Capítulo 32

3.2K 231 15
                                    

Daniela

A la mañana siguiente me levanté muy temprano, quería preparar un picnic para Poché y así ofrecerle disculpas por mi actitud de toda esta semana.

-Veo que estás de mejor humor- dijo Sole entrando a la cocina.

-Me he comportado como una verdadera idiota nana, pero hoy quiero cambiar eso, voy a prepararle el desayuno a mi amor- dije sonriendo.

-Me alegra verte así, mira que ya me estaba desesperando por ver a Poché con esa carita triste-

-Soy una idiota-

-No dudes nunca del amor de mi niña hacia ti, ella vive por y para ti, bueno y ahora para mi niño también- sonreí -Disfruta del amor que se tienen y deja lo pasado ahí, en el pasado-

-Gracias nana- ella me dio un beso y me ayudó a preparar lo demás, le pedí que entretuviera a Julio Alberto mientras me robaba a Poché por unos minutos y ella aceptó con gusto.

Preparé todo lo necesario y le pedí a Héctor que preparara los caballos.

-Buenos días- pegué un brinco al escuchar su voz -Perdón, no quería asustarte- la vi cambiada de forma casual.

-Buenos días, no te preocupes, estaba distraída- ella asintió y pasó de largo para la cocina. La seguí.

-¿Por qué hay tanto silencio?-

-Porque Sole y Bety se fueron al mercado con Julio Alberto-

-¿Así? ¿Y eso que el enano madrugó?-

-Amor son las nueve- dije y ella me vio rápido y confundida -¿Qué pasa?-

-Nada, sólo me parece raro que me llames así- me sentí mal pero tenía razón, estos días no le he demostrado afecto sino que al contrario, busco cualquier pretexto para discutir.

-Sé que no me portado bien estos días, te culpo de algo sin fundamento y quiero pedirte perdón, Poché lamento como te he tratado, de verdad lo siento-

-Dani, yo te amo sólo a ti, Alejandra no es nada en mi vida, no se compara ni siquiera un poquito lo que siento por ti, tú eres el amor de esta y todas mis vidas- me acerqué.

-¿Me perdonas?- dije con voz de niña chiquita y ella sonrió.

-Eso es trampa-

-¿Por qué?- pregunté con un puchero.

-Porque te ves jodidamente tierna haciendo eso y soy débil ante ti- sonreí y rodeé su cuello con mis brazos.

-¿Eso quiere decir que sí me perdonas?-

-Por supuesto, no podría negarme a hacerlo- sonreí y junté mis labios con los suyos en un beso necesitado -Cuanto extrañaba besarte- me susurró.

-Feliz cumpleaños amor mío- dije y ella me tomó de la cintura.

-Gracias, por favor no volvamos a pelear así, me estaba muriendo por dentro-

-Yo también y soy la única culpable-

-Dejemos eso atrás ¿Te parece?-

-Me parece, ahora quiero que me acompañes a montar- alzó sus cejas.

-¿Una cita?-

-Mmjumm, sólo tú y yo María José Garzón ¿Qué dices? ¿Aceptas?-

-Yo a ti te digo sí a todo mi amor-

-No sabes lo que dices- comenté y nos reímos -Vamos, los caballos están listos-

-¿Sí?-

-Héctor los dejó preparados antes de irse-

Amor y OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora