Capítulo 13

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Poché

Ver su rostro de felicidad me hacía sentir completa, por alguna razón me gustaba verla sonreír. 

Ese día cabalgamos lo que restaba de la tarde, me agradecía todo el tiempo y supe que fue el mejor regalo que pude darle.

Los días pasaron, una semana para ser exactos, seguía durmiendo en otra habitación y creo que así sería siempre, nuestra relación era rara, pues después de aquel día no volvimos a discutir como antes pero tampoco teníamos la mejor relación, ni siquiera podíamos llamarnos amigas, no sabría definir en la situación que estamos.

Alejandra me buscaba pero siempre la rechazaba, pues por alguna razón no quería estar con ella y la verdad que me molestaba pero yo a quien deseaba era a Daniela, razón por la cual me molestaba que ella sea tan cercana al idiota de Pipe y de Mario, sé que ambos la ven como la veo yo, con deseo, aunque yo también la veo con amor.

Me cuesta aceptarlo pero la sigo amando como cuando éramos unas adolescentes.

En esta semana se hizo una nueva publicidad del café y por eso ella pasaba mucho tiempo con Pipe, yo no pude estar presente pues ese día tenía que ir a ver a los niños y no me gustaba fallarles.

-¿Daniela está en su oficina?- pregunté a Cami.

-Eee no, está con Pipe- asentí y la fui a buscar.

Entré sin tocar y lo que vi no me gustó para nada, pues el muy idiota estaba a punto de besarla.

-Poché- no dije nada y solo cerré la puerta para irme, porque si me quedaba, le daría una buena paliza al imbécil ese -Poché detente por favor- me fui al estacionamiento por mi auto.

-Suéltame- dije furiosa.

-Perdóname por favor, yo te explico-

-Te lo dije muchas veces, puedes coger con quien se te de la gana menos con ese idiota que trabaja aquí-

-¿Es lo único que te importa entonces?-

-Por supuesto ¿Qué más sería? Yo me cojo a quien quiera supongo que también tienes derecho a hacer lo mismo- ella negaba.

-Eres una idiota Poché, que no te das cuenta de nada-

-¿De qué debería darme cuenta?-

-No tiene caso- se iba a ir pero la detuve.

-Si vas a seguir con él, tendré que despedirlo, no voy a tolerar que hablen de mí en mi empresa-

-Él y yo no tenemos nada, así que no se te ocurra despedirlo- se soltó y se fue.

Esa noche no llegué a dormir, sólo le avisé a nana que me quedaría en un hotel, me hizo un gran interrogatorio pero no quería hablar del tema, pensé que estábamos al menos bien, pero me equivoqué.

Otra semana pasó y sólo la veía en la empresa, no volví a la casa en ningún momento, nana me enviaba mi ropa y todo lo que necesitaba.

-Poché tu papá está aquí afuera- eso si me sorprendió.

-Hazlo pasar Cami- me puse de pie para recibirlo, me alegraba verlo después de todo pero mi sonrisa se borró al ver la mujercita esa.

-Hola hija-

-Hola papá- lo abracé.

-Hola Pochecita-

-Hola- respondí fría -Por fin regresas-

-Estuvimos en Italia y ¿Adivina qué?- dijo emocionado.

-¿Qué?-

-Nos vamos a casar- eso si no lo esperaba, la muy estúpida me mostró sonriente su anillo de compromiso.

Amor y OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora