Capítulo 24

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Poché

Cuando Lina me dijo sobre el enamoramiento a primera vista de Dani hacia el niño, no le tomé importancia, no la que debería, pues salió muy afectada.

Me hizo sacarla de ahí y en todo el camino no dijo nada, pero cuando llegamos a la casa, salió corriendo hacia la habitación, entré y estaba en la cama llorando.

Creo que el ver a ese niño le hizo recordar a nuestro hijo, el que perdió por mi culpa, porque sí, aún siento esta culpa atravesada en el pecho. Así que sólo me hice atrás de ella y la abracé, no dije ninguna palabra, solo estuve ahí, aunque también se me escaparon algunas lágrimas  sin embargo las limpié rápido para que no me viera.

Lloró por varios minutos, hasta que poco a poco se fue tranquilizando, me levanté y vi que se había dormido. Le di un beso en la frente y salí, necesitaba un té.

-Hola nana, me preparas un té por favor-

-Claro mi niña- me senté en el desayunador -¿Pasa algo? Bety me dijo que vio a Dani correr a la casa ¿Se pelearon otra vez?-

-No nana, pero creo que la regué- me vio confundida y me dio mi té.

-¿Por qué? ¿Qué hiciste?-

-¿Tú sabes de Lina verdad?-

-Sé que es tu amiga pero hasta ahí- sonreí y asentí.

-Ella es dueña de una fundación nana, yo le ayudo con donaciones y cosas así, es de niños, niños que no tienen padres o que solo están por un tiempo mientras sus padres estén aptos para criarlos- estaba sorprendida.

-¿Por qué no me habías dicho?-

-Porque quería mantenerlo en secreto, es algo muy bonito y pues no es de andar contando, tú me entiendes-

-Sí mi niña, pero ¿Qué tiene que ver con Dani?- suspiré fuerte.

-Pues es que se me ocurrió la brillante idea de que Daniela me acompañara, todo estaba bien hasta que... Lina nos habló de un niño nuevo, sus padres se accidentaron y se quedó solito, nos dijo que no quería salir de su habitación y pues Dani se ofreció a ir a hablar con él- ella cerró los ojos.

-Adivino, se encariñó con él- asentí.

-Eso parece nana, Lina me lo dijo, no le tomé importancia, pero mira cómo llegó, corrió a la habitación y se puso a llorar hasta quedarse dormida, le afectó mucho nana, me siento responsable pues... sé que está así por nuestro hijo, ver a esos niños le removieron por dentro ese sentimiento de madre y... ahora no sé qué hacer- tomó mi mano.

-Ay mi niña, no sé qué decirte-

-No debí llevarla, debí sólo mantenerla al margen y guardarmelo como todos estos años-

-Tal vez es el destino- fruncí mi ceño.

-¿Qué quieres decir?-

-Y si él de allá arriba mandó ese niño para ustedes-

-No nana, a penas y estamos empezando esta relación, es verdad que nos conocemos de toda la vida  que nos amamos pero... tenemos que conocernos más para dar ese paso, un hijo no es un juguete nana-

-Lo sé mi niña, pero el conocerse, Poché ninguna pareja se llega a conocer al cien por ciento, el tiempo pasa y se generan muchos cambios, cuando piensas que conoces todo siempre hay algo que cambia y entonces empiezan de nuevo, no te estoy diciendo que lo adopten de una vez, pero habla con tu mujer, escúchala y entonces sabrás que hacer- sonreí y asentí.

-Gracias nana, eres como una madre para mi- me dio un beso en la frente.

-Tu papá llamó, dijo que viene a cenar-

Amor y OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora