Emma estaba desayunando mientras hablaba con Lando, había decidido que no iría a trabajar esa mañana para poder recuperarse bien y platicar con su mejor amigo, pero después iría al hospital a ver a su padre.
–Deberías de ir a la carrera de este fin, se extraña tu presencia.– dijo el británico.
–No se, tengo que trabajar y eso.– dijo la chica con una mueca.
–Piénsalo, si?–
–Es que en parte es lo del trabajo, pero tampoco sé que haré si veo a Oscar... más bien, cuando vea a Oscar porque si voy es un hecho que lo hoy a ver.– dijo la castaña pasando una mano por su ojo.
–Lo saludas con una sonrisa y te disculpas por desaparecer, qué es lo difícil en eso?– preguntó el.
–Que si hago eso, probablemente piense que me voy a quedar...y no voy a hacerlo.– admitió Emma.
–Pues le explicas las cosas, le dices que no vas a ir a las carreras porque vas a estar trabajando aquí y que estás muy ocupada, que por eso no te vas a quedar, no es justo que desaparezcas de la vida de alguien de esa manera, sobretodo con lo que pasó entre ustedes, el merece una explicación.– dijo Lando, no le gustaba ser así, por lo general Emma era la más madura de los dos y la que era la voz de la razón, pero Lando se dió cuenta que su amiga no estaba sabiendo que hacer, casi como si fuera a colapsar por completo.
–Y yo sé que el merece una explicación, pero no estoy lista, no estoy lista para verlo y no correr a sus brazos, pero tampoco puedo mandar todo a la mierda y hacerlo...– dijo la estadounidense sintiendo el mismo dolor en el pecho.
–¿Y quién dice que no?– dijo.
–Yo lo digo, tengo responsabilidades Lando, tu tienes una familia perfecta donde sabes que te apoyaran, te querrán y tus padres se podrán hacer cargo de sus problemas, yo no.– dijo Emma.
Lando iba a decir algo pero el teléfono de Emma empezó a sonar, la chica iba a ignorar la llamada hasta que vió que era de su madre, frunció el ceño confundida pero enseguida tomó la llamada.
–¿Qué pasó, ma?– preguntó.
–Emma...tu padre ha muerto.– respondió su madre.
Emma sintió como su mundo se caía, su padre había muerto, tal vez no se veían mucho actualmente pero cuando era pequeña era su héroe, sabía que podía dormir en paz porque su papá estaría ahí para ella y la consolaría cuando pasarán cosas malas, su padre fue el primer hombre que llegó a amar, su confidente, los hombres te pueden engañar y romper contigo, pero tú papá no, sin importar que seguirá siendo tu papá, que se suponía que hiciera? No puedes remplazarlos así como así.
–Voy para allá.– fue lo único que pudo decir antes de colgar.
–¿Qué pasó?– preguntó Lando preocupado al ver el estado de su amiga.
–Mi papá acaba de morir.– dijo viendo a un punto fijo, lágrimas corrían por sus mejillas pero ella no reaccionaba, estaba en shock.
–¿Quieres ir al hospital?– preguntó el británico acercándose a ella.
–Porfavor.– respondió la chica con su voz rota.
Lando asintió y fueron hasta el auto de el británico, en el trayecto Emma iba recordando momentos con su papá, como se escuchaba cuando el regresaba del trabajo, los bailes de padres e hijas, la cantidad de veces que se peleaba con el, cuando la ayudaba con sus tareas, cuando le contó de su primer novio y el le dijo que lo quería conocer, los abrazos, las risas, cada uno de los momentos que paso con el se repetían en su mente como una película antigua de las que les gustaban ver juntos, con quién hablaría de esas películas ahora?¿Quién le contaría anécdotas de cuando era de su edad?¿Quién le diría que estaba orgulloso de ella? ¿Quién estaría ahí? Las lágrimas corrían como ríos, el dolor en el pecho la hacía querer gritar, pero no lo hizo, solo se mordió el labio y dejó que las lágrimas cayeran en silencio.
–Llegamos.– dijo Lando estacionando el carro, Emma solo asintió en respuesta y bajó con Lando siguiéndola, se secó las lágrimas como pudo para que no le dijeran nada y entro.
Cuando entraron al hospital lo primero que vieron fue a la familia de Emma, todos voltearon a verlos y Emma sintió como su madre la fulminaba con la mirada.
–¿Puedo pasar a verlo?– preguntó la chica recibiendo un asentamiento en respuesta.
Entró a la pequeña habitación y su corazón se rompió al verlo ahí, parecía que estaba dormido pero ella sabía que no era así, se acercó a el lentamente ya agarró su mano, empezó a llorar de nuevo al ver que el no la apretaba como de costumbre, por primera vez dejo salir un pequeño sollozo, le dolía que se lo hubieran arrebatado tan fácil, pero la vida era así, nunca sabes quién se queda y quién no, ella sabía que su papá se iba a ir pero esperaba tener más tiempo con el, ni siquiera se pudo despedir. Recargó su cabeza en su mano, quería sentirlo cerca de nuevo, quería tener sus pláticas habituales sobre la música de todo, quería regresar a cuando tenía quince y le estaba enseñando a tocar la guitarra, ahora sí aceptaría la ayuda sin dudarlo, quería regresar a esos momentos donde ella no acepto pasar tiempo con el y aceptarlo, pero al vida no funcionaba así y era muy tarde para hacerlo.
Emma
Lando
ESTÁS LEYENDO
Now that we don't talk || Oscar Piastri
FanficEmma Clifford es la mejor amiga de Lando, y así ha sido por demasiado tiempo, prácticamente eran hermanos y ella siempre lo acompañaba a las carreras, hasta que inicio sus estudios en la universidad y dejo de ir por completo, unos años después vuelv...