Emma Clifford es la mejor amiga de Lando, y así ha sido por demasiado tiempo, prácticamente eran hermanos y ella siempre lo acompañaba a las carreras, hasta que inicio sus estudios en la universidad y dejo de ir por completo, unos años después vuelv...
Era el día de la carrera, a los McLaren no les estaba yendo nada bien y Emma era conciente de eso...o bueno a Lando no le había ido tan bien pero Oscar no estaba mal para ser su segunda carrera, Lando iba a empezar del puesto diecinueve y Oscar del noveno, así que el día de ayer había sido algo agridulce, pero Emma esperaba que les fuera mejor el las carreras para poder alegrarse por ambos sin pena.
–¡Ah!– gritó alguien a sus espaldas mientras la agarraba de los hombros asustandola.
–¡Eres un tonto!– gritó la castaña después de haber gritado del susto, sonrió mientras se recargaba en el castaño que le abrazaba por la espalda.
–Buenos días.– dijo Oscar sonriendole, volteo a ver a sus alrededores para luego darle un beso rápido.
–Me gusta más cuando me saludas así.– admitió la chica sonriendo.
–A mi también me gusta saludarte así.– dijo el chico sonriendo.
–Viene Lando.– dijo la chica asustada haciendo que Oscar se separará de inmediato y se sentará a un lado.
–¡Hola chicos! Oh, te levantaste temprano Emma.– dijo el británico con una sonrisa mientras se sentaba a lado de su mejor amiga.
–Si bueno, llevaba mucho tiempo levantándome tarde, pensé en que debería de levantarme más temprano.– dijo Emma explicando.
–Por fin me haces caso...pero bueno, de que hablaban?– preguntó Lando volteando a ver a Oscar.
–Oh nada, solo baje a desayunar y la encontré sola... así que me acerque a acompañarla.– respondió el australiano.
Se quedaron desayunando juntos los tres hasta que Lando dijo que se iba a ir a bañar antes de ir al circuito, Emma y Oscar aprovecharon para estar juntos ya que no iban a poder hacerlo en el circuito sin ser molestados.
–¿En algún momento planeas decirle?– preguntó el castaño.
–No lo se, la última vez que le dije que tenía algo me quiso encerrar en el departamento.– dijo la chica que tenía su cabeza recargada en el pecho de Oscar.
–No creo que eso este a nuestro favor...pero igual no creo que importe tanto o si?–
–Claro que importa, probablemente la opinión de Lando es la que más me importa.– dijo la estadounidense jugando con sus manos.
–¿Por?– preguntó Oscar, no le gustaba pelear por tonterías, el buscaba ser una persona sin problemas, pero no le agradaba mucho la idea de que la opinión qué más le importará a Emma fuera la de Lando.
–No lo se, no me llevo muy bien con mi familia y Lando siempre ha estado ahí, su familia siempre me ha recibido con brazos abiertos, así que supongo que es lo más cercano que tengo a una familia...me da miedo que si no hago las cosas a su manera me dejé ahí tirada como un suéter viejo.– admitió Emma, siempre le había dado miedo que las personas no la quisieran.
–No creo que Lando haga eso, Ems. Igual no creo que sea lo más sano que hagas eso, ni para ti o la amistad.– dijo el castaño acariciando su espalda.
–Probablemente, pero no se me ocurre nada mejor.–
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Emma cuando Oscar la espantó
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