Now that we don't talk || Oscar Piastri

Capítulo 31

Al día siguiente Emma fue al paddok acompañada de Daniel hasta el garage del Ferrari, aunque habían tenido una conversación algo incómoda de camino al circuito.

–Oye, Dani.– dijo la chica llamando su atención.

–¿Qué pasa?– preguntó él.

–¿Alguna vez te conté quien es mi mejor amigo?–

–Mmm...no, por qué?¿Es muy importante?– preguntó volteando a verla.

–Pues si, para mí lo es y él es... piloto de Fórmula 1.– dijo la estadounidense rascando su cabeza con nerviosismo evitando la mirada de su amigo.

–Oh...no me esperaba eso, por qué no me dijiste?–. preguntó el chico.

–Yo...no sé, nunca preguntaste y a mí no se me ocurrió decirte.–

–¿Vienes muy seguido a las carreras, verdad?– Ella se sintió como la peor persona al escuchar la desilusión en la voz de su amigo.

–Pues si, básicamente.– dijo ella viendo sus manos.

–¿Por eso conoces a todos los pilotos? Tu ya conoces a todos en el paddok e incluso eres cercana a algunos de ellos...–

–Pero no confundas las cosas, yo en verdad agradezco que me hayas traído y no es que signifique menos porque yo ya haya venido y conozca a los pilotos, solo quería que supieras para no ocultarte cosas.– explicó Emma rápidamente viéndolo por primera vez, tenía la mandíbula tensa y apretaba las manos sobre el volante.

–Emma yo quería que tú cumpleaños fuera memorable y parece que todo tu ya lo hiciste o lo tienes.– dijo el chico.

–Pero si es memorable, lo dices como si me hubieras llevado a cualquier lado, y aunque lo hubieras hecho, yo estaría completamente feliz y seguiría siendo memorable, lo que cuenta es la intención... además, no cualquiera te lleva a la carrera en Mónaco, seamos honestos.– dijo Emma intentando hacer sentir mejor a su amigo.

Pasaron por el garage de Ferrari y Emma pudo ver a Oscar hablando con sus ingenieros, no sabía porque el era diferente, sentía la necesidad de estar con el, le daba tranquilidad su presencia.

–¿Te llevas con Piastri?– preguntó Daniel.

–Más o menos, pero me cae bien, es bastante agradable y entiende mi clase de humor.– respondió la chica quitando su mirada del piloto.

–Por supuesto...– dijo él negando.

–Voy a ir a hablar con Lando de algo, te molesta?– preguntó Emma sin darse cuenta de la actitud de él.

–No, no, ve, yo me voy adelantando.– dijo el chico reactivo.

–Ok.–

Emma fue corriendo hacia donde estaban los pilotos de McLaren y ellos voltearon a verla en seguida.

–Hola Ems.– dijo Oscar sonriendo.

–Hola Oscar.– dijo Emma de la misma manera pero con un leve sonrojo.

Lando veía la interacción completamente sorprendido, era conciente de que había algo entre ellos, pero al verlos una a lado del otro, se dió cuenta que no era cualquier cosa de una vez, ambos se iluminaron al estar juntos, era como si brillarán más gracias al otro.

–Oye Lan, vas a estar muy orgulloso.– dijo la chica sonriendo como una niña chiquita contándole su día a sus padres.–Ya le dije a Dani, creo que se lo tomó bastante bien, no sé, pensé que se enojaría o algo por el estilo.

–Pues está bien, así no hay secretos.– dijo el británico.

–¿Decirle qué?– preguntó el rookie, le parecía tierno como la chica contaba todo con orgullo.

–Es que el no sabía que me llevó con los pilotos, y digo aún así me parece bien que me haya traído, me pone muy feliz que tuviera ese detalle conmigo.– dijo la estadounidense.

–Esperen un segundo, en qué momento se reconciliaron?– preguntó Lando confundido.

–Ayer.– contestaron al mismo tiempo.

–Y ninguno de ustedes me dijo...me siento ofendido.– dijo él mayor de los tres.

–Se me fue.– dijo Emma alzando los hombros.