Regina se despertó al escuchar su móvil sonar, el día anterior había puesto la alarma por si acaso se quedaba dormida. Al despertar se encontró con una cabellera rubia desparramada arbitrariamente sobre su almohada.
Emma dormía boca abajo con su brazo bueno debajo de la almohada mientras que el otro colgaba por su lado de la cama. Regina no pudo evitar sonreír al ver la postura y al darse cuenta que el estridente sonido de su móvil no la había despertado.
La morena se levantó primero, se dio una ducha y se colocó una ropa más informal de lo habitual y salió en dirección a la cocina. La rubia parecía tan apaciblemente dormida que no deseaba despertarla aun. Preparó un café para ella y un chocolate para Emma, ya pararían a desayunar algo más apropiado de camino a Boston.
Regina subió con ambas tazas en su mano y se encontró con Emma en la misma postura pero ahora en el centro de la cama y destapada. No pudo evitar tragar saliva al ver la espalda desnuda de la rubia.
-Emma.- La llamó dejando caer la sábana sobre el cuerpo de la rubia.- Swan...- La volvió a llamar esta vez dejando un beso en su espalda.
-Un poco más...- Pidió esta que se removió ligeramente.
-Tenemos que salir ya.- Explicó Regina sonriendo.
Emma se percató de donde estaba y de que había quedado con la morena y se levantó rápidamente volviendo a dejar caer su sábana a la cama. Regina no pudo evitar mirar con deseo el cuerpo de la rubia.
-Gracias.- Dijo cogiendo la taza que le tendía.
-Desayunaremos por el camino.- Soltó Regina intentando no alejar su mirada de los ojos de la rubia.- ¿Puedes taparte?- Preguntó la morena.
-¿Te da vergüenza? –Preguntó sumamente sorprendida.
-Lo que me dan son ganas de saltarte encima.- Espetó entonces Regina levantándose.
-Vale... lo dejamos para después.- Dijo tapándose para que la morena dejase de mirarla así, sabía que ella tampoco podría controlarse si seguía haciéndolo.
Emma se ducho y se colocó la misma ropa que había traído la noche anterior después de haberla planchado y esperó a que Regina saliese del baño. Las dos se subieron al coche de la morena, el sol apenas estaba naciendo.
Regina le propuso ir a que se cambiase de ropa pero esta denegó la oferta, sabía que se haría más tarde y su ropa estaba limpia. Las dos sonrieron mirando como quedaba atrás el cartel de Storybrooke, Emma charlaba animadamente mientras que Regina sonreía.
-Tengo que llamar a Elsa.- Dijo entonces Emma.
-Claro, hazlo.- Espetó entonces Regina.
Emma cogió el móvil y comenzó a charlar con Elsa, había dejado el bar en manos de sus empleados. Realmente confiaba en ellos pero con todo el tema de la inundación pensaba que podría haber algún problema.
-¿cómo va todo?- Preguntó la morena cuando escuchó a la rubia despedirse de Elsa.
-Todo va bien, al menos normal.- Contestó entonces ella.- Pensé que tendríamos más problemas para reabrir pero no ha sido así.- Explicó Emma.
-Me alegro.- Dijo con una sonrisa en la cara.- Graham seguirá investigando hasta encontrar a quién haya sido el culpable.- Soltó esta.
-¿Cómo lo sabes?- Preguntó Emma que ya había perdido la esperanza de encontrar al culpable.
-Soy la alcaldesa, lo sé todo.- Contestó guiñándole un ojo para después volver a mirar la carretera.
-Touché.
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Definamos amor
ФанфикEmma Swan llega a Storybrook por casualidad y acabará montando un bar que conseguirá un gran éxito, por su parte, Regina Mills, la flamante alcaldesa del pueblo ha conseguido la prosperidad y la abundancia del lugar, que estuvo a punto de caer en el...