Cap 13

1K 65 12
                                    

Caleb

—Cómete las verduras, por favor.

—No.

—Caleb...

—No me gustan los espárragos, ni la calabaza, ni el brócoli...

—Te gusta la zanahoria, al menos come eso— interrumpió al ver que la lista podía continuar.

—Bien.

Mi hermano siguió con su comida, Ellie no vendría hoy ya que dijo que pasaría el día con sus hermanos. Tenía toda la tarde para mi aunque con el frío que hacía solo quería ir a la cama a ver una película.

Jeremy y Tate subieron a su habitación apenas terminaron de comer, traidores, yo siempre los esperaba.

—¿Qué me quieren decir?— pasé a Tristan y María —No he hecho nada malo, lo juro.

—No es de algo, es de alguien— Maria tomó su vaso.

—Es mi amiga.

—¿Mmhh?

—Ellie.

—¿Por qué crees que preguntaríamos de ella?

—No lo se, Maria, tal vez porque siempre que vienen sueltan comentarios pasivos.

—Si tu dices...pensaba darte consejos pero si es solo tú amiga no servirá de nada— volvió a tomar su tenedor enfocándose en su comida.

Miré a Tris que seguía partiendo el trozo de carne, relamí mis labios recargando mi espalda en el respaldo —¿Consejos como cuáles?

Ambos sonrieron con cierta picardía —Solo es tu amiga ¿no?

—Por el momento...— musité manteniendo mis ojos sobre ellos —¿Por qué le toman interés?

—Porque es tu primera chica, es una sensación hermosa y se ve que te ha hecho bien, no te has metido en problemas hace tiempo, tus notas han subido, tu actitud ha mejorado, te entretienes en tareas de la casa y te emociona ir a la escuela— respondió Maria —Y no hace falta decir que también le gustas.

—No lo creo.

—Créeme, cariño, nosotras notamos muchas cosas que ustedes no— acarició mi cabello.

—Nos alegra verte tan animado— prosiguió Tris.

—Pero...— no podía creer que tendría esta charla justo ahora —¿Cómo se cuando es el momento para dar un paso?

—Vas a sentirlo, no te apresures, tú sabrás perfectamente cuando es ese momento.

Si Tris lo decía era por algo, asentí terminando de comer, ya me habían hecho hablar para confirmar sus sospechas.

—Iré a mi habitación— recorrí la silla poniéndome de pie —Gracias por...am...la charla.

—No hay de que, cariño— Maria sonrió.

Pasé a Tris a quien le saqué la lengua ante aquella mirada atrevida, bobo.

Subí las escaleras tomando ruta a mi habitación, no sin antes escabullir a Thor, cerrando la puerta saqué su cama que se encontraba debajo de la mía. En el jardín tenía otra que Tris le había comprado así que siempre llegaba buscando esta, ya tenía mucho tiempo con ella.

𝑫𝒆𝒔𝒅𝒆 𝒄𝒆𝒓𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora