Mucama (+18 saga Agencia Intergaláctica )

27

Estos días que los chicos se fueron, fue asfixiante, la suerte también me sirvió para organizar mis pensamientos y los temas que quiero hablar con ellos.

Gracias a Dios sus chicos llegan mañana. La misión de ellos se había complicado un poco por eso había durado un poco más.

Algo que ella ha estado haciendo es hablar con la voz de su cabeza, si suena raro y loco pero lo ha hecho, y la verdad no sé siente incómodo como al principio, pero no negará que en muy en el fondo sabe que es parte de ella, solo que aun no quiere aceptarlo.

Esas imagenes que a tenido desde hace tiempo aún siguen apareciendo en su mente, tortura, matanza, gritos, llanto, todo a sido muy confuso pero poco a poco fue encontrando sentidos en ella.

Está recuperando su memoria, y sabe perfectamente que esa voz es su personalidad verdadera, comprendió que fue bloqueada años atrás por su padre y esa chica Briana.

Ha tenido algunas lagunas de imágenes de ella, pero no con este cuerpo que tiene ahora sí no más flaca, demasiado flaca estaba en sus huesos y tenía cabello.

Pero una imagen es más visible, Briana había evitado un esperimentos en ella, y Briana lo tomó en su lugar, por eso es la causa de que Briana no tenga cabello.

Suspira, todo esto es demasiado para ella, solo quiere estar con sus chicos y acurrucarse.

⬤⬤⬤⬤

─No le digas a Betty ─expresó el mayor saliendo de la cápsula.

─Hermano... ─exclamó el menor.

─Solo no lo hagas ─dijo Uzziel acariciando el cabello de su hermano ─no quiero preocuparla, además ya estoy bien.

─Puedes estar bien ahora pero y después Uzziel ─dijo Uriel mirando los ojos de su hermano ─Esto se está saliendo de control, ya van varias veces que quieren acabar con nosotros.

Uzziel solo se queda callado, escucha atentamente cada palabra que su hermano, muerde su labio ─creo que es mejor que dejemos a Betty, es posible que ella... corra peligro con nosotros.

─NO... no pienso dejar a mi mujer, la única mujer que ha acelerado mi corazón podrido, la única luz que tenemos en esta oscuridad, hermano estás loco ─gritó Uriel enojado.

─Calmate ─demandó Uzziel ─crees que yo quiero hacerlo, ella corre peligro, somos un peligro andante, donde quiera que vamos traemos desgracias ─grito enojado ─crees que yo la quiero dejar, no, esa mujer se coló en mi corazón, se clavó en él y nunca podrá salir... no quiero que corra peligro.

─Hermano somos fuerte, lo seremos más al lado de ella, ya lo somos, no te has dado cuenta que nos sentimos más vivos, por Dios, solo no vuelva a decir eso, encontraremos una solución,

Uzziel suspira, creerá en las palabras de su hermano, él tampoco puede dejarla, solo no quiere que ella corra peligro.

Los intentos asesinos se están incrementado cada día día, el enemigo realmente quiere matarlos.

Ahora mismo sus heridas fueron sanadas por completo, no tiene ni un rasguño, fueron atacados cuando había terminado su misión, ellos y su tripulación salieron victoriosos pero lastimados, está vez fueron con todo.

─Vamos a casa, nuestras mujer nos espera ─dijo el mayor poniéndose de pie.

─Vamos, pero saca ese día que tuviste, tu puedes dejarla pero yo no ─dijo el menor saliendo de la ala médica.

Uzziel suspira se ríe por lo bajo, hasta se quiere dar una galleta, él no quiere dejar.