Capítulo 24

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Dejé la pesada caja en el suelo y suspiré, cansado me limpié el sudor de la frente y miré a mi alrededor, la pequeña casa estaba amueblada de forma rústica, todo era de madera y apenas había muebles, Horacio decía que era mejor porque así nos podríamos mover con más libertad.

一¿Esa es la última? 一preguntó Horacio saliendo de la cocina, estaba limpiándola un poco ya que la nevera estaba llena de grasa.

一¡Sí! 一respondí sonriendo, cerrando la puerta detrás mía, habíamos alquilado una furgoneta para poder llevar todo nosotros y no tener que contratar una empresa de mudanzas.

Puse los brazos en jarra y miré a mi alrededor, era muy diferente a lo que estaba acostumbrado, la mansión de Horacio o la casa en la que vivía en este tiempo, todo era mucho más lujoso, aun así si estaba acostumbrado a vivir con menos cosas, en Rusia mi vida era así, más sencilla.

Suspiré y me agaché agarrando la caja para llevarla a la habitación, la solté sobre la cama que aún no tenía puestas las sábanas y comencé a sacar la colorida ropa de Horacio, comenzando a ordenar el armario con nuestra ropa mientras Horacio se encargaba de la cocina y organizar la comida en ella.

Cuando terminé bajé y lo ayudé a preparar algo para comer, comimos en la pequeña mesa frente al televisor sentados en el sofá, mientras comíamos lo miré, llevaba una camiseta vieja que se había manchado mientras limpiaba y unos pantalones con algunos agujeros, posiblemente igual de vieja que la camiseta. Íbamos a vivir juntos allí, incluso íbamos a estar sin trabajar durante un tiempo así que eso significaba pasar todo el tiempo o la mayoría de él juntos, básicamente como pasaba antes de viajar al pasado pero con la diferencia de que ahora éramos pareja.

一¿Qué opinas del sexo? 一pregunté de repente, ni siquiera pensé en ello, solo lo dije tal y como se me vino a la mente, sabiendo que si lo pensaba jamás sacaría ese tema que llevaba posponiendo ya demasiado tiempo, Horacio estaba bebiendo una lata de gaseosa y terminó escupiendo, tosiendo.

一¡¿Qué?! 一preguntó una vez dejó de toser y se limpió la boca con una servilleta, ignorando el desastre que había hecho sobre la pobre mesa que se había llenado de su bebida al escupirla.

一Pues..., eso 一dije sin más, no me sentía capaz de repetir la pregunta una segunda vez.

一¿Quieres hacerlo? 一dijo él un poco tímido y ahora fui yo quien comenzó a toser con al bebida, la solté en la mesa decidiendo que era mejor apartar la comida un momento para esta conversación y me senté de lado para mirarlo, él hizo lo mismo, terminando ambos frente a frente sentados en el sofá.

一No sé, ¿tú quieres?

一Hombre, a ver, sí, claro, el cuerpo es el cuerpo, pero si tu no quieres esperaré.

一Ya pero..., no sé, ¿cuánto?

一¿Cuánto qué?

一¿Cuánto vas a esperar? 一pregunté y miré hacía mis manos, suspirando一. Tú siempre has sido muy atrevido en ese aspecto y, ya sabes, el cuerpo es el cuerpo como tu has dicho.

一A ver, no soy un perro en celo, puedo aguantar sin sexo hasta que tú estés listo.

一¿Y si nunca estoy listo?

一¿Tú no sientes curiosidad por hacerlo? Bueno, estoy dando por hecho que nunca lo hiciste..., ¿lo has hecho alguna vez?

Silencio, me rasqué la nuca, realmente era una pregunta complicada pero entendía que era totalmente necesario y era mi pareja, él debía saber esas cosas.

一Pues la verdad es que no, por eso te pregunto, no es que no me atraigas, quiero decir, me gusta cuando nos abrazamos y cosas así pero, es dar un paso bastante grande y sin duda es un tema que me pone un poco nervioso 一susurré un tanto avergonzado.

Back to you ~Volkacio~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora