A la mañana siguiente.
Betty baja a la primera plana, abre la nevera y busca algunas cosas para hacer algo de desayuno, habían tenido muchas acción toda la noche.
No negará que hay abajo le duele un poco, no fuera nada uno, pero son dos anaconda para ella solita, se ríe por lo bajo, quién diría que su vida esté así.
Antes nunca había sentido un orgasmo en la intimidad y mira ahora, sus chicos con solo sus dedos la hicieron ver las estrellas y anoche, por Dios fue increíble.
Su sonrisa se muerde al recordar que tiene una charla pendiente, suspira bien fuerte. Cuando terminó de preparar el desayuno, sus chicos fueron bajando.
─Buenos días chicos ─saludo Betty dándole un beso a cada uno.
─Buenos días preciosa/ pequeña ─murmuraron medio adormilados ambos hermanos, el olor a comida lo habían despertado.
Cuando terminaron de desayunar, Betty salió rápido a darle de comer a sus cachorros y darle un poco de mimos, tampoco negará que está huyendo de sus hombres.
Pero al final no pudo escapar más, sus chicos celosos la llevaron a casa, estos peleaban con sus cachorros por su atención, al final sus hombres le ganaron.
Ya era hora de hacer el almuerzo así que lo hizo con ayuda de sus chicos, aunque ellos solamente cortaron algunas cosas y ya, cuando terminaron de comer se sentaron en la sala, había llegado el momento de hablar.
Betty vota todo el aire contenido ─Antes no entendía por qué me pasaba esto, después de que comencé a recordar mi pasado, comience entender porque ─guarda silencio ─yo… no puedo tener hijos, los experimentos que hicieron me causaron daños.
─Días atrás los médicos me llamaron para confirmar mi situación, los experimentos se acoplaron bien en mi cuerpo.
Muerde su labio ─Mi útero está completamente dañado, no hay reparación, mi padre gastó una fortuna tratando de ayudarme, todo fue en balde… no hay forma de repararlo.
Los gemelos se quedan callados, Betty los mira con un poco de miedo, al ser mujer prácticamente su única función es procrear pero ella no puede hacerlo.
Los chicos se sientan al lado de ella, cada uno toma una mano, la besa con cuidado, el mayor sonríe un poco ─Ya que estamos diciendo secreta diremos el de nosotros.
Betty los mira extrañada, aún así confirma.
Uriel baja un poco la cabeza aun la culpa lo calmo me día a día todo fue su culpa.
─No lo es ─dijo Uzziel, sabiendo los pensamientos de su hermano menor, mira a su mujer y solo sonríe ─. Hace dos años… Estábamos en una misión, esa vez fuimos solos ya que no era complicada, era un tratado de paz con un planeta vecino, llegando fuimos atacados por una nave pirata, al ser solo nosotros dos fuimos superados en arma.
─Fuimos capturados ─continuó Uriel ─nos torturaron unos días, eso para nosotros no fue nada pero… el día que decidimos irnos las cosas se complicaron un poco, estaban por atacarme, con una arma de un tipo de hierro que puede sanar pero deja cicatriz.
Baja más la cabeza ─Mi hermano se interpuso en el medio y fue herido en mi lugar, la herida fue en una parte vital.
─La parte vital fue mi pene ─dijo Uzziel ─me lo destruyeron para así decirlo, la suerte que se pudo construir y tener algunas de mis funciones normales… solo que… no podré tener hijos.
Betty se sorprende, no espero esto, más al escuchar que una de sus pareja casi se queda sin miembro viril.
─Así que Betty ─dijo Uriel besando la mejilla de su mujer ─por los hijos no te preocupes, nosotros nunca quisimos de todos modos, nuestro estilo de vida es complicado, casi no estamos en el planeta, vivimos más en la nave que aquí.
─La verdad estamos aquí es por Carmen, ella dijo que tenemos que descansar, y está vez que duraremos este mes, es por qué queremos estar contigo ─continuó Uzziel.
─Si algún día ─ dijo el mayor besando la mano de su mujer ─quieres tener hijos, podemos adoptar, se que te gustan los niños.
Betty abre sus ojos, pequeñas lágrimas bajan por su mejilla, sus chicos son tan buenos, nunca espero esté acontecimiento.
─Gracias chicos ─dijo con una pequeña sonrisa ─Dios ha puesto buenos hombres en mi camino.
─No somos buenos hombres Betty, hemos matado a personas, nuestras manos están manchadas de sangre.
Betty mira al mayor, besa sus labios, toma sus manos y la besa, se aleja un poco y mira al menos también besas sus labios y besa sus manos.
─No importa, mis manos también están manchada de sangre ─betty aprieta sus manos con cariño ─hoy dimos un paso en decir nuestros secretos.
Los gemelos mayores se miran, bajan un poco la cabeza, como le pueden decir a su mujer que están siendo casados.
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Mucama (+18 saga Agencia Intergaláctica )
RomanceCon el corazón roto Betty Castillo sale de la casa donde creció, donde su padre le dio amor y cariño. A pesar de que nunca tuvo una relación tan buena con su madre aún así la quería. Su mundo se destruyó cuando vio a su ex prometido y su madre en la...