Los payasos habían secuestrado a Horacio y Volkov solo tenía una oportunidad para salvarlo pero ¿cómo hacerlo cuando para Horacio que él viviera era más importante que su propia vida?
Volkov despierta sobresaltado en un sitio familiar pero lejano en...
Los tiros llenaron el lugar en cuanto la cuenta llegó a cero, no tardamos demasiado en comenzar a herirnos mutuamente, los disparos eran tantos que no se sabía si eran por nuestra parte o por los enemigos.
El tirador nos estaba poniendo en una posición bastante complicada así que miré a Horacio a mi lado y tiré de él, escondiéndonos ambos detrás del coche, algunos agentes ya habían sido abatidos, Gustabo entre ellos.
一¡Esto pinta muy mal! O terminamos con el tirador o no podremos entrar 一hablé y él asintió, consciente de la situación.
一¿Qué hacemos? 一preguntó un poco preocupado, cada vez quedábamos menos y todavía debíamos entrar en la joyería.
一Yo me moveré, él irá por mí ya que me tendrá más a tiro y tú entonces debes aprovechar para abatirlo, si no lo haces de una será el final 一dije mirándolo y sus ojos se abrieron por la sorpresa,
一Eso no va a salir bien 一respondió y en su voz se notaba que estaba nervioso, suspiré y puse la mano en su hombro, mirándolo fijamente.
一Horacio, va a salir bien, confío en ti, si conseguimos abatir al tirador solo tendremos que entrar 一dije y sin más me incorporé un poco一. Iré hacía esa coche, venga, joder, que eres puto héroe.
Y sin esperar una respuesta por su parte salí corriendo, tal y como pensaba el tirador se fijó en mí ignorando a Horacio y aunque una de sus balas me rozaron para cuando llegué al coche a cubrirme los disparos habían terminado.
一¡Abatido! 一gritó Horacio por radio y suspiré aliviado, miré a mi alrededor, Conway había caído también, solo quedábamos Horacio, Greco y yo.
一Vamos a entrar, Greco y yo a los laterales, yo a la derecha, Greco a la izquierda, en cuanto entremos entras tú, Horacio y abatimos a esos hijos de puta, ¿entendido? 一hablé por radio, tomando el mando ya que Conway no podía hacerlo.
一¡10-4! 一respondieron los dos a la vez y se acercaron a mí.
Rodé para estar en el lado derecho de la puerta, quedaban algunos sujetos aún ya que dispararon sin pensar en cuanto me vieron, levanté la mano, contando hasta tres lentamente, posicioné el arma y después de asentir con Greco los dos echamos la puerta abajo, entramos y los tiros llenaron todo, por suerte los individuos fueron abatidos sin darnos más problemas.
Nos dividimos para comprobar que nadie estuviera aún en disposición de su arma o escondido y suspiramos aliviados al ver que el robo había terminado.
一Vamos a sacar a todos de aquí, llamamos a los médicos y mientras buscamos las identificaciones. 一Comandé y ambos asintieron.
Sacamos a todos y los dejamos en un sitio más accesible para cuando los médicos llegaran, anotando la identificación de los ladrones para agilizar el proceso cuando llegáramos a la comisaría.
一Oye, Conway ha comido suelo 一comenté mientras agarraba la billetera de uno de los ladrones con Horacio a mi lado.
一Sí, Gustabo también, pringado 一dijo él, divertido.
Entonces me incorporé y le hice una seña, quitándome el casco para acercarme donde estaba Conway adolorido, esperando en el suelo, saqué el celular, le hice un gesto a Horacio y cuando llegó rodeé sus hombros con mis brazos haciéndonos una foto frente a Conway tirado en el suelo, saliendo él de fondo.
一Hijos de puta... 一susurró Conway, mirándonos y ambos reímos.
一Este va a ser mi fondo de pantalla, la voy a enmarcar y todo 一dije yo. poniendo rápidamente la foto de fondo de pantalla.
Los médicos llegaron y luego tuvimos que llevar a los detenidos a las celdas, cuanto terminamos miré a Horacio, él estaba esperándome fuera ya que yo había estado procesando al último.
一Oye. Volkov... 一susurró él, mantenía las manos en la espalda y aún llevaba el uniforme táctico como yo, sin el casco.
一¿Sí? 一pregunté mirando en la PDA a quienes acabamos de procesar, de forma distraída.
一¿Por qué me besaste? 一preguntó haciendo que la PDA se me resbalara de las manos por la impresión, la agarré rápidamente de forma un tanto torpe y lo miré un poco sorprendido por la pregunta, desvié la mirada y carraspeé.
一¿No puedo besar a mi novio? 一pregunté, estábamos frente a las celdas, los detenidos estaban allí, casualmente todos eran mecánicos, el grupo de Armando para ser concretos y todos estaban muy callados en las celdas.
一Bueno..., sí, claro, puedes 一dijo Horacio con una pequeña sonrisa mirando hacía abajo, entonces me acerqué a él y lo abracé, él en un primer momento se quedó muy quieto pero luego me correspondió一. No creo que sea apropiado....
一Son ellos 一le susurré mientras lo seguía abrazando, cortando su frase, él se quedó callado, no entendiendo qué quería decir一. Ellos son la mafia que estamos buscando y ahora mismo están muy pendientes de ti y de mí..., el plan acaba de comenzar sin que te dieras cuenta.
Horacio no dijo nada pero sentí como asintió suavemente, me separé de él y lo miré con una sonrisa, pasando la mano por su cresta, despinándola.
一¿Quieres patrullar conmigo? 一Él sonrió y asintió, Gustabo había salido de servicio diciendo que había tenido suficiente por hoy así que teníamos vía libre para ir juntos a patrullar.
