Capítulo 46

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El masaje dejó a ambas mujeres como nuevas, y decidieron meterse primero en la sauna un rato. Emma estaba extrañada de no ver a nadie allí. El hotel era demasiado grande como para estar solas durante tanto tiempo. Aun así, prefirió no decir nada de momento.

-Me encantas.- Murmuró Regina cuando vio que Emma cerraba los ojos y se relajaba en la sauna.

-Tú a mi también.- Aseguró sin abrir los ojos.

Regina aprovechó ese momento para en un rápido movimiento sentarse a horcajadas sobre Emma. La rubia se sorprendió, pero pasó sus manos por los muslos de la morena para evitar que se cayese.

-Alguien podría entrar.- Murmuro Emma echando su cabeza hacía atrás para recibir mejor los besos de Regina.

-No, estamos solas.- Aseguró entonces está.

Emma creyó sus palabras, sabía que Regina era capaz de cualquier cosa por lo que simplemente cogió las mejillas de la alcaldesa y después de mirarla unos segundos unió sus labios. Era un beso tranquilo mientras que sus manos se disfrutaban y se apreciaban.

La rubia tumbó a Regina sobre el banco donde estaban sentadas, Regina sonrió al ver que Emma se había olvidado completamente de donde estaban.

Tras varios minutos de besos y caricias, Regina comenzó a sentirse algo mareada. Tuvo que parar el beso de Emma, la rubia la miró extrañada.

-Estoy algo mareada.- Dijo entonces la morena.

-Creo que hemos pasado demasiado tiempo aquí.- Contestó Emma algo asustada.- Ven conmigo.- Le pidió la rubia cogiéndola de la mano.

Emma la sacó de la sauna y la acompañó a una de las duchas que había allí. Ambas se quitaron la toalla y se metieron debajo de la ducha. El agua fría hizo que su cuerpo se relajase y esa sensación de mareo desapareciese.

-Gracias.- Dijo Regina cogiendo el vaso de té frío que le ofrecía Emma.

-De nada.- Contestó sentándose a su lado.- ¿Estás mejor?- Preguntó preocupada.

-Sí, ha sido solo un mareo.- Aseguró.

-Es que hemos estado demasiado tiempo en la sauna.- Explicó la rubia.

-No me hubiese importado acabar lo que habíamos empezado.- Aseguró entonces Regina que ya se sentía perfectamente.

-Lo acabaremos en la habitación.- Dijo Emma en un tono que no dejaba opción a otra cosa.

Regina no quiso protestar porque sabía que la rubia tenía razón. Después de beberse el té y darse un rápido baño en una de las piscinas climatizadas decidieron subir a la habitación. Ninguna de las dos aguantaría mucho más, se deseaban como nunca y no podían mantener sus manos quietas.

M&S

Las dos llegaron a la habitación con sus albornoces puestos, la breve ducha había hecho que Regina se recuperase completamente y que se sintiese bien. La preocupación en Emma solo había conseguido reforzar su sentimiento de seguridad.

-Date un baño, te sentará bien.- Dijo Emma que se dejó caer en el sillón.

-¿Por qué no vienes conmigo?- Preguntó Regina.

-Porque si lo hago no te bañaras.- Contestó la rubia mirando su móvil para evitar lanzarse sobre Regina en esos momentos.

-Eres una aguafiestas.- Aseguró la alcaldesa que ya tenía preparada su siguiente estrategia.

Lentamente caminó hacía el sillón y sacó varias prendas de su maleta, por suerte Emma estaba sumamente entretenida con su móvil. Unos segundos después estaba en el baño ya.

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