Cap 15

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Tristan

—Llego a tres y voy a quitarme el cinturón, te lo advierto.

—Tris...

—Dos.

Caleb al otro lado de la habitación pareció analizar todos los escenarios posibles en su cabeza pero terminó por huir. No pensé que fuera a hacer esto alguna vez pero así fue, salió de la habitación disparado a las escaleras, Dios, mándame paciencia por favor.

Poniéndome de pie bajé hasta el primer piso con tranquilidad, no tenía mala condición, podía alcanzarlo dentro de poco pero no me iba a hacer correr.

María estaba en la cocina preparando waffles hasta que interrumpimos.

—¿Qué pasa?— miró a Caleb detrás de ella, bastó con llevar su atención a mi para entender lo que sucedía —Lo siento, cariño— besó su cabeza, tomando su café para ir al jardín.

—A ver, Tristan.

—A ver, nada, subes a tu habitación ahora mismo o el castigo será aquí, no tengo porque estar detrás de ti, es la primera y última vez que haces esto— regañé —Mira que mentir acerca de eso, yo no sé cómo los disfrazaron y lo peor del caso, tres ¿sabes que te mareas cuando es tu primera vez?

—¿No será porque ya no estamos en la prehistoria? Que seas viejo no es...— se interrumpió al ver mi intención de ir tras él —No me corretees así, me dan nervios— se quejó rodeando la barra —Ya se lo que me pudo pasar pero no me pasó nada, estoy bien, perfectamente bien...si no fuera porque me quieres matar.

—No te quiero matar.

—Ah, claro, no quieres— entrecerró sus ojos.

—A ver...

—A ver, nada— imitó mi voz.

Alcé una de mis cejas, borrándole la sonrisa del rostro —Bueno ya ¿no?— me recargué en la barra, bajando la guardia un momento y no fue sorpresa que él también lo hiciera. Tomé esa oportunidad para darle fin a aquella discusión sin rumbo.

—Noo.

No perdí tiempo, iba a terminar esto ahora. Al llegar a su habitación lo recosté en mis piernas, tirando de su pantalón de pijama.

—Tristan— gruñó pataleando —Noo.

—Quieto.

—¡Suéltame!— comenzó a mover su cuerpo para librarse, el castigo había empezado antes de que saliera corriendo como loco.

—Caleb.

—¡Ya no soy un niño! ¡Déjame!

Tuve que sostenerlo antes de que cayera al suelo, frustrado lo sostuve reanudando el castigo del que los cigarrillos fueron causantes.

PLAS PLAS PLAS PLAS

—No fue nada.

PLAS PLAS PLAS PLAS

—Tristaan.

PLAS PLAS

—Aghh ¡Estúpido!

𝑫𝒆𝒔𝒅𝒆 𝒄𝒆𝒓𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora