Capítulo 38

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Un mes después.

Emma seguía viviendo en la mansión, lo que iban a ser dos días se había convertido en algo permanente. Ninguna de las dos quería separarse y habían instaurado una rutina que las llenaba.

Regina había vuelto a su puesto en la alcaldía, por suerte sus amigas habían hecho un buen trabajo y no había tenido demasiado problema para ponerse al día. Su madre y su tía se había trasladado unas semanas antes al pueblo. Lena seguía estando bastante molesta, aunque poco a poco se iba calmando y comenzaba a hacer su vida normal y esto alegraba a Cora enormemente. Visitaba Boston una vez a la semana para vigilar su tratamiento y su evolución, pero se encontraba mucho mejor.

Emma por su parte veía su bar reflotar y tener una gran cantidad de beneficios. Había decidido contratar durante los fines de semana a algunas bandas locales para animar el ambiente. Esto estaba teniendo un gran éxito y todo iba de maravilla. Además, había visitado Boston en dos ocasiones para ver a su hermana y su sobrino quién estaba encantado con la idea de ver a su tía.

Era viernes y Emma tenía que dirigirse al Lover para gestionar todo lo que pudiese surgir durante la noche, había contratado a una banda de Boston que parecía tener un gran éxito en esos momentos. Regina había quedado en verse con Emma un poco después allí.

-Buenas noches. - Dijo Gus entrando en el bar ya con su atuendo de trabajo.

-Hola. - Contestó Emma limpiando la barra del bar y colocando los vasos que había sacado del lavavajillas.

- ¿Y la banda? - Preguntó él ayudándola.

-Están en la puerta, sacando todo lo que necesitan. - Dijo Emma.

- ¿Y Regina? - Preguntó Gus que era de costumbre verla los fines de semana por allí, bien ayudando a Emma o simplemente tomándose una copa.

-Viene en un rato, ha terminado tarde de trabajar y se ha quedado arreglándose. – Contestó esta que no paraba de moverse.

-Esa mujer siempre tiene que estar reluciente. - Dijo Gus que en el último mes había mejorado notablemente su relación con Regina, llegando incluso a acompañarla una vez a comprar ya que Emma consiguió escabullirse.

-Sí. - Contestó sin poder evitar mostrar una sonrisa en su cara.

Emma terminó de poner todo en orden y entró en la zona que había habilitado para que estuviesen los músicos. Tocó a la puerta y tras darle permiso entró.

-Hola, soy Emma Swan. - Se presentó.

En la habitación había tres hombres completamente vestidos de negro con una gran cantidad de instrumentos.

-Hola, soy Harry. - Se presentó el más joven.- Soy el relaciones públicas.- soltó riéndose.- Digamos que mis compañeros son algo más bruscos.- Dijo en tono de broma ganándose los reproches de los otros dos.

Emma se rio también, tras dar a conocer su bar invitando a bandas locales el joven había contactado con ella para intentar actuar en el Lover. Emma que había investigado un poco se alegró enormemente pues significaba que su trabajo estaba dando sus frutos.

-Tenía entendido que erais cuatro. - Dijo Emma ofreciéndole una cerveza a cada uno.

-Así es. - Contestó Harry que iba a seguir hablando cuando fue interrumpido.

-Esta jodida camioneta no sirve para nada.- Espetó una mujer entrando con sus manos llenas de grasa a la habitación.

-Siempre tan amable. - Dijo Harry.- Esta es....-Antes de poder terminar la mujer lo interrumpió.

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