༄ Tristán ༄
—Caleb.
Reprendí a mi hijo que lamía su dedo después de llevarlo a la mezcla del pastel de chocolate por milésima vez.
Haciéndose el desconcertado volvió a encargarse de las galletas que estaban a su cargo, cada chico había seleccionado algo.
Caleb eligió los postres.
Jeremy la ensalada y el puré de papa.
Mientras que Tate nos ayudaba con el pavo.—¿Alguien vio el cuchillo morado?
—Lo estoy usando.
—¿Todavía? Llevas media hora con el.
—Pues consíguete otro— Caleb siguió partiendo los limones para un pie.
—Ese es especial para esto.
—Hay como veinte cuchillos en ese cajón, Jeremy, no jodas.
—Pues toma otro y dame ese.
—Ya— los observé a ambos, quitándole el cuchillo a Caleb —Este lo usaré yo, tomen otro, no van a pelearse por un cuchillo.
Recibí unos ojos blancos de Caleb y un bufido dd Jeremy pero los dos terminaron tomando otro, llevaban discutiendo por pequeños desacuerdos desde que comenzamos con esto.
Jeremy terminó con la ensalada y pasó al puré de papa, por otro lado, Caleb llevó las galletas, el pie y el pastel al horno con supervisión de María.
Tomé un sorbo de vino, recargándome en la barra por un momento, observando el pavo que Tate bañaba en mantequilla hasta que levantó la cabeza hacia mi.
—¿Puedo probar?
—¿La mantequilla?
—Eso— apuntó la copa.
—No creo que te guste mucho— le tendí la copa —Uno pequeño.
Tomó la copa con una de sus manos, sosteniéndola por la parte de arriba y dio un trago. Hizo una mueca apenas lo pasó, devolviéndomelo al instante.
—Iugh— tomó su vaso de jugo —¿Cómo pueden beber eso?
Reí con suavidad recibiendo la copa —Un día lo vas a entender— despeine su cabello —¿Terminaste?
—Si— bajó de la silla, yendo a lavar sus manos.
Dejé la bebida de lado, continuando con lo necesario, lo dejaríamos reposar por unas horas en lo que los postres estaban listos. Jeremy seguía en lo suyo pero a Caleb no lo encontré.
—¿Y el mapache?— miré a María.
—Con Thor— apuntó la puerta del garage, había nevado de nuevo y aunque ya le habíamos reforzado su casa al perro con cobijas y demás, ese niño no dejaba de preocuparse.
Pasaron un par de minutos hasta que volvió con varios trozos de leña en las manos —¿Podemos encender la chimenea?
No teníamos la calefacción encendida, con el calor del horno y la estufa no era necesario por el momento, pero el resto de la casa no estaba tan cálida.
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𝑫𝒆𝒔𝒅𝒆 𝒄𝒆𝒓𝒐
General FictionTristan y Caleb, hermanos que fueron separados hace años pero ahora al tener dificultades familiares, volverán a reencontrarse aunque no sea de la mejor manera posible. //Contiene spanking familiar, si no es de su agrado NO lea, gracias 💗.