-Créeme o no te gustará la otra opción.- Soltó separándose de Emma para meterse en la cama.
-¿Qué haces?- Preguntó Emma que se sentía completamente excitada en ese momento.
-Descansar, es lo que todas queréis que haga.- Contestó Regina tapándose con una sábana.
Emma sonrió, esa mujer la volvería loca. Lentamente se quitó toda la ropa que llevaba puesta, sabía que Regina miraba intentando averiguar que hacía. Se metió al otro lado de la cama y se colocó mirando hacia fuera, sabía que Regina estaba haciendo un esfuerzo para no lanzarse sobre ella.
-¿Qué se supone que haces? – Preguntó la morena que se había tumbado boca arriba en ese momento.
-Descansar también.- Contestó la rubia.
-¿Desnuda?- Preguntó Regina.
-He leído un estudio que dice que dormir desnuda es muy beneficioso para la salud.- Contestó sin girarse, en ese momento sentía los ojos de Regina sobre ella y no se equivocaba. Lo supo cuando notó los labios de la morena pasar por su cuello desnudo.
-Eso se llama chantaje.- Murmuró Regina mordiendo la oreja de Emma que se encogió por las cosquillas.
-Sólo juego mis armas.- Dijo Emma que se dejaba besar y acariciar.
Regina no dijo nada más, se levantó de la cama y se quitó toda la ropa. Ahora ambas estaban completamente desnudas. Emma se colocó boca arriba y abrió un poco sus piernas para que Regina se encajara entre ellas.
Las dos comenzaron a besarse y a acariciarse lentamente. Sus cuerpos estaban completamente compenetrados y se disfrutaban enormemente. Se movían lentamente cuando Emma notó algo en su mano.
-Regina, Regina, para.- Pidió pero la morena parecía no escuchar sus palabras.- Para, por favor.- Dijo de nuevo y esta vez sí se detuvo.
-¿Qué pasa? ¿No quieres?- Preguntó Regina que no entendía nada.
-No es eso.- Contestó Emma.- Estas sangrando.- Dijo mirando el brazo de Regina y su mano llena de sangre.
-No es nada.- Susurró la morena que volvió a besarla.
-Nena, para por favor.- Pidió Emma que estaba sumamente preocupada.- Déjame que vea si es grave.- Regina soltó un quejido de frustración y se sentó en la cama.
Emma se levantó y fue al baño a por una toalla, después de limpiarse bien sus manos volvió al dormitorio donde Regina seguía esperándola. Lentamente quitó la venda que cubría la herida y se dio cuenta de que tenía un color bastante feo.
-Vamos al hospital.- Dijo levantándose.
-No es nada.- Aseguró Regina que miró la herida. Realmente no tenía buen color pero no quiso darle más importancia.
-No es una pregunta.- Soltó Emma que salió del vestidor con unos pantalones de deporte y una camiseta para que Regina se vistiese.- Debería de traer algo de ropa.- Pensó en voz alta.
-¿Es eso una proposición?- Preguntó Regina que seguía desnuda.
-Venga, por favor.- Contestó Emma que no estaba de ánimo para juegos.- Vístete y luego hablamos de eso.- Aseguró la rubia que le dejo hasta la ropa interior encima de la cama.
Regina tuvo que reconocer que se le hinchó el corazón al notar la preocupación en Emma. La rubia no estaba para juegos y se sentía un poco frustrada de que Regina no le hiciese caso en lo que le estaba pidiendo, en un momento de enfado lanzó una mirada a la morena haciendo que esta comenzase a vestirse.
-Te queda muy bien mi ropa.- Aseguró Regina mirando a Emma con unos de sus vaqueros y su camisa.
-Un poco corta.- Dijo metiéndose sus botas para que no se viese que los pantalones le quedaban por encima de los tobillos.
-Aun así, me gusta cómo te queda.- Soltó Regina que ya estaba lista.- Aunque me siento un poco ofendida.- Dijo y Emma la miró en ese momento sin entender nada.- A mí me das esto y tú te coges eso.
