Con cuidado quita la mano del hombre ─Es diferente a la foto.
Uriel con cuidado camina detrás de ella ─Porque no es un lobo de la tierra.
Betty llega hacia el lobo, levanta la mano, le acaricia la oreja.
Cierra los ojos y suspira al recibir la encantadora caricia, Betty sonríe abraza al enorme lobo ─Eres muy suave.
El lobo gruñe en negación, Betty se ríe como si fuera entenderlo,casi se cae al recibir el suave cabezazo de alguien, baja un poquito la vista y mira al gran tigre.
─¿Estás celoso? ─Betty se ríe ─tengo amor por todos─ mira a su jefe ─estaré encantada en cuidarlos.
Uriel confirma esta sorprendido al ver cómo estos dos animales gruñones se comportan como dos cachorros, niega con diversión.
Después de un rato llegan hacia la casa, tanto Betty como Uriel encuentran la mesa hecha, el desayuno hecho por Uzziel, este consiste en unos extraños huevos revueltos con pan tostado o mejor dicho pan pequemados.
Uriel mira a Betty apenado.
─¿Lo hizo usted Sr. uzziel? ─esto solamente confirma ─se ve rico ─dijo Betty emocionada, en su vida solo su padre ha cocinado algo por ella, prácticamente era exactamente igual.
Los tres comienzan a comer.
Betty comienza a llorar, sabe horrible pero aún así está delicioso, sabe igual a lo que su padre le hacía.
Los gemelos Volkov se alarman al verla llorar ─¿Qué pasa? ¿por qué lloras? ─preguntan al mismo tiempo.
─No es nada ─dice Betty quitándose las lágrimas ─, este plato me recuerda a mi padre ─sonríe con tristeza ─el siempre me lo hacia todas las mañanas, es igual que ustedes ─varias lágrimas bajan por su mejilla ─, quema hasta el agua, pero aún así se esforzaba para darme aunque sea el desayuno hecho ─mira con cariño al mayor de los gemelos ─¡Muchas gracias¡ Sr. Uzziel muchas gracias.
Se levanta y abraza al gran hombre.
Uzziel se congela sin saber que hacer, nunca además de su hermano a abrazado a alguien, mira con desesperación a su hermano menor, esté solo le dice que la abraza, con cuidado envuelve a la pequeña mujer, el agradable olor a canela llega a su nariz, suspira encantado.
─Si quieres puedo seguir haciéndolo para ti ─dijo aún abrazándola.
Betty se aleja un poco.
Ambos están a centímetros ─ ¿Enserio? ¿de verdad lo harías?
─Si.
Betty lo abraza con fuerza, le da un beso en la mejilla ─Gracias ─se despega y va hacia su asiento y termina de comer su desayuno.
Ella no notó que el gran hombre quedó congelado y con un gran sonrojo, Uriel se rió por lo bajo aunque un poco envidioso, a él no le dieron un beso.
⬤⬤⬤⬤
Hoy comenzó con su labor, así que comenzó por las habitaciones de sus jefes, estos se habia ido a trabajar, llegarán en la noche, hoy solamente limpiará las habitaciones y oficinas de ellos, ya que mientras haga la comida irá haciendo un poco de limpieza en la cocina, la suerte que en la casa no hay muchas cosas innecesaria y podrá terminar rápido.
Más tarde hará su horario de limpieza, también tiene que organizar las dos veces que le dará de comer a los cachorros, sus jefes le dijeron que cada tres días llega bastante carne así que por eso no tiene que preocuparse.
Cuando terminó de todo aún era muy temprano, ya limpio, cocino y le dio de comer a los cachorros, ahora quiere hacer algo de jardinería, a pesar de su gran cuerpo está acostumbrada hacer muchas cosas en el día.
Antes en la tierra podía limpiar hasta tres o dos casas al día, aunque no mentira que cuando tocaba cama de una vez caía se dormida.
Mientras quitaba la maleza, sintió dos presencia, voltea y sonríe ─¿Qué hacen aquí?
Ambos se acercan a ella en búsqueda de caricias, y quien es Betty en negarlas, duro un rato jugando con ellos, sin darse cuenta cae dormida, encima del gran lobo, el tigre pone su cabeza en las piernas de ella, el lobo se acomoda, ellos también caen dormido.
Un coche llega a la cabaña, ya la noche cayó, de ellos bajan dos hombres altos, fruncen la ceja al ver un bulto, con cuidado se acercan, abren los ojos al ver a la pequeña humana en medio de estas dos bestias durmiendo.
─Te lo dije hermano, se comportan como dos cachorritos ─dijo con gracias Uriel, encantado con la vista.
Uzziel mira con un extraño brillo a la pequeña mujer, su corazón no puede dejar de latir desde que esos pequeños brazos lo envolvieron ─La quiero para nosotros.
Uriel mira sorprendido a su hermano, una gran sonrisa aparece ─Pues es nuestra.
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Mucama (+18 saga Agencia Intergaláctica )
RomanceCon el corazón roto Betty Castillo sale de la casa donde creció, donde su padre le dio amor y cariño. A pesar de que nunca tuvo una relación tan buena con su madre aún así la quería. Su mundo se destruyó cuando vio a su ex prometido y su madre en la...