Emma Clifford es la mejor amiga de Lando, y así ha sido por demasiado tiempo, prácticamente eran hermanos y ella siempre lo acompañaba a las carreras, hasta que inicio sus estudios en la universidad y dejo de ir por completo, unos años después vuelv...
Oscar estaba comiendo a lado de Logan, el le hablaba de un viaje que había hecho pero por más que quisiera Oscar no podía prestar mucha atención en realidad.
–Y ni siquiera me estás escuchando, sabes qué? Hasta aquí llegaste así, después de la carrera si o si vamos a una fiesta, necesitas despejarte, no puede ser que estés así por alguien que ni siquiera está aquí.– dijo el estadounidense.
–¿Fiesta? Ni siquiera me gustan, y lo de Emma estuvo, el hecho de que ahora no esté es lo que me afecta.– dijo Oscar.
–Y ella decidió irse y no escribirte, no es por ser así pero abre los ojos, solo te estás haciendo daño– dijo el rubio.
Oscar solo asintió para evitar hablar del tema y siguió desayunando, se despidió de Logan y se fue al motorhome de Mclaren, al ser día de carrera tenía mucho en mente y necesitaba concentrarse para dar los resultados adecuados, pero en cuanto vió a Lando no pudo evitar acercarse.
–Hey, Lando.¿Ya sabes algo de Emma?– preguntó Oscar.
–Sí, la ví antes de venir a Miami pero se me pasó decirte, se siente bien, la verdad es que la ví mejor de lo que esperaba.– Lando sabía que era una completa mentira que Emma estaba bien, pero no creyó que ella quisiera que Oscar se enterará de todo.–Oh, y me pidió que te diera la sudadera que le prestaste la vez pasada.
Lando le dió la sudadera al australiano y un silencio incómodo llenó el ambiente, Oscar no lo admitiría pero le dolía que ella no le contestará, hasta su teléfono extrañaba sus llamadas, pero el dolor que sintió al ver que ni siquiera le dió la sudadera en persona fue mayor.
–Gracias.– fue lo único que dijo el castaño yéndose con los sentimientos a flor de piel, estaba bastante molesto, entendía las decisiones de Emma...a medias, pero lo hacía, y aún así se le hacía cobarde como estaba manejando las cosas.
Según el no había hecho nada malo, pero tal vez un día lo llamaría y le diría que también lo sentía, pero ella nunca lo hacía. Siguió el resto del día con un sabor amargo, empezó desde el puesto diecinueve y lamentablemente no logró subir posiciones, quedó una vuelta detrás incluso. Hizo todo el protocolo de entrevistas y todo como de costumbre y se fue al hotel, le sorprendía que siguiera enojado, el no era esa clase de persona, se consideraba a si mismo bastante sereno pero esos momentos no se sentía como el, se sentía como alguien que solo presencia la historia a lo lejos, como si no tuviera control de su cuerpo y fuera solo un espectador.
–Oscar, ya vámonos.– dijo Logan del otro lado de la puerta.
–Ya voy.– dijo el australiano asegurándose de dejar sus cosas relativamente organizadas para irse al día siguiente.
Al estar rodeado de personas con música inundando sus oídos y algo tomado, se sentía mejor, pero de alguna manera nunca se había sentido menos genial, no supo con certeza que había pasado a la mañana siguiente solo le dolía mucho la cabeza, despertó con una chica que se parecía a ella.
–Em- –dijo sin pensar casi diciendo su nombre.
La chica se removió en la cama pero siguió dormida, no le gustaba hacer esa clase de cosas, aprovechó que tenía la mayoría de sus cosas organizadas y guardó todo lo que le faltaba rápidamente, salió del cuarto con sus cosas prácticamente corriendo y se fue al lobby donde afortunadamente ya estaba todo el equipo listo para irse.
–A la próxima que tengas una noche loca, oculta mejor la evidencia.– dijo Lando viéndolo con una mezcla de decepción y enojo, pero no podía hacer nada, el sabía que su amiga no estaría en posición de quejarse.
Oscar se vio en un espejo e intentó ocultar las marcas con la sudadera que llevaba puesta.
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Lando viendo a Oscar con marcas
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