Regina llevaba su ropa de deporte negra con unas zapatillas mientras que Emma había cogido unos de los vaqueros negros más pegados que tenía la morena y una camisa blanca. La ropa de Regina le estaba un poco grande pues la alcaldesa tenía unas curvas que ella disfrutaba pero que por desgracia no poseía.
-Tú eres la paciente, además dudo que quieras manchar uno de tus caros trajes.- Dijo Emma levantándose para salir.
-Siempre pensando en todo.- Regina intentó besar a Emma pero esta se alejó.
-No intentes distraerme.- Emma conocía muy bien ese juego y no iba a caer tan fácilmente.- Cuando vengamos del hospital prometo hacerte lo que quieras.- Le murmuró al oído.- Ahora vamos.
Regina tardó unos segundos en recuperarse de las últimas palabras de Emma y salió detrás de ella. La rubia se había encargado de ponerle una venda limpia para cubrir la herida hasta que llegasen al hospital.
M&S
Ambas entraron en el hospital por urgencias, al verla llegar el doctor Whale se acercó y la metió en un box para ver que le sucedía.
Emma no dejó a Regina hablar, se encargó de explicárselo todo al doctor que en ese mismo momento retiró la venda para observar la herida que realmente se había vuelto de un color un tanto extraño.
-¿Es grave?- Preguntó Emma que casi no dejó al médico ni mirarla.
-No.- Contestó él.- Pero habéis hecho bien en venir, al parecer se ha infectado un poco.- Explicó el hombre.
-¿Lo ves?- Preguntó Emma y vio la mirada enfadada de Regina.
-Te lo voy a curar ahora y tendrá que hacerse unas curas durante un par de días. Después solo tienes que venir a que te quitemos los puntos.- Contestó Whale que ya lo estaba haciendo.- Puede que escueza un poco.- Dijo cuándo empezó a limpiarla.
Emma notó la muesca de dolor que hacía Regina y se acercó para coger la otra mano de la morena que la apretó un poco cuando lo hizo. Whale le explicó que realmente no era nada pero que debía de cuidarse para que no empeorase.
-Listo.- Dijo Whale volviendo a tapar la herida.- Le recomiendo que en 24 horas retire la venda y deje la herida al aire.- Explicó él.
-Está bien.- Soltó Emma antes de nada.
-Emma, todavía sé hablar.- Bromeó Regina que notaba el nerviosismo de su novia.
-Lo siento.- Dijo Emma.
Las dos salieron del hospital y subieron al coche de Emma. La rubia quería proponerle algo a Regina pero temía que esta no quisiese o se sintiese presionada si lo hacía. Estaba muy nerviosa y la alcaldesa lo notaba.
-¿Qué te pasa?- Preguntó Regina.
-Nada.- Contestó entonces Emma.
-Emma...- Dijo la alcaldesa con vehemencia.
-Quería saber sí te quieres quedar en mi casa.- Soltó sin respirar.- Al menos hasta que te recuperes y... no sé... solo es una idea... no quiero presionarte...- Emma empezó a divagar.
-Emma, respira.- Dijo Regina sonriendo. La rubia aún no había arrancado el coche. – Sabes... me encanta tú casa pero quizás podríamos quedarnos en la mansión.- Regina no quería que Emma pensase que no quería quedarse en su apartamento.
-Me parece bien.- Aseguró Emma.- Necesito algunas cosas de mi casa.
-Podemos pasar por allí antes de ir a almorzar.- Contestó Regina.
-Tenemos que ir a la farmacia también.- Añadió la rubia.
-Hay una cerca de tu apartamento.- Aseguró.
Las dos se encaminaron hacia el apartamento de Emma. Después de coger algunas cosas para poder quedarse con Regina pasaron por la farmacia para comprar lo que el doctor Whale le había mandado.
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Definamos amor
FanfictionEmma Swan llega a Storybrook por casualidad y acabará montando un bar que conseguirá un gran éxito, por su parte, Regina Mills, la flamante alcaldesa del pueblo ha conseguido la prosperidad y la abundancia del lugar, que estuvo a punto de caer en el...