Capítulo 22

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Aquella tarde era condenadamente tranquila, extraña en una ciudad como la nuestra, parecía que todo se había dispuesto para que la siguiente fase del plan saliera perfecta, en una ciudad en calma esto podía llamar más la atención.

La comisaría estaba llena de agentes aburridos y los que no estaban allí estaban patrullando con alertas menores como peleas, Gustabo y Horacio llegaron de patrullar, yo estaba apoyado en el mostrador hablando con Greco.

一¿Aburrido? 一pregunté y Horacio se acercó a mí, yo abrí los brazos y él me abrazó haciendo que sonriera.

一Una mierda 一se quejó él y yo asentí.

一Horacio, Gustabo, venid a comisaría. 一La voz de Conway nos sobresaltó, sonaba desde la radio, nos separamos y ambos hermanos se miraron.

一Ya estamos en la comisaría 一habló Gustabo por la radio.

一¿Habéis hecho algo? 一pregunté algo preocupado y Horacio negó con la cabeza, con el ceño levemente fruncido.

一Creo que no 一respondió y miró a su hermano que negó con la cabeza también, en señal de que no había hecho nada para meterse en problemas esta vez.

Conway no habló más por la radio, simplemente bajó, todos los agentes lo miraron extrañados, llevaba su típica ropa con sus típicas gafas y estaba serio, no parecía haber nada raro en él pero lo que era extraño era las dos personas a su lado, los había visto entrar antes, iban vestidos de blanco y habían venido en una especie de furgoneta del mismo color.

一Gustabo, estos son Alex y Javier. 一Presentó Conway a los hombres, señalándolos, Gustabo los miró desconfiado y solo hizo un gesto con la cabeza, en señal de saludo一. Están aquí para ayudarte.

一¿Ayudarme? 一preguntó confundido Gustabo y cuando los hombres dieron un paso hacía donde estaba él dio un paso atrás, llevando la mano directamente a donde estaba su porra haciendo que ambos pararan.

一Sí..., mira, hijo 一dijo Conway acercándose a él, Gustabo no sacó su arma ni porra al ver que los hombres se quedaban atrás, entonces Conway tiró la colilla directamente al suelo y la pisó para poner ambas manos en los hombros de Gustabo que lo miraba totalmente tenso一. ¿Entiendes que quiero lo mejor para ti? 一Su voz sonó paternal, casi como un susurro, haciendo que Gustabo dudara.

一¿Sí? 一Su respuesta no sonaba nada segura.

一Lo que pasa es que hay algo que está mal y estos señores están aquí para hacer que todo esté bien. 一Conway parecía estar hablando con un niño pequeño y no con un adulto funcional, toda la comisaría estaba en silencio, escuchando atenta la conversación.

一¿Qué coño quieres decir?

Conway solo negó con la cabeza y antes de Gustabo pudiera decir algo más o moverse lo inmovilizó contra el suelo, Horacio jadeó al ver a Conway quitarle las armas a Gustabo mientras él forcejeaba y antes de que diera un paso hasta él lo agarré, abrazándolo con fuerza.

一¡Es peligroso! 一dije, mirando la escena.

一¡Dejame, Volkov, joder, suéltalo! 一gritó Horacio intentando librarse de mi agarre.

Cuando los hombres de blanco vieron que Gustabo estaba desarmado fueron hasta Gustabo que no dejaba de forcejear e insultar a Conway, uno de ellos sacó una jeringa de su bata y se la clavó directamente en el brazo a Gustabo.

一¡Hijos de puta, os voy a matar, a todos, cabrones, y a ti primero viejo de mierda! 一gritó Gustabo mientras se retorcía en el suelo, por supuesto no era enemigo para la llave militar que Conway le había hecho, después de unos segundos de pelea su voz fue bajando一. Hijo de puta... 一Fue lo último que dijo Gustabo antes de quedarse dormido.

Back to you ~Volkacio~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora