Te Amo

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#Hannigram #Corto #OS

Entró a la casa de Will lo más silencioso posible, no quería molestar al agente más de lo que lo había hecho, era una lastima que Will ya se había despertado.

Hannibal se acercó al sofá que había ubicado en una perfecta posición para así poder apreciar la tranquilidad con la que dormía Will. Jamás y nunca hubiese imaginado que el ver la respiración apacible de alguien pudiera generarle felicidad pero ver a Will y saber que con cada inhalación y exhalación significaba que estaba vivo, que estaba aquí con él y en cualquier momento despertaría para lanzar sus comentarios mordaz.

Vio a Will acomodarse en su cama y aunque quiso ofrecerle ayuda prefirió callar, estaba seguro que el agente estaba molesto por haber intentado comerlo en Italia, lo sabía... Fue una tonteria y no volvería a pasar, sólo debía disculparse.. vio su cuaderno con ciertas fórmulas escrita que sabía aún no podía echarlas a andar, no podía devolver el tiempo, sólo podía intentar enmendar su error. Cogió el cuaderno y se sentó en el sofá

— Hablamos de tazas, tiempo y reglas de transtornos - Dijo Hannibal mientras evitaba mirar a los ojos a Will, necesitaba toda su capacidad intelectual para armar una buena defensa y conseguir el perdón.

— La taza está rota, nunca se volverá a unir de nuevo.

Hannibal sintió un leve dolor al escuchar la triste voz de Will mencionar esa corta frase. No podía permitir que Will se rindiera con él.

— ¿No siquiera en tu mente? - Preguntó con los sentimientos a flor de piel, se permitió ver a Will a los ojos - Tu palacio de la memoria está en construcción, está llenó de cosas nuevas, comparte algunas habitaciones con el mío. - a Hannibal le costaba mantenerle la mirada a Will, le dolía ver al menor, sentía que en esta ocasión era diferente, que debía ser sincero o quizás nunca encontraría el perdón- Te descubrí ahí, victorioso.

— Cuando se trata de tí o de mí, no puede haber una victoria decisiva. - Will habló de forma tajante. Hannibal no pudo evitar desviar la mirada en este punto, no había rabia, no había súplica, no había dolor en el tono de voz de Will... Solo podía encontrar resignación, Will simplemente ya lo había condenado, podía sentir un nudo en su garganta con cada palabra que salía de la boca de Will.

— ¿Somos un juego suma o cero? - Quizás debía cambiar su método. Vio a Will desvíar su mirada de un lado a otro, ¿Estaba bajando la guardia? Podría quizás...

— Extraño a mis perros...- Dijo Will con desden- No te extrañaré a tí.

Escuchar esas palabras había sido como un gran balde de agua helada, están conversación simplemente no estaba funcionado y sintió la desesperación en su corazón. Solo podía ver a Will ahí sentado en su cama tan cerca y aún así sentirlo tan lejos, era como si de pronto no pudieran estar en la misma página y odiaba este sentimiento.

— No te encontraré, no te buscaré - Hannibal entrecerró un poco los ojos mientras ladeaba su cabeza al intentar procesar las palabras que salían de la boca de Will en forma de estocadas mortales, sentía su corazón acelerado y su lengua siempre ágil, simplemente se encontraba inservible - No quiero saber dónde estás ni lo que hagas, ya no quiero pensar más en ti - Nunca unas palabras le habían hecho tanto daño, Will lo estaba soltando... Will no podía estar haciéndole esto, no podía ser tan cruel.

— Te deleitas en la maldad  y luego te reprendes por el deleite. - Fue todo lo que pudo decir Hannibal mientras veía a Will de forma triste.

— Tú te deleitas, yo tolero. - Los engranajes en el cerebro de Hannibal simplemente no querían funcionar, no sabía que decir... Solo podía ver cómo poco a poco Will de iba alejando de él - No tengo tu apetito - Está vez, Hannibal se permitió mirar a Will a los ojos, quería gritarle, quería rogarle y patalear, decirle que no le importaba si no tenía su mismo apetito pero esta vez después de tantos años... Simplemente se quedó callado. - Adiós, Hannibal.

La palabra "adiós"  rebotó un par de veces en su cabeza, ya no más, ya no más investigación juntos, ya no más cenas, ya no más charlas a primera hora de la mañana, ya no más confianza... Estaba jodido. Tenía tantas cosas que decirle, había pensado tantas formas de profesar su amor pero nada podía salir de su boca, sentía que cualquier cosa que dijera Will no la creería, no le importaría... Y le dolía.

Se levantó del sofá con el cuaderno en su mano, dudo unos segundos en salir de la morada de Will, quiso regresar y arrodillarse mientras le mostraba a Will que quería regresar el tiempo y evitar hacerle tanto daño, que si pudiera solo... Pero sabía que el agente había tomado una decisión, ya no había un nosotros, no había  cavidad en el mundo para ambos, eran simple almas gemelas que jamás se encontraron.

Salió de la casa de su amado.

El frío viento azotó sus mejillas, su piel dolía al contacto con la fría brisa de invierno pero no podía comparar con el dolor de su corazón.

Había transcurrido al rededor de tres horas cuando carros policiales entraron a la propiedad de Will Graham, El agente hablo con Jack.

— Hannibal no está aquí - y es que si el doctor era tan inteligente como sabía que lo era, Will podría jurar que no se encontraba en ya en el país.

Jack no tenía que saber que había dejado ir a Hannibal.

Después de que la policía se fuera, Will salió a caminar, Necesitaba despejar su mente y no tenía a sus perros... Camino en dirección al riachuelo.

Se detuvo abruptamente al ver a Hannibal sentado a la orilla.

— ¿Que haces aquí?

Hannibal se mantuvo en silencio.

— ¿Te quedaste aquí para martame? - Preguntó Will.

Hannibal sonrió con tristeza.

— Sabes bien que no puedo hacer esl.

— ¿Por qué? Ya intentaste comerte mi cerebro.

— Y me arrepiento de eso pero mi arrepentimiento no cambiará el hecho de que lo hice.

— Entonces... ¿Te quedaste aquí para congelarte y morir en mi río?

— No me molestaría morir en tu propiedad.

— ...

— Te amo, Will. - Soltó Hannibal, había tenido muchas horas para pensar y había llegado a la conclusión que lo único que podía hacer en este punto era ser sincero, ya nada importaba - Perdón por no darme cuenta tiempo hasta ahora.

— ¿Qué? - Escuchar esa declaración había dejado a Will estupefacto, Hannibal no podía, Él no podía sentir... Él era...

— Y no quiero vivir una vida en la que no estarás.

— Yo no...

— No digas nada Will. - Hannibal dejó de ver en dirección al río para esta vez ver a Will, lágrimas corrían por las mejillas blancas del agente y se perdía en su barba.- ¿Que pasa? ¿Por qué llora Will?

Will se acercó a Hannibal y lo abrazo, lo abrazo con tanta fuerza que el doctor pensó que facturaría un par de costillas.

— Yo... Yo también Te Amo - respondió Will.

Ambos hombres sabían que después de esas confesiones, no habría vuelta atrás, debían trabajar en la confianza mutua, debía... Empezas desde cero.

Pero todo estaría bien.

Recopilación de Cortos [Hannigram] 2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora