Capítulo 30

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Pipe

Llegué al apartamento de Ale pero cuando abrí vi sorpresa en su rostro.

-Amor, no te esperaba-

-Ya me di cuenta- dije y le di un beso -¿Vas de salida?-

-Eee si- se veía extraña -Quedé con unas amigas-

-Y yo que venía a decirte que me acompañaras a la casa de Poché para mostrar nuestro apoyo por la desaparición de Calle-

-Si obvio me encantaría ir, pero es que ya había quedado y pues no les puedo fallar, casi no nos vemos- 

-Bueno, me alcanzas allá entonces cuando termines con tus amigas-

-Si amor- me dio un beso -Te quiero, por favor no lo dudes-

-No mi amor- le dije y salimos del apartamento, la vi irse y yo me fui a la casa de Poché para saber si tenían alguna noticia.




Alejandra

No puedo creer que cuando por fin mi vida se había acomodado, cuando por fin sentía que mi relación con Pipe podría funcionar se viene todo a la mierda por Mario, lo peor de todo es que fui yo la de la idea.

Le mentí a Pipe sobre mi salida, pues iría a ver que Mario siguiera en la casa vieja de su familia.

Sonreí porque su auto estaba ahí, así que supongo sigue aquí y no se llevó a Calle para otro lugar. Toqué la puerta y cuando se abrió me apuntó con un arma.

-Tranquilo, soy yo-

-Eso ya no me genera seguridad, después de la llamada que tuvimos ya no confío en ti-

-No seas idiota, si hubiese querido delatarte ahora mismo vendría con policías y la misma Poché a que te matara con sus propias manos, porque créeme ganas no le faltan- se rió.

-¿Está sufriendo?-

-Mucho ¿Puedo entrar?- me dio el pase -¿Dónde la tienes?-

-En la habitación, puedes entrar, está dormida y atada- medio abrí la puerta, no me podía arriesgar pero bastó porque efectivamente la tenía atada en una cama -¿Puedes creer que pensó que estaba embarazada?- dijo cuando cerré y lo vi de inmediato.

-¿Qué? ¿Y lo está?-

-No, la muy idiota de Poché no logra dejarla embarazada, supongo que tendré que hacerlo yo, ya sabes un hombre de verdad- analicé su expresión y me dio miedo.

-Sí, supongo, sólo recuerda la condición de Daniela-

-No me importa, además sé que es Poché el problema-

-Bueno, si tú lo dices- no quise llevarle la contraria -Vine a preguntarte si necesitas algo-

-Así me gusta, por un momento pensé que realmente estabas cambiando y que te querías dar una oportunidad con el idiota de Pipe- sonreí.

-Por supuesto que no, ahora dime ¿Qué necesitas?-

-En primer lugar lo básico, comida, ropa, ya sabes, para ambos por supuesto- asentí -Y en segundo pero más importante a ti- me tomó de la cintura y me asusté -Tengo muchas ganas de coger así vamos quítate la ropa-

-No Mario, no tengo ganas, además ya se me está haciendo tarde y le prometí a Pipe que iría a la casa de Poché, no puedo levantar sospechas- me soltó.

-Sólo porque me tienes que contar sobre el sufrimiento de esa mujer te dejo ir, pero para la próxima no te salvas-

-Claro que no, es más, te daré una sorpresa- le susurré al oído y él sonrió pervertidamente.

Amor y OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora