-¿Qué quieres de cenar?- Preguntó Emma sacando su móvil.
-¿No tienes nada para cocinar?- Preguntó Regina.
-Poca cosa.- Contestó abriendo su frigorífico. Emma no era una mujer que se dedicaba a cocinar por lo que todo lo que tenía era para calentar o cosas muy simples de hacer.
-Déjame ver.- Soltó Regina mirando lo que había en el frigorífico.- ¿Tienes pasta?- Preguntó.
-Sí, en aquel armario.- Contestó.
-Perfecto, haré una pasta boloñesa.- Soltó empujando ligeramente a Emma para que le dejase hueco.
-Se suponía que eras la invitada.- Dijo Emma dando un largo sorbo a su cerveza.
-No pienso pedir cualquier comida basura, yo cocinaré.- Espetó muy segura.- ¿Tienes un delantal?- Preguntó Regina.
-Tal vez...- Contestó.- Depende...- Volvió a decir.
-¿de qué depende?- Preguntó Regina aunque sabía que la respuesta sería muy estilo Emma Swan.
-¿Te lo vas a poner sin ropa?- Preguntó también Emma.
-No.- Contesto Regina.- Tengo hambre y deseo cenar, comida.- Especificó después para no dar pie a dobles interpretaciones.
-Eres una aburrida.- Susurró Emma.
-Quizás me lo piense para otra ocasión.- Dijo la morena que ya se estaba preparando todos los ingredientes encima de la encimera.
-En el último cajón.- Dijo señalando.
-Gracias.
Regina comenzó a cocinar bajo la atenta mirada de Emma que se ofreció varias veces a ayudarla pero no había conseguido que la morena aceptase, sobre todo porque con su brazo en ese estado no conseguiría hacer absolutamente nada, solo estorbarla en la pequeña cocina.
-Prueba la cerveza.- Dijo al ver el botellín lleno.
-Voy.- Contestó Regina que se le había olvidado.- No está nada mal.- Aseguró volviendo a beber.
-¡Aleluya!- Espetó riéndose.
-Creo que puedo soportar beber de esto, pero solo de vez en cuando.- Dijo mientras seguía cocinando.- Para la próxima quiero un buen vino.- Añadió sabiendo que Emma captaría el doble sentido.
-¿Habrá próxima vez?- Preguntó la rubia coquetamente.
-Supongo que sí.- Contestó Regina.
-¿Supones?- Preguntó Emma siguiéndole el juego.
-No sé qué tan cómoda es tu cama, soy algo delicada para ese asunto.- Contestó inventándose esa excusa en el momento.
-No te preocupes, yo puedo ser tu almohada.- Soltó guiñándole un ojo mientras Regina sonreía.
Emma le contó sobre la gran cantidad de cervezas que había probado y su afición por coleccionar todas los botellines que no conocía. Regina la escuchaba atentamente mientras seguía cocinando.
-Es mi hermana.- Dijo tras unos segundos de silencio.
-¿cómo?- Preguntó Regina.
-Que sí es mi hermana, no necesito el ADN para saberlo.- Aseguró Emma.- Ella, me contó que mi madre si me quería. Me tuvo que abandonar para salvarme, en realidad nos abandonó a las dos pero a mí me habían adoptado cuando fue a recuperarnos.- Emma miraba su botella fijamente.
Regina bajó la fuerza de los fogones y se giró para ponerse en la espalda de Emma que seguía sentada en el gran taburete que allí había. La morena rodeó con sus brazos el cuerpo de la rubia y le besó el cuello. Era su manera de darle apoyo y ánimo.
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Definamos amor
FanfictionEmma Swan llega a Storybrook por casualidad y acabará montando un bar que conseguirá un gran éxito, por su parte, Regina Mills, la flamante alcaldesa del pueblo ha conseguido la prosperidad y la abundancia del lugar, que estuvo a punto de caer en el...