Desde lo ocurrido, una extraña tensión sexual ha aparecido en Betty.
Suspira, se está volviendo loca, sacude su cabeza, se tira en su cama, mira el techo de su habitación… Esa voz sigue apareciendo en su mente a cada rato recordando las mismas palabras.
~Es tiempo de que seas tú misma~
Aún trata de entender el significado de esas palabras.
Se levanta de la cama y comienza su día, hoy en la casa solamente se encuentra el señor Uriel, el mayor de los hermanos se encuentra en una misión fuera del planeta… aunque últimamente se da cuenta que siempre sale uno y no los dos, no negara que se siente protegida.
Termina de limpiar el área que le toca en ese día, sale a buscar la carne para sus cachorros, ya son suyo no hay nadie que refute lo contrario, cuando llegó al área se da cuenta que el señor Uriel está aquí, alza su ceja al ver cómo este está gritando, cuando termina de entrar se da cuenta que está regañando a sus cachorro,
─¿Qué están haciendo? se están volviendo unos vagos ─mira hacia la dirección hacia dos animales en especifico ─ustedes dos se han vuelto muy aragonés ─gruño.
─¿Por qué les gritas?
Uriel mira a su mujer ─No quieren entrenar, eres la culpable ─dijo fingiendo enojo — ahora son como cachorros, eso dos ─señala al lobo y Tigre ─eran ferozes ahora son dos cosas tiernas.
Betty se ríe, ella sabe que su jefe no está enfadado con ella, últimamente a formado tiempo con el señor Uriel y es sobre estos animales, pueden pasar hasta horas cuidado de ellos, es un momento que ambos le gusta hacer, en ocasiones son ella y Uzziel aunque no hablen mucho es agradable, ya no se sienta tan incómodo con el.
Desde que tomó su mano, sus sentimientos cambiaron.
En fin Betty sale de sus pensamientos, sonríe al ver cómo su jefe regaña a sus cachorros ─Ya, ya deja que comen y más tarde el entrenamiento.
Uriel hace un pequeño puchero, Betty se acerca a su jefe, besa la mejilla del más alto, aunque siendo sincera tuvo que hacerle saber que baje un poco, si ella le llega al pecho es dichosa, este par de hombres son demasiado altos.
Uriel se sonroja en grande, sonríe como bobo, besa la hermosa mejilla de la pequeña ─Eres muy hermosa.
Betty se sonroja, baja la cabeza y muerde su labio analizando las palabras del mayor ─No creo que sea verdad.
Uriel suspira, hace días atrás Carmen habló con él y su hermano sobre la pequeña mujer frente él, ella linformo que tenga cuidado en expresar sus sentimientos tan abruptamente hacia Betty, que tiene que tomar las cosas con calma, Betty a sufrido mucho a lo largo de los años y que el golpe que sufrió por las personas que pensó que eran su familia fue fuerte.
Así que él y su hermano decidieron ir con calma sabiendo que esta pequeña mujer es un poco negativa hacia ella misma.
Al final cuando sus cachorros terminaron de comer fueron al río, Betty se carcajea al ver cómo sus cachorros jugaban entre ellos mismo, se quita la ropa con pena dando a demostrar un biquini de dos piezas.
Ella sabe que su jefe la está viendo pero últimamente ha tenido valor de probarse ella misma con la ropa, un poco atrevida.
El corazón de Uriel late con fuerza al ver cómo su pequeña mujer está con poca ropa, muerde su labio y se quita su Poloche y pantalo, solamente quedando en un boxer, observa como ella entra en el agua y la sigue como un idiota.
Betty sonríe, sus cachorros se pone a su lado buscando caricia, con cuidado lo hace hasta que siente a alguien detrás de ella, muerde su labio al sentir una mano en su espalda.
─Betty.
La nombrada jadea al escuchar la voz ronca de su jefe ─S-si
Uriel huele el cabello de su pequeña mujer, le encanta como huele un rico olor a Coco, baja un poco y besó el cuello haciendo un camino de beso.
Betty hace espacio para él, su cuerpo lo está aceptando tan malditamente bien.
Uriel se pone delante de ella, la carga haciendo que ella enreda sus piernas en su cintura, la besa con desesperación, Betty profundiza el beso, sube sus manos hacia el cabello del mayor lo aprieta un poco.
Ambos jadean con necesidad.
Betty se siente muy calientes, en su vida nunca se ha sentido si, ni siquiera cuando estubo con ese hombre, hoy nunca pensó que esto pasaría, se siente tan bien.
Siente la dureza de su jefe y comienza a moverse de arriba para abajo con necesidad, su clítoris está siendo ese duro falo, muerde el labio del mayor, lo desea pero sabe perfectamente que no es correcto, pero no puede detenerse.
Ambos se miran con intensidad, Uriel la aprieta, muerde el cuello de ella con deseo, con cuidado baja su mano hacia él intimidad de ella, besa sus labios pero su mano no deja de jugar, busca ese lugar que desea algún día enterrar su falo.
Con cuidado mueve la parte baja del bikini hacia un lado, dándose cuenta que está resbaloso, succiona un poco la lengua de su mujer, con cuidado juega con el clítoris de ella, su mujer comienza a moverse haciendo que su falo también sea estimulado.
En el cuerpo de ambos algo quiere salir ninguno sabe que es pero lo desea bastante, ambos gimen con fuerza al sentir la presión que sale tan ricamente.
Ambos se miran, están respirando con fuerza.
Betty abre sus ojos en grande por primera vez tuvo un órgasmo, nunca lo había tenido, eso se sintió muy bien.
Uriel mira con timidez a su mujer, nunca habia tenido relaciones sexuales, su hermano si pero el no, nunca había deseado una mujer antes.
Betty escapa de su jefe con la cara muy roja al entender lo que acaba de pasar, la vergüenza se la está comiendo por dentro.
Uriel solo se ríe, había visto la cara roja de Betty.
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Mucama (+18 saga Agencia Intergaláctica )
RomanceCon el corazón roto Betty Castillo sale de la casa donde creció, donde su padre le dio amor y cariño. A pesar de que nunca tuvo una relación tan buena con su madre aún así la quería. Su mundo se destruyó cuando vio a su ex prometido y su madre en la...