Cap 33

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Caleb

—No— solté al unísono con Henry causando que su hija se llevara las manos a la cintura con una expresión de irritación.

—¿Por qué no?

—Porque no— respondió simple.

—Anna— pidió auxilio apoyándose en el barandal.

—¿Qué pasa?— su madrastra salió de la cocina deshaciéndose del delantal —Te ves hermosa, me encanta— halagó con una sonrisa.

—Gracias, Anna— devolvió el gesto —Papá no quiere dejarme salir así.

—¿Por qué no? Se ve muy linda— Anna miró a su esposo en lo que acomodaba la falda de Ellie —¿No lo crees, Cay?

—Si, pero...

—Entonces ya está— me cortó.

—Vas a necesitar un abrigo ¿No? Hace mucho frío— cedió su padre.

—Si...uno largo, hasta el suelo para que te de calor— sonreí.

—Así es, todo completo. Gracias, Caleb.

—No los soporto— Ellie rió subiendo a su habitación.

—Déjenla en paz— nos apuntó Anna.

Al igual que Henry, alcé ambas manos en señal de rendición.

Ellie fue quien decidió los disfraces, había optado por Sally y Rayo McQueen de Cars, el disfraz me encantaba a decir verdad, era de mis películas favoritas.
El mío consistía en un pantalón negro con una camiseta del mismo color y encima una chaqueta roja que tenía decoración de la película .
El de ella por otro lado se basaba en una falda y una blusa azul cielo, también llevaba medias plateadas que le llegaban hasta las rodillas.
Finalmente estaban las gorras de los respectivos colores con los ojitos sobre la visera.

La esperé junto a Henry que sonrió al verla bajar con un abrigo blanco.

—¿Ya están listos?— preguntó Matthew desde la puerta —Nos vamos a ir sin ustedes.

—Ya vamos— contestó su hermana.

—Nos vamos al auto

—Bien.

La tomé de la mano despidiéndome de sus padres con un corto abrazo antes de salir de la casa, dirigiéndonos a mi auto, el cual por fin había recuperado.
Matthew arrancó al vernos subir por lo que fui detrás de él, Daniel había organizado una fiesta en su casa, no sé qué viaje tenía su padre que estaría a solas todo el fin de semana.

Jere ya estaba allá, Zed y él se habían ido juntos por lo que al regresar lo traería conmigo.

Algo bueno de estas fiestas era que estaba prácticamente toda la escuela, de primer semestre hasta sexto, todo mundo estaba aquí.

Al entrar busqué a Ben con la mirada, había dicho que me escribiría cuando estuviera aquí pero ese mensaje nunca llegó.

—¿Vamos a la cocina a buscar a..?

No pude terminar la frase cuando tiró de mí llevándonos al jardín, identifiqué a mi mejor amigo en una de las mesas donde jugaban.

Al estar junto a ellos sonreí pasando mi brazo por los hombros de Ben que dejó de fruncir el ceño al enfocarme y prosiguió a sonreír envolviéndome en un abrazo.

—Bienvenidos— unió a Ellie —¿Juegan?

—No lo sé, íbamos a...

—Si.

𝑫𝒆𝒔𝒅𝒆 𝒄𝒆𝒓𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora