Aparqué el coche en el mecánico y salí de él con Horacio, había comenzado a hacer un ruido extraño y habíamos decidido que era la excusa perfecta para iniciar el plan, le explicamos a John lo que pasaba y él llamó a Armando, entró miraron qué era lo que pasaba mientras Horacio y yo esperábamos.
Estábamos fuera para que yo fumara un cigarro cuando Armando salió con una cara bastante preocupada, se limpiaba las manos meticulosamente en un paño.
一Pues..., son los inyectores y..., es una avería bastante cara 一explicó al llegar con nosotros y yo hice una mueca.
一¿Mucho? 一Armando asintió y yo bufé, miré a Horacio cuyo rostro también estaba lleno de preocupación y suspiré一. No sé si podré pagarlo...
Horacio me miró y me dio un beso en la mejilla, como intentando calmarme un poco, entonces miró a Armando.
一¿Puedes decir una cifra aproximada? 一pidió, el plan no era que fuera una avería cara, con que fuera una pequeña nos bastaba pero nos venía muchísimo mejor, sería más convincente decir que no podíamos pagarla así.
Armando sacó una pequeña libretita y un bolígrafo, comenzó a escribir algunas cosas y luego arrancó la hoja, tendiéndonosla, Horacio la agarró y abrió mucho los ojos sorprendido así que se la quité de las manos. En ella había una cuenta, donde Armando había puesto la mano de obra y las piezas, sumando todo al final, era bastante dinero, por supuesto yo podía pagarlo porque tenía bastante dinero ahorrado pero debíamos hacer como si no.
一Joder... 一susurré negando con la cabeza y apreté el papel en mi puño, me pasé la mano por la cabeza despeinándome un poco y miré a Armando一. ¿Cuánto crees que me darían por ese coche con una avería así?
一¿Vas a venderlo? 一preguntó Armando, sorprendido, seguramente no esperando esa respuesta por mi parte.
一Sí, tenía algo de dinero ahorrado y nos hemos mantenido con eso pero no nos queda tanto dinero, ahora me arrepiento de la vida llena de lujos que he estado teniendo, malgastando el dinero en el casino y mierdas así 一dije y en mi voz se notaba lo enfadado que estaba.
Estaba mintiendo por supuesto, podía haber gastado mucho dinero pero ganaba bastante siendo comisario, no tenía familia y hacía muchísimas horas extras que hacían que mi sueldo fuera incluso mayor, podríamos seguir viviendo unos cuantos meses y pagar esa avería sin problemas.
一¿No te ha quedado ninguna paga después de tantos años en la policía? 一Yo negué con la cabeza.
一No, al renunciar y no ser un despido no me corresponde nada..., no queda de otra que venderlo, me da pena porque me encanta pero, es lo que toca 一dije resignado, Armando asintió sin decir nada y nos siguió a Horacio y a mí al interior del taller.
Fui hasta mi coche y di unos golpes suaves en el capó mientras negaba con la cabeza, cualquiera que me viera vería a una persona triste por tener vender su coche, uno bastante caro además, Armando nos miraba en silencio pero fue hasta donde estaban los demás y comenzaron a hablar.
Horacio y yo nos quedamos allí, esperando que me dieran las llaves para poder irnos, después de unos minutos Armando se acercó a nosotros con una aire de misterio y nos pidió que le siguiéramos, Horacio y yo nos miramos y lo seguimos sin entender muy bien que pasaba.
Entramos en una especie de despacho pequeño y Armando cerró la puerta, tenía un ventanal que dejaba a la vista el taller pero cerró la cortina, haciendo que nadie pudiera vernos, creando un aire de misterio a la situación que ya de por si lo era lo suficiente.
一Mirad, llevamos unos meses conociéndonos y sé que vuestra situación no es fácil..., os voy a echar una mano porque sé que habéis dejado a Conway y a la policía y me habéis demostrado que no era mentira. 一Yo miré a Horacio y él a mí sin entender nada.
Armando volvió a sacar la libretita con la que nos había hecho la pequeña factura en sucio y escribió en ella, arrancó de nuevo la hoja y nos la tendió, yo la agarré, en ella había un número y un nombre.
一¿Nadando? 一pregunté y lo miré.
一Sí, es un tipo que viene aquí a veces, siempre enmascarado, ya sabes que aquí no hacemos demasiadas preguntas pero me dijo que si alguna vez necesitaba dinero ahí estaba, no sé mucho pero sé que anda metido en temas de drogas, sí realmente necesitáis el dinero llamadlo.
Horacio y yo nos miramos y él agarró mi mano, apretándola.
一No lo sé, Armando 一hablé, volviendo a centrar mi atención en él一. Muchas gracias pero, tenemos que pensarlo un poco, no puedo decir que sí o que no sin que antes lo hayamos hablado.
一Está bien pero si queréis llamadlo, deja aquí el coche, si decidís llamar lo arreglamos y si no pues te lo llevas para venderlo. 一Miré a Horacio y él asintió.
一Gracias, Armando.
一De nada, para eso estamos los amigos.
Nos despedimos de Armando y salimos de allí dejando el coche, nos decidimos por ir caminando, dando un paseo, nuestra casa estaba a las afueras de la ciudad pero llamaría demasiado la atención que pidiéramos un taxi si supuestamente no teníamos dinero.
Cuando llegamos era un poco tarde y el sol ya se estaba ocultando, cerré la puerta y suspiré yendo directo al sofá para sentarme en él y quitarme los zapatos, Horacio hizo lo mismo, terminamos pidiéndole a alguien que nos trajera y Horacio de alguna forma lo consiguió convencer así que no tuvimos que andar tanto.
一¿Vas a llamar ya? 一preguntó Horacio dejándose caer a mi lado y yo negué.
一No, llamaré mañana para que quede más real el que hayamos pensado en ello detenidamente.
一Joder, no esperaba que fuera tan fácil, nos ha costado bastante poco, sobre todo porque la avería era carísima 一dijo él aliviado.
Cuando salimos de la casa ambos estábamos un poco nerviosos de que pudiera salir mal o que no fuera creíble, tuvimos la suerte de que fuera totalmente creíble y que Armando nos creyera tanto como para darnos el número.
Saqué el papel de mi bolsillo y lo dejé sobre la mesita frente al sofá, después abracé a Horacio y suspiré.
一Hemos tenido suerte, diremos que tú me has convencido ya que a mí hacer ilegalidades no me va, será más creíble.
一Sí, yo diré que te convencí porque ya he vendido drogas antes y sé que puedo hacerlo.
一Podríamos decir que tu querías ir solo pero a mí me asustaba que te pasara algo y por eso acepté... 一sugerí y él lo pensó unos segundos.
一Me parece un buen plan, solo nos quedaría llamar.
Sonreí y besé su frente, el plan estaba funcionando y solo nos quedaba mantenerlo en marcha, teníamos que ser cuidadosos y lo estábamos siendo, confiaba plenamente en que Horacio lo haría perfectamente en la infiltración y yo también daría lo mejor de mí, teníamos mucho en juego.
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Aquí tenéis el capítulo 28! Cada vez están más cerca de la mafia...
En fin, nos vemos en el siguiente capítulo ✨(っ◔︣◡◔᷅)っc(◕︣◡◕᷅c)✨
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Back to you ~Volkacio~
FanficLos payasos habían secuestrado a Horacio y Volkov solo tenía una oportunidad para salvarlo pero ¿cómo hacerlo cuando para Horacio que él viviera era más importante que su propia vida? Volkov despierta sobresaltado en un sitio familiar pero lejano en...