Capítulo 35

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Las sirenas sonaban tras nosotros demasiado intensamente, Horacio había decidido poner música lo cual agradecía, resonaba en los altavoces del coche con fuerza haciendo que las sirenas apenas se escucharan, él y Gringo cantaban despreocupadamente las canciones mientras me ayudaban un poco a darle esquinazo a los policías y realmente lo estaba haciendo bien.

Llevaba bastante ventaja del coche de Conway que iba detrás de mí, una intersección y me moví cerca de la acera, sabiendo que era una zona perfecta para hacer códigos 100 que podrían mandar todo el plan a la mierda, un volantazo de último momento y pasamos sin problemas por el patrulla que nos estaba esperando.

Miré por el retrovisor y vi como Conway daba un golpe fuerte a su volante, Greco iba con él en el asiento del copiloto y no dejaba de hablar, seguramente narrando la persecución.

一¡Dale con todo! 一dijo Gringo desde el asiento trasero y asentí, pisando con fuerza el acelerador mientras iba dirección a la autopista como él me había indicado.

El plan era sencillo, autopista, desviación, volvía a entrar en la ciudad y pasaba entre dos camiones que serían los que cerraran el camino, fácil. Conduje directamente hasta la autopista a toda velocidad, habíamos tenido alguna moto también detrás pero no había durado demasiado, seguramente Leonidas había sido el que conducía.

一¡Derecha! 一gritó Gringo para que lo pudiera escuchar por encima de la movida música y asentí, dando un fuerte volantazo que nos hizo a todos movernos en nuestros asientos, Gringo en la parte trasera se deslizó hasta la otra puerta ya que no llevaba cinturón.

Los coches nos perseguían pero tenían una distancia suficiente, pasé por debajo de un puente y justo a la salida del mismo vi los dos camiones esperando, justo después de pasar una explosión tras nosotros hizo que los patrullas pararan en seco.

Seguí conduciendo hasta la zona acordada y paré usando el freno de mano, el coche chirrió y las pobres ruedas sufrieron las consecuencias, dejando una fuerte marca en el asfalto debido a mi giro, la velocidad y como había parado. Rápidamente nos salimos del coche y corrimos hasta el descampado que había abajo, donde un helicóptero nos esperaba, las hélices hacían un ruido horroroso, los tres corríamos con las armas en mano pero no había nadie detrás nuestra, me subí de un salto y le tendí la mano a Horacio para que subiera, cosa que hizo, en unos cuantos segundos habíamos dejado a la policía atrás, parado el coche, huido y nos habíamos montado en un helicóptero.

Cuando Conway y sus hombres llegaron nosotros ya estábamos en el cielo, rápidamente sacaron las armas y comenzaron a disparar sin servir de mucho, estábamos fuera, el helicóptero no tardó demasiado en estar demasiado lejos de ellos como para que pudieran hacer nada.

A pesar de haberlos dejado detrás aun seguíamos en tensión con las armas en mano, no nos calmamos hasta que el helicóptero estuvo en el suelo, cerca del sitio donde solíamos tener las reuniones con la mafia, una vez mis pies y los de Horacio tocaron el suelo pude sentir como los nervios dejaban mi cuerpo.

一¡Lo hicimos! 一dijo Horacio abrazándome y yo no dudé en rodearlo con mis brazos, pegándolo a mi cuerpo sonriendo.

Unos pequeños aplausos se escucharon tras nosotros, cuando miramos ahí estaba Nadando, mirándonos, Gringo bajó del helicóptero y fue hasta él con la bolsa colgada en la espalda.

一Muy bien, sabía que lo haríais 一habló Nadando y luego miró al que había estado conduciendo el helicóptero一. Te dije que lo harían.

El conductor que estaba enmascarado solo bufó y fue con Gringo, entrando ambos dentro para comenzar a contar el botín, Horacio y yo nos acercamos a Nadando que parecía de bastante buen humor después del robo.

一No sabía que el comisario Volkov pudiera conducir tan bien huyendo del que era su jefe 一habló Nadando y yo puse los ojos en blanco.

一Supongo que tantos años persiguiendo a gente me han venido bien 一dije rodeando los hombros de Horacio con mi brazo.

一Lo habéis hecho bien, si esperáis a que cuenten el dinero os daré vuestra parte, creo que..., vamos a trabajar bien juntos. 一Nadando no dijo nada más y entró en la casa dejándonos solos allí.

Nos quedamos en silencio durante unos segundos antes de volver a abrazarnos, estábamos felices de que hubiera salido bien ya que eso significaba que ellos confiarían más en nosotros a partir de ahora.

一¿Viste como estaba Conway en la persecución? 一preguntó Horacio riendo mientras me miraba a los ojos一. Parecía que le iba a dar algo, era un tomate con lo enfadado que estaba.

一A ver si para la próxima le da un infarto 一bromeé y Horacio me dio un golpecito en el brazo, negando con la cabeza divertido.

Solté a Horacio y él comenzó a caminar hasta la entrada de la casa, lo miré mientras lo hacía con una sonrisa bajo mi máscara, me sentía como hipnotizado por la forma en la que se movía o más bien por todo él, no me podía creer todo lo que estaba haciendo y todo lo que estaba dispuesto a hacer por él pero tenía clara una cosa, no iba a dejar que nadie le hiciera daño, no iba a dejar que perdiera su sonrisa, tan brillante como siempre, prefería morir yo a volver a ver a Horacio anteponer mi vida a la suya.


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BUENAAAAS, ¿cómo estáis? yo hoy tengo mucho sueño... os traigo nuevo capítulo como siempre y mientras sigo escribiendo (aunque ayer no escribí demasiado) ya estoy cerquita del final.

En fin, nos vemos en el siguiente capítulo ✨(っ◔︣◡◔᷅)っc(◕︣◡◕᷅c)✨

Back to you ~Volkacio~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora