Ya no más, es momento de pagar-
-Te regañaba porque no hacías bien tu trabajo- cerré los ojos por el dolor de cabeza.
-¿Está muerta?- escuché la voz de Rafael cerca.
-No, mire, sigue viva ¿La mato?- él lo pensó unos segundos.
-Sácala y dale fuego al carro-
-¿Seguro?-
-Por supuesto, ya sabes donde llevarla y si quieres te puedes divertir con ella- no tenía fuerzas para resistirme asi que sólo me dejé hacer lo que ellos querían, jamás imaginé que Marcelo tuviera tanto odio por mi.
Me sacaron del auto y me subió a una camioneta, vi como prendieron mi auto y enseguida se empezó a quemar todo, pero durante el recorrido no pude más y me dormí.
Cuando desperté me encontraba como en un sótano, con cadenas y aire, sentía que me ahogaba.
-¡Auxilio!- grité. Sin tener éxito alguno, seguramente me tenían en una casa lejana.
Pasaron horas, días, semanas y no sé cuantos meses.
Ahora me encontraba aquí con muchas preguntas, con muchas dudas.
¿Daniela iba a tener un hijo mío? ¿O sólo lo dijo para torturarme? ¿Por eso me daban tantas náuseas? Ella tampoco podría enamorarse de él ¿o sí? Miles de dudas sin responder.
Sentía que ya no tenía fuerzas, me sentía desvanecer en cualquier momento, todo era muy fuerte. Marcelo venía y me golpeaba todo lo que se le daba la gana, parece que sí me odia con todas sus fuerzas.
La puerta se abrió y justo era él, venía con comida. Comida que por supuesto tiraba al suelo y tenía que comer de ahí.
-Come como lo que eres, una maldita perra- tenía mucha hambre y si Daniela de verdad está embarazada tenía que poner de mi parte para al menos mantenerme fuerte y soportar todo lo que hacían conmigo -Parece que ahora si tenías hambre- dijo viéndome con asco.
-¿Cuál es la verdadera razón por la que me odias tanto?- pregunté cuando terminé de comer.
-¿Para qué quieres saberlo? Te odio eso es todo-
-Pero dame la razón, la que me dijiste aquella vez no es suficiente al tamaño del rencor que sientes por mi, así que dime- se acergó y me tomó del cuello.
-¿Quieres saber? Muy bien, te lo digo. Hace tiempo yo estaba interesado en una mujer- fruncí mi ceño -Y tú me la quitaste-
-¿Es en serio? ¿Ese es tu enojo?-

ESTÁS LEYENDO
Amor y Odio
RastgeleLa familia Garzón y la familia Calle son amigos de toda la vida sin embargo ante una situación complicada en su empresa obligan a sus hijas María José Garzón y Daniela Calle a casarse aunque ellas no estén enamoradas, sino que todo lo contrario se o